RICARD GONZÁLEZ. Especial para EL MUNDO| 7.04.2008

WASHINGTON.- Después de haber interrogado durante varias horas a las 52 niñas que liberó anteayer del rancho de una secta poligámica de Texas, la Policía hizo una nueva redada en el recinto y se llevó a unas 130 personas más ante la sospecha de que podrían estar en riesgo de sufrir abusos sexuales. En esta ocasión, se trata también de mujeres adultas y de niños. En estos momentos, se encuentran bajo el control de las autoridades policiales al menos 137 menores y 46 mujeres.

La Policía, que ha bloqueado de forma permanente el acceso al rancho, solicitó la presencia de varias ambulancias antes de entrar de nuevo en el recinto, ante el miedo de una explosión de violencia. Los agentes habrían rastreado el rancho entero en busca de todos los menores que lo habitaban. Si bien se produjeron algunos momentos de tensión, especialmente cuando la Policía se disponía a entrar en el templo de la secta -algo que está prohibido para quien no sea miembro de la iglesia-, la sangre no llegó al río.

«[El templo] es un área muy sensible y los miembros de esta iglesia no quieren de ninguna manera que la gente de fuera entre en él», declaraba Allison Palmer, asistente del fiscal del distrito. Se teme que, si las autoridades llevan a cabo arrestos, los miembros de la secta podrían pertrecharse en el rancho y forzar a la Policía a un asalto.

«Las autoridades están preparadas para todos los escenarios posibles», ha asegurado Palmer. De hecho, incluso hay un helicóptero sobrevolando de forma constante el recinto, situado en el término municipal de Eldorado, en el oeste de Texas. Se cree que entre unas 400 o 500 personas podrían estar viviendo en el rancho de la secta, llamado El anhelo de Zion.

Durante las últimas horas, se ha conocido la identidad del individuo que las autoridades buscaban cuando entraron por primera vez en el recinto. Se trata de Dale Barlow, de 50 años, sospechoso de haberse casado con una chica de 16 y de ser padre de su bebé de ocho meses. Barlow está en estos momentos en Colorado City, en el estado de Arizona, feudo tradicional de la secta, conocida como la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, que se separó de la iglesia mormona hace más de 70 años, cuando ésta prohibió la poligamia.

La autoridades entraron por primera vez en el rancho el jueves pasado, en respuesta a una llamada telefónica que había denunciado que una chica de 16 años habría sufrido abusos sexuales en el recinto. Según informó Marleigh Meisner, portavoz del servicio de protección, las autoridades aún no han localizado a esta menor.

De los 137 menores liberados, 18 han sido puestos bajo la tutela de las autoridades de forma permanente -se están buscando hogares para ellos-, mientras los otros 119 están siendo atendidos por los trabajadores sociales del servicio de atención al menor de forma temporal, mientras prosiguen las investigaciones. «Debemos saber si están seguros, si han sufrido abusos, negligencia, o están en riesgo de sufrir abusos en el futuro», declaró Meisner.