El Heraldo de San Luis de Potosí (México), 17.01.2023
Las costumbres de la mayoría de las personas en todo el mundo están impregnadas de creencias sobrenaturales desde los más lejanos orígenes de la sociedad.
Pese a que en los últimos siglos la ciencia se ha abierto camino en todo el mundo, las personas continúan recurriendo a la magia, a la adivinación y a los fenómenos esotéricos para tratar de conocer el futuro y porque no, buscar ayuda para obtener un beneficio de cualquier índole.
Desde el origen de las sociedades humanas, dirigentes o líderes de grupos sociales han tratado de conocer en las estrellas, o en distintas artes adivinatorias; a través del tiempo y la historia, gobernantes han recurrido a clarividentes, chamanes, brujos, magos y toda suerte de personajes que aseguraban conocer los secretos de la adivinación.
No obstante, el espiritismo perdió su influencia entre la clase gobernante a mediados del siglo XX, aunque el advenimiento de las crisis económicas y políticas llevó a algunos presidentes a recurrir a la asesoría de brujos y chamanes, principalmente de Catemaco, en Veracruz.
Varios brujos de esas regiones han confirmado que ofrecieron su conocimiento a todos los presidentes desde José López Portillo, hasta Ernesto Zedillo.
No obstante, su influencia cayó cuando uno de ellos pronosticó el triunfo del PRI en las elecciones de año 2000, cuando ganó el opositor Vicente Fox.
Sin embargo, la discreción mantenida por la clase política durante el régimen del PRI, se perdió con la llegada de un nuevo grupo político encabezado por Fox y su esposa Marta Sahagún.
En el libro “Los Brujos del Po-der” de José Gil Olmos, narra testimonios de personas allegadas a la entonces pareja presidencial y de sus prácticas de hechicería, que incluso se realizaban dentro de la residencia presidencial.
Según el autor, “Martita” abrió las puertas de Los Pinos a todo tipo de brujos, adivinos y santeros para que realizaran actos de hechicería y magia, originalmente el objetivo de Sahagún era convertirse en la esposa de Fox, para lo cual contrató a numerosos brujos, chamanes y santeros para que le hicieran un hechizo.
Basado en el texto, Sahagún pagó a un santero cubano para que preparara una pócima que ella misma suministraba al presidente en el jugo, café o agua, lo cual según decía eran las “vitaminas” del presidente.
Además, Gil Olmos relata otro trabajo contratado por la ex-primera dama para acabar con sus adversarios fue poner sobre las fotos de sus enemigos una tarántula viva, la cual era ensartada a la imagen y quemada junto con ésta, lo que permitió hacer a un lado a sus enemigos.
El escritor afirma que además de Marta Sahagún, al lado de Fox había un grupo de personas encabezadas por su publicista Santiago Pando que se encargaban de realizar diversas ceremonias esotéricas.
De acuerdo con el libro, Pando es un fiel creyente de los “mayas intergalácticos”, una corriente esotérica que considera que los mayas son de origen extraterrestre y viajeros en el tiempo.
Este publicista y sus colaborado-res organizaron actos simbólicos paralelos a los mítines y anuncios publicitarios para dotarlos de un contenido mágico, según el escritor.
Uno de los personajes más controvertidos señalados por el autor es la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo.
En 1995 Gordillo recurrió a un brujo africano para contratar un hechizo que evitara que el entonces presidente Ernesto Zedillo la despojara de su poder sindical.
El libro cuenta que Gordillo se sometió a un hechizo en la comunidad de brujos de Bashadat, en Nigeria, donde se cubrió con la sangre y la piel de un león para que el espíritu del felino se apoderara de ella.
El escritor señala que otros políticos de menor peso en la vida del país continúan con sus prácticas esotéricas y la influencia de santeros ha crecido.
Además, uno de los cultos en crecimiento en los últimos años ha sido el de la Santa Muerte a la que se han adherido numerosos grupos sociales, entre estos la mayoría de organizaciones del crimen organizado.
Catemaco, principal sede de chamanes
Una de las poblaciones más conocidas como sede de chamanes es Catemaco, Veracruz, región al que han asistido la mayoría de los políticos y funcionarios de diversas posiciones ideológicas como Carlos Salinas de Gortari, José Córdoba Montoya, Pedro Aspe, Beatriz Paredes, Cuauhtémoc Cárdenas y candidato a la presidencia el “Peje” Andrés Manuel López Obrador.
El ex presidente Enrique Peña Nieto, quien, según el autor, confío en una profecía de una vidente que le predijo hace varias décadas que un miembro de la organización Atlacomulco, a la que supuestamente él pertenecía, se convertiría en presidente y ops se le cumplio…
En el libro se destaca que en todo México existe un auge del misticismo, de la creencia en los brujos, en la magia, debido al influjo de las religiones que mantienen un parte mística y la creencia en el más allá y en la existencia de lo sobrenatural.
Por este motivo, un gran número de políticos, artistas y de la población en general es creyente y presa fácil de chamanes, hechiceros, espiritistas, brujos y curanderos… Y usted… ¿ya visitó a alguno?…