OK Diario (España), Manuel Cerdán y M.A. Ruíz, 17.11.2020
Un empresario que se dedica a dar charlas esotéricas sobre la Cábala actuó como socio del consejero delegado de Jamones Joselito, Juan Luis Gómez, en el bono de deuda de Venezuela con el que ambos esperaban repartirse varios cientos de millones de euros actuando como testaferros del dirigente chavista Diosdado Cabello.
El empresario Albert Gozlan se gana la vida vendiendo libros y dando conferencias por internet –donde tiene más de 235.000 seguidores– sobre la Cábala, es decir, la interpretación oculta del libro sagrado del judaísmo, la Torá. Esta enseñanza se basa en el significado secreto de cada uno de los 22 caracteres del alfabeto hebreo.
Gozlan ha montado un lucrativo negocio con su propia escuela virtual de estudios cabalísticos, que denomina Kabbalah Mashiah, a través de la que promociona sus libros con títulos como La Kabbalah del éxito en los negocios, Sexualidad kabbalística o El Teclado de la Computadora Divina (Secretos de las letras hebreas).
El consejero delegado de Cárnicas Joselito viajó en septiembre de 2013 a Hong Kong, donde Albert Gozlan debía firmar el primer bono de deuda de Venezuela en una entidad financiera china. El bono había sido aportado por Verónica Álvarez Álvarez, cuyo primer marido, Brixio Jiménez, aseguraba ser sobrino del entonces presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Eudomar Tovar.
Albert Gozlan residía en aquel momento en un piso de alquiler del barrio de Hortaleza (Madrid) y se desplazaba por la ciudad en un impresionante Porsche Carrera de alta cilindrada. Dado el secretismo con el que habían acordado llevar la operación, Gozlan se desplazó a Lisboa y desde allí tomó su vuelo a Hong Kong, para evitar que quedara registrada su salida del país en el aeropuerto de Barajas.
Sin embargo, como ha informado OKDIARIO, Juan Luis Gómez y Verónica Álvarez se pusieron de acuerdo para apartar a Gozlan de la operación, para evitar repartir con él los beneficios del bono venezolano. Cuando el maestro de la Cábala llegó a Hong Kong, sus otros dos socios le dijeron que las autoridades chavistas exigían nuevos documentos para llevar a cabo la firma del bono (entre ellos, una copia de la escritura de su sociedad traducida al inglés por un intérprete jurado), por lo que se vio obligado a regresar a Madrid.
No obstante, pocos meses después, Gozlan logró reunir 190.000 euros que transfirió a una cuenta bancaria de CaixaBank cuya titular es Verónica Álvarez (que en aquel momento vivía en Tarrasa), para participar en el negocio del bono de Diosdado Cabello.
En el vídeo promocional que abre esta noticia, Albert Gozlan explica que sus enseñanzas de la Kabbalah sirven para «proteger el mundo y acabar con las dolencias y carencias del hombre» y generan «un despertar que abre las puertas de bendiciones en todos los aspectos que colman a los humanos, acabando con las carencias y las angustias. Esta enseñanza es desinteresada y gratuita», añade.
No exactamente gratuita. Gozlan tiene un gran número de seguidores en México, donde en 2015 cobraba 900 pesos por persona por asistir a sus conferencias presenciales de cuatro horas de duración. El pago debía hacerse mediante una transferencia a una cuenta de Bancomer cuyo titular es la empresa Reptech Medical SA de CV, una contratista habitual de la sanidad pública del Gobierno de México.
Gozlan usó fondos de la misma cuenta bancaria de Reptech Medical SA de CV para transferir 110.000 euros a Verónica Álvarez el 28 de marzo de 2014, con el fin de financiar su participación en el bono de deuda de Venezuela. Es decir, invirtió en el bono de Diosdado Cabello una parte de los fondos que obtiene dando charlas espirituales sobre la Cábala. «Albert Gozlan vive de sus seguidores», que se extienden por toda Hispanoamérica, ha explicado a OKDIARIO un testigo que participó personalmente en la operación.
Albert Gozlan transfirió a Verónica Álvarez otros 80.000 euros desde una cuenta del HSBC cuyo titular es otra contratista del servicio de Salud de México, Kisa Importaciones SA de CV, que tiene su sede en Naucalpan de Juárez.
Como ha informado OKDIARIO, el Gobierno de México ha abierto ahora una investigación tras descubrir contratos públicos fraudulentos otorgados bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) por importe de más de 200 millones de dólares a varias empresas fantasma, entre ellas la citada Kisa Importaciones, por servicios médicos que nunca se prestaron.
A través de su página web, Albert Gozlan ha anunciado que ofrecerá varias conferencias en un hotel de Madrid los próximos días 11 al 13 de diciembre. Las conferencias se ofrecerán a grupos reducidos de 35 personas, cada una de las cuales debe pagar una entrada de 1.800 euros. La enseñanza de los secretos de la Cábala ha dejado de ser «desinteresada y gratuita».
El consejero delegado y copropietario de la firma de jamones Cárnicas Joselito, Juan Luis Gómez, realizó transferencias que suman al menos 1,2 millones de euros a Verónica Álvarez para participar en el negocio del bono venezolano como «testaferro» del dirigente chavista Diosdado Cabello.
Con esta inversión, confiaba dar un pelotazo de 300 millones de euros, como relató en la grabación que ha publicado OKDIARIO. El marido de Verónica Álvarez, Brixio Jiménez (que decía ser sobrino del presidente del Banco Central de Venezuela), huyó de aquel país en la primavera de 2014 y se instaló en Texas (EEUU), tras cobrar varios miles de euros del consejero delegado de Cárnicas Joselito.
Juan Luis Gómez afirma ahora que ha sido víctima de «una estafa», que nunca ha denunciado ante los tribunales porque quiere «pasar página». Sin embargo, tras anunciar que había firmado en Hong Kong el primer bono de Venezuela, ha logrado reestructurar y relanzar a nivel internacional su grupo de empresas.