La Capital (Argentina), Laura Vilche, 8.04.2022
Si bien aún el Papa no dio respuesta a las 42 ex numerarias auxiliares del Opus Dei que denunciaron en el Vaticano «reclusión engañosa y explotación laboral», sí hubo reformas en la curia que no satisfacen a los integrantes de la Obra afincados en este país y en el resto del mundo.
Fuentes ligadas a las denunciantes, siete de ellas prestadoras de sus serviles labores sin paga en Rosario, sostienen que «la reorganización del organigrama de la Iglesia que deja al Opus fuera de la congregación de los obispos, es un golpe más tras la múltiple denuncia argentina: la gota que rebalsó el vaso».
De todos modos, las mujeres que demandaron siguen esperando no solo que el Opus les pida perdón sino reparación económica al momento de transitar su vejez y luego de haber trabajado años sin salarios ni aportes.
Los cambios vienen siendo como un terremoto en la Iglesia. Es que no solo Francisco no declaró obispo al prelado actual del Opus Dei, Fernando Ocáriz, sino que la organización católica más conservadora de la Iglesia renovó a sus autoridades por otras más jóvenes y debió sintetizarse al punto que se disolvió la sede rosarina. Y, encima, el 19 de marzo el Papa decidió que el Opus no reportará más a la Congregación de Obispos sino al Dicasterio del Clero, una medida que comenzará a regir en los primeros días de junio y que reubica a los laicos de sus huestes.
«Los jesuitas nunca han querido al Opus Dei», se defienden algunos integrantes de la Obra al referirse al actual Papa. Mientras que el propio Ocáriz dice que nada ha cambiado tras la reforma.
“Habréis tenido noticia de que el Papa Francisco ha aprobado esta mañana la Constitución Apostólica con la que se procede a una reorganización de la curia romana, por la que os invito a rezar. Entre las numerosas modificaciones, se establece que las prelaturas personales se encuadren en el Dicasterio del Clero. Cambia el interlocutor ordinario con la Santa Sede (muchos de los asuntos que la Prelatura trata habitualmente con la curia romana tienen relación con su presbiterio), pero no se modifica en nada la sustancia de la Prelatura del Opus Dei, formada por laicos y sacerdotes, mujeres y hombres, como se establece en los Estatutos que la Sede Apostólica dio a la Obra”, argumentó demanera poco convincente el hombre que es curiosamente prelado pero no obispo.
La noticia de que el Vaticano ha modificado los ministerios de la Ciudad-Estado, donde las congregaciones se convierten en dicasterios destinó un artículo especial al Opus. El 117 dice: «El Dicasterio tiene competencia sobre todo lo que toca a la Santa Sede acerca de las Prelaturas Personales”, o sea al Opus (el resto son prelaturas territoriales u obispados).
«Esto significa que el Opus pasa a ser una congregación común, ya sin obispo, implica que le saca la jurisdicción sobre su pueblo; es como si un obispo castrense ya no mandara sobre los militares. Entonces lo que haga el Opus ahora dependerá del obispo del lugar donde esté. Esto no significa automáticamente una intervención de los obispos pero sí pueden por el nuevo derecho canónico ordenarles alguna labor y el Opus deberá obedecer».
Un ejemplo. Frente a las denuncias de las ex auxiliares que trabajaron en Rosario el arzobispo de la ciudad no tenía mucho que decir porque todo estaba bajo orden del Prelado del Opus. Ahora no.
Hasta la actualidad la Prelatura Personal del Opus Dei está formada por alrededor de 93.400 personas, de las cuales unos 2.300 son sacerdotes y el resto, la mayoría, laicos.
Del total de fieles, aproximadamente el 57% son mujeres y el 43% hombres. La distribución por continentes es: África 4%, América 34%, Asia 4%, Europa 57%, Oceanía 1%. Argentina desde el año pasado integra la Región del Plata que la une a Uruguay, Paraguay y Bolivia, con sede en Buenos Aires.
¿Y las mujeres?
Pero además hay otra nueva circunstancia que afectará a los laicos y laicas del Opus. «Al no tener alguien que maneje el pueblo -explica la misma fuente- como en el dicasterio no hay clero femenino o mujeres curas, no podrán ya formar parte del Opus Dei las numerarias auxiliares ni numerarias. Lo mismo pasa con los casados o supernumerarios: como salvo los armenios no hay clérigos casados, esas figuras ya no pueden pertenecer más que a una asociación amiga del Opus pero no ya a la organización en sí. Entonces al Opus solo podrá integrarse por el clero y los numerarios con intenciones de ordenarse o seminaristas. Quienes no tengan intenciones de ordenarse, tampoco podrán técnicamente pertenecer al Opus. Es un cambio enorme y la grave denuncia sin dudas influyó «.
Ahora bien, ¿estos cambios implican algún recorte económico a esta organización?
«En principio no, porque todo su patrimonio lo manejan desde las sombras y siempre a través de asociaciones civiles sin fines de lucro», aseguró la misma fuente.