El Faro de Vigo (España), 6.08.2012
Carlos Clever, el polémico chamán peruano que utiliza besos y tocamientos para alinear los «chakras» del cuerpo y al que la Audiencia de Sevilla acaba de absolver de abusos sexuales a cinco mujeres, ha trasladado su consulta a Vigo y presta sus servicios en un centro holístico. El fiscal solicitaba 11 años de prisión, pero la sala que le absolvió aduce que pese «al claro contenido libidinoso» de sus tocamientos «daba besos en la boca, introdujo dedos en la vagina y las mandó desnudarse», las mujeres que los sufrieron no mostraron ningún tipo de rechazo a sus prácticas, siendo personas «adultas con capacidad de autodeterminación en el ámbito sexual». Por tanto «no se trató de supuestos claros de actos sexuales inconsentidos». Además, se tuvo en cuenta que la mayoría de ellas repitieron sesión.
La singular terapia del sanador y vidente peruano se hizo pública tras ser objeto de una cámara oculta en televisión por parte de Mercedes Milá. Entonces le llovieron las denuncias. A las presentadas por las cinco mujeres de Mairena de Aljarafe (Sevilla), se sumaron otras en Santiago, Madrid, Zaragoza y Vigo. Todas estas causas judiciales han sido ya archivadas, incluida la única que se presentó en la ciudad olívica al considerarse que no había delito alguno.
La Fiscalía de Sevilla anunció ayer que ha pedido a la Fiscalía del Supremo que recurra la absolución, al considerar que las mujeres estaban en unas circunstancias en las que «no eran libres para defender con plenitud su libertad sexual». El Ministerio Público alega que Carlos Clever «manejó la situación de unas personas frágiles» y no recabó su consentimiento previo para el tipo de tocamientos a que pensaba someterlas, ya que ellas acudieron a la consulta para «recibir un tratamiento curativo» sin connotaciones sexuales. No obstante, el plazo del recurso ha pasado y la defensa del chamán peruano no ha recibido notificación alguna, con lo que entiende que la absolución es firme.
La sentencia de la Audiencia de Sevilla considera probado que a una de las mujeres le hizo tocamientos en la zona genital y le dio un beso en la boca con introducción de lengua, a otra le metió un dedo en la vagina y le besó los genitales, y a otra la abrazó como parte de su terapia a la vez que ele decía que su novio «no era hombre para ella, que no le hacía sentir mujer». El fallo recoge que a una joven que acudió con su novio a la consulta le hizo primero tocamientos por todo el cuerpo, luego la pasó a otra habitación, le pidió que se tumbara en la cama, que llorase y que se quitase el pantalón «para desbloquearle la pelvis», repitiendo los tocamientos.
Carlos Clever: «No era sexo, sino succiones o absorciones para la liberación de puntos enérgeticos»
Carlos Clever, que da conferencias y aplica su terapia por toda España desde hace años, negó en el juicio haber practicado sexo oral o introducciones vaginales con los dedos, aunque reconoció los tocamientos como parte de su trabajo. Así admitió «haber realizado succiones o absorciones para la liberación de esos puntos energéticos», pero aseguró que nunca en el sexo «porque no resulta necesario». Aunque uno de los principales «chakras» en la mujer se sitúa entre la vagina y el ano.
El fallo de la Audiencia de Sevilla considera posible que el chamán, por su poder sugestión «embaucase o condicionase los comportamientos» de las mujeres con la promesa de que sus terapias iban a «liberar» tensiones, pero no llegaron «al extremo de anular o disminuir severamente la conciencia de los que ocurría». La sala sostiene que esa «mera pasividad» solo podía ser interpretada por Clever «como asentimiento».