EFE (Francia), 14.02.2024
La Asamblea Nacional francesa votó hoy a favor de la creación de un nuevo delito de incitación a no cuidar la salud, dentro de un proyecto de ley que busca luchar contra la proliferación de «derivas sectarias» que, con criterios no científicos, se presentan como alternativas terapéuticas.
El nuevo delito castigará a aquellas personas que induzcan a abandonar o a abstenerse de un tratamiento médico terapéutico o profiláctico mediante presiones o maniobras reiteradas, exponiendo a los pacientes a consecuencias graves para su salud.
Será susceptible de ser castigado con un año de prisión y 30.000 euros de multa, pero en el caso de que la incitación haya tenido efectos graves la pena puede ascender a tres años de prisión y a 45.000 euros de multa.
El texto que incluye la nueva infracción había sido rechazado en una primera votación este martes, pero el macronismo (que no tiene mayoría absoluta) logró finalmente el visto bueno de la Cámara baja este miércoles con 182 votos a favor frente a 137 en contra.
En concreto, el oficialismo inclinó la balanza con una reescritura de los términos para indicar que no habrá delito «cuando exista prueba del consentimiento libre e informado de la persona» afectada.
El proyecto de ley ya había sido sometido a debate en el Senado (de mayoría conservadora) a finales del 2023, un trámite que precisamente había suprimido el artículo que contenía la creación del delito y que era, para el macronismo, el corazón de la norma.
La comisión de leyes la Asamblea Nacional había vuelto a incluirlo de cara a la votación final en esa Cámara, donde fue objeto de un duro debate por las acusaciones de la oposición de que suponía una limitación de la libertad de expresión.
«Solo he tenido una guía, solo una brújula, y es la protección de las víctimas», afirmó durante las discusiones la diputada Brigitte Liso, impulsora del proyecto.
Liso defendió que se respaldará la creación del delito para actuar contra «gurús» y «malhechores» que, sobre todo por internet, prometen soluciones milagrosas y representan un riesgo para la salud.
La preocupación por este fenómeno se debe a un aumento de las denuncias recibidas por la Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (Miviludes). En concreto, entre 2015 y 2021, los casos señalados se dispararon un 86 %.
Entre ellas, un cuarto de las alertas hacían referencia a prácticas no científicas de salud y bienestar, entre las que se cuentan técnicas como el Reiki o la descodificación biológica.