ABC (España), Alberto Flores, 11.03.2013
La asociación de Mujeres de Santiago El Mayor ha vivido recientemente una experiencia única. Este colectivo utrerano desarrolla una serie de proyectos encaminados a ayudar a las personas más necesitadas de Utrera, entre los que destaca la labor educativa que lleva a cabo en las barriadas más humildes de la localidad.
Dentro de su habitual trabajo la asociación ha llevado cabo una original actividad con el colectivo 4MAR, cuya finalidad es el desarrollo integral de los valores humanos, personales y sociales, profundizando en la competencia, la inteligencia emocional y el liderazgo, y promocionando la creatividad, perseverancia, capacidad de toma de decisiones, altruismo y cooperación.
En este sentido a finales del pasado mes de febrero visitaba la localidad de Utrera un grupo de veinte voluntarios llegados de distintas partes de la geografía española, para llevar a cabo una original actividad en colaboración directa con la asociación utrerana.
Como parte práctica del taller, y como si fuese un proyecto de fin de carrera, los participantes del mismo debían desarrollar una actividad social.
Para ello, 4MAR había abierto una convocatoria de ayudas, por valor de 4.000 a 15.000 €, para proyectos de ONGs y Asociaciones sin ánimo de lucro, de las cuales se seleccionaba finalmente solo uno, que los alumnos debían realizar en su totalidad, consiguiendo la financiación necesaria en el plazo de 30 horas, entre un viernes por la noche y un domingo, pero sin poder sufragarlo ellos mismos.
El proyecto seleccionado en esta ocasión fue el presentado por la asociación de Mujeres de Santiago el Mayor, para su Proyecto de Infancia, con el fin de complementar el material lúdico-educativo del Centro Integral de Atención a la Familia, consistente en una biblioteca completa con su mobiliario, decoración de la zona de ludoteca, y un aula TIC, con instalación completa de cuatro ordenadores, incluida la conexión a Internet, proyector, pantalla/pizarra digital, etc.
Hay que dejar constancia que el proyecto presentado por la asociación abarcaba una serie de elementos, pero los participantes al comprobar que disponían de financiación holgada, decidieron ampliar considerablemente su aportación, muy por encima de lo solicitado.
La filosofía que sostiene el Proyecto de Infancia es el del desarrollo personal del niño para que el día de mañana los beneficiarios de esta iniciativa, puedan escapar por sus propios medios de la pobreza hereditaria. Como decía uno de los jóvenes «No quiero que me den un pan. Prefiero medio pan y un libro».
Los animosos participantes en el taller terminaron de seleccionar el proyecto a las 6 de la mañana del sábado 23 de febrero, y en ese momento empezaron a movilizarse. Un grupo vino a Utrera a tomar medidas del local y del mobiliario que era necesario, otro se quedó en Sevilla gestionando todo el material, y otro, el más numeroso, se subdividió para buscar los fondos necesarios.
Algunas de las propuestas que pusieron en marcha para encontrar financiación fueron realmente originales, como un grupo musical cantando Rock en la Alameda de Hércules, un grupo de personas ofreciendo abrazos y entregando lacitos verdes «por la voluntad» en la Plaza Nueva, la rifa de una bicicleta de montaña y un traje de flamenca, petición de colaboración en varias parroquias y la colaboración de familiares y amigos de los participantes, que ha resultado decisiva. Una serie de acciones que contribuyeron para encontrar la financiación requerida. Y el programa se ha cumplido ampliamente.