NRC Handelsblad (Holanda), Margriet Oostveen, 13.03.1999 [Traducción de H.M. Adaptado al español por Miguel Perlado]
La policía busca el sentido de la vida. Por eso, asistentes espirituales entran en los cuerpos de policía. Dos mil policias de Amsterdam ya aprendieron a “pensar positivamente” de un movimiento que defiende que el mundo existe hace 5.000 años.
El curso ha sido un gran éxito. Todos salen radiantes en la foto de recuerdo. Relajados con su uniforme. El pie de foto en inglés: Policía de Amsterdam al final de su Curso de Pensamiento Positivo. La foto sale en una publicación promocional del movimiento espiritual Brahma Kumaris (‘Una universidad para el aprendizaje universal de la vida’).
La policía busca reflexión o quiere dar “sentido a la vida”, como lo llamaron en el estudio de la policía ‘Onder je pet praten’ publicado hace poco. A instancias de cuatro sindicatos policiales, la teóloga S. de Wit investigó la “necesidad de asistencia espiritual” en los cuerpos de policía. A excepción de Amsterdam, los cuerpos no tienen asistentes espirituales. Esa situación tiene que cambiar opinan los jefes del cuerpo Jan Wiarda del distrito La Haya y H. Mostert de Limburgo-Sur. Dentro de poco iniciarán un proyecto piloto de “asistencia espiritual” en esas dos regiones. Según las necesidades que existan se contrata a un asistente espiritual. Otras posibilidades son una dirección en Internet con referencias a páginas espirituales, o reuniones de reflexión, cursos o debates sobre temas.
El comandante del cuerpo Mostert da el ejemplo de “la chica prostituta degradada”. “Los agentes comienzan con ideales pero cuando vuelven a encontrar a esta prostituta una y otra vez, van surgiendo preguntas: ¿Todavía tiene sentido la vida para algunas personas? El dirigente C. Groeneweg del Síndicato Cristiano de Polícia opina que es una cosa muy diferente de los “métodos de Ratelband[1]” que aplica la policía de Amsterdam: “Pensamiento positivo”, eso suena a: vamos a hablar de lo fantásticos que somos.”
El portavoz de la policía de Amsterdam K. Wilting primero habla de números reducidos. “Unas cuantas decenas, quizás cien, doscientos”. Pero el flamante comandante de cuerpo de policía de Frisia, F. Wagenaar, hasta hace poco el jefe del distrito de Amsterdam, habla sin tapujos. Más de dos mil, más de una tercera parte de los más de 5.300 agentes del cuerpo han seguido el curso ‘Pensamiento Positivo’ desde los principios de los años noventa. Yo mismo los animé para que fueran”. Entonces Wilting no puede seguir negándolo. Todavía se sigue recomendando este curso dentro de cuerpo de policía de Amsterdam.
Nunca compró los casetes con sonidos tranquilizantes (cataratas, ruidos forestales), pero por lo demás quedó tan encantado que hizo el curso hasta dos veces. Las clases se imparten en la “Academia Espiritual”, la sede que tiene Brahma Kumaris en Amsterdam. Según Wagenaar, el curso era “muy teórico”. Sobre la mitad izquierda y la mitad derecha del cerebro, ¿qué pensamiento se origina en qué parte?, ¿Cómo influye el pensamiento en la actuación? “Allí aprendí a tomarlo con calma. Por ejemplo, una colisión con lesiones. Ahora acepto esta miseria que encuentro y me concentro en ordenar la situación.”
No, dice el portavoz de policía Wilting, otros ex cursillistas no están contentos, pero “primero tenemos que mirar internamente que es lo pasa con aquella academia.”
Brahma Kumaris tiene cuatro mil centros en 77 países. “El hilo conductor de su ideario es la idea que el mundo existe 5.000 años y entonces todo empieza de nuevo”, explica con entusiasmo el ex inspector general de la policía de La Haya, W. van Lien. “Pero, no creas que en el curso Pensamiento Positivo te explican algo de esto.” Van Lien, que se acaba de jubilar, ha sabido motivar a “algunas decenas de guardias de La Haya” para que participaran en el curso. “Un poco de concienciación”, dice.
