La Mañana (México), 27.01.2014

Alejandra pidió permiso a su madre para asistir a unas “pláticas de gnosis y clases para hacer pays”. Dos meses después, el 15 de septiembre de 2011, la joven cumplió 18 años. Tenía pocas semanas de haberse inscrito en la carrera de Ciencias Biológicas de la Universidad de Guadalajara. Lucía entusiasmada. No había nada extraño en ella.

La vida de Emma de Jesús Vera Soria, su madre, se nubló el 14 de octubre de ese mismo año, el mismo día de la inauguración de los Juegos Panamericanos. Alejandra le llamó a su teléfono celular: “Me iré a Coahuila a un curso de gnosis”. La joven inmediatamente colgó.

Emma llamó reiteradamente al teléfono de su hija, pero nunca contestó. Cinco días después tuvo noticias de ella: “Por mi propia voluntad tomé la decisión de quedarme a vivir en Coahuila, no regresaré”.

— ¿Cómo que ya no vas a regresar? –le inquirió.
— Ya tomé la decisión, aquí me voy a quedar.
— ¿En dónde estás?, ¿con quién estás?, ¿qué vas a hacer? Mañana tienes cita para el retiro de tus puntos (la chica estaba en proceso de recuperación de una cirugía de injerto óseo pues sufre raquitismo hipofosfatémico), me llamó la dentista para avisarme que tienes cita y no te ha podido localizar, Alejandra, no puedes dejar tus tratamientos, por tu salud.
— No hay problema, voy a estar bien.
— ¿Y la universidad?, ¿y tus clases de inglés?
— Ya no voy a ir, aquí me voy a quedar. Me vine por mi propia voluntad.

Centro de Capacitación Samael Aun Weor, calle 13 número 119, barrio 3, Minas de Barroterán, Coahuila. Alejandra vive ahora en esta dirección, centro de la secta Movimiento Gnóstico, acusada de trato de personas, violación, trabajos forzados y acoso sexual.

El viernes 28 de octubre, el padre de Alejandra y su madre viajaron a Coahuila para buscar a su hija. Llegaron al día siguiente a la sede del Movimiento Gnóstico. Le preguntaron a un vigilante sobre el paradero de la chica. El vigilante les pidió esperar una hora, bajo el argumento de que la joven estaba en una conferencia. Una hora después llegó una pareja, dos hombres, el portero y su hija. Los padres la abrazaron con euforia, ella los vio con fría indiferencia.

— ¿Cómo estás?
— Bien.
— ¿Cómo te ha ido?
— Pues bien.
— ¿Qué estabas haciendo?
— Estaba en una conferencia.
— Vamos a desayunar.
— No, yo ya tomé la decisión de venirme y no voy a salir. Aquí me voy a quedar, no voy a salir.
— ¡Venimos desde Guadalajara, necesitamos hablar contigo!
— Si no se van voy a llamar a seguridad.
— Tú dinos cuándo podemos venir a verte.
— Nunca, ya les dije