Canarias 7. Rosa Rodríguez, 8.01.2011
La profanación de cinco nichos en el cementerio de la Villa de Arico y el robo de los siete cuerpos que contenían tiene en vilo a la Isla, sobre todo tras difundirse que los restos óseos, alguno de casi un siglo, podrían estarse usando en rituales satánicos o de vudú. La Guardia Civil niega este extremo.
La Guardia Civil, a través de su gabinete de comunicación, ha vuelto a reiterar que no está investigando la desaparición de siete cuerpos del cementerio de la Villa de Arico. Pese a esto sí aseguran en el cuerpo armado, con seguridad, que «de rituales satánicos» o de vudú no hay «nada de nada». La Benemérita circunscribe lo sucedido en el municipio del sur de Tenerife a «actos vandálicos» y reitera que es la Policía Local quien está redactando el atestado.
Sin embargo, sí admiten que, «ante las informaciones que se estaban difundiendo», un agente de la Benemérita se ha personado en el municipio para corroborar «si es cierto que, como afirmaban las autoridades locales, se habían robado siete cuerpos». De las comprobaciones del agente lo único que confirma la Guardia Civil es que, efectivamente, han desaparecido los féretros que contenían los restos de siete personas.
Las afirmaciones de la Guardia Civil desmontan los argumentos de las autoridades locales, con su alcalde, el nacionalista Eladio Morales, a la cabeza, que desde el primer momento ligaron la profanación de los nichos y el robo de los cuerpos a grupos vinculados con sectas satánicas e incluso para practicar vudú.
La Guardia Civil niega con rotundidad el vínculo del suceso con el satanismo.