Al terminar el curso, él se matriculó junto con unos compañeros de trabajo para el curso complementario ‘Raja Yoga’ en el que conoció una “historia impresionante”. Se trataba de una historia universal que siempre se repetía – actualmente vivimos en la última era que se caracteriza por catástrofes y un comportamiento inmoral generalizado. En los folletos de Brahma Kumaris, no se hace mención de esta historia. Pero “Brahma Kumaris no es una organización religiosa”, opina Van Lien.
En el centro Brahma Kumaris de Amsterdam, los colaboradores no pueden decir nada sobre las clases de Pensamiento Positivo para los guardias. La única que puede es la profesora J. Berg, pero en estos momentos se encuentra en Monte Abu, la sede central en la India. No obstante, a la colaboradora A. Rozema le gustaría comentar que está muy decepcionada sobre las recientes “publicaciones innobles” en torno de Brahma Kumaris. Dicen que en Internet se puede leer que Brahma Kumaris había anunciado que el mundo se acaba este año –con excepción de sus propios seguidores. Brahma Kumaris únicamente quiere ayudar a “realizar una transformación positiva en el mundo” mediante la meditación y el pensamiento positivo, pone en sus prospectos. Las clases de pensamiento positivo, cinco veces una hora, son gratis, pero de acuerdo con el prospecto los estudiantes y los profesores financian el centro de Brahma Kumaris “de forma voluntaria”.
El curso no costó nada, afirma el jefe de policía Wagenaar. También A. Rozema de Brahma Kumaris dice que la policía no hizo “nunca una donación”, pero añade seguidamente que “todas las donaciones son anónimas. No se da a conocer si alguien nos envía un giro.” Indirectamente sí que a la policía le ha costado dinero el pensamiento positivo: Wagenaar permitió que los guardias iban durante sus horas de servicio y los que no iban durante estas horas tenían “como recompensa” derecho a un día libre.
El comandante Mostert del cuerpo de Limburgo explica que dentro de la policía existe una corriente técnocrata. “Esta opta por el espray de autodefensa para mantener las emociones a distincia.” Eficacía es la palabra clave, pero también existe otra corriente de agentes que quiere una “comunicación cálida”, según Mostert.
La organización coordinadora, Instituto de Policía Neerlandés (NPI), del cual forma parte la Junta de Comisarios en Jefe, resulta ser el motor para esta corriente. Cuando S. Lammmers comenzó a trabajar como portavoz ya le llamaba la atención que “en la policía se estaba trabajando mucho con la espiritualidad”. El director de NPI, Daan van de Meeberg lo confirma gustosamente. Para los altos mandatarios de la policía él organizó reuniones sobre ‘espiritualidad y gestión’. Las cenas con conferenciantes, como H.J. Witteveen, el ex ministro de Finanzas y experto de sufismo, tienen mucho éxito. Van de Meeberg afirma: “Es que la policía está en el centro del desequilibrio en el belief-system.”
Durante unos momentos reina el silencio.
Entonces Van den Meeberg aclara que se trata de “valores, normas y ciencia”. Los guardias se encuentran con situaciones donde chocan los sistemas de valores y normas. “Por ejemplo, la sociedad multicultural, el sistema de normas y valores de los Marroquíes. Los policías se preguntan: ¿Cómo funcionan las cosas en este mundo?”
Deben atreverse a explorar “su interior”, cree Van den Meeberg. Él ya está esperando sus próximas vacaciones espirituales en el centro Findhorn, Escocia. “Tengo muchas ganas de hacer un silence week” (semana silenciosa).
¿Acaso es Nueva Era eso de silence week’? “Bueno, esta etiqueta de Nueva Era también lo asocian con muchas disparates. No quiero que nos consideren un simple como esos.”
Brahma Kumaris es especialmente popular entre policías.
[1] Nota del traductor: Ratelband es un charlatán holandés que imparte cursos esotéricos para empresas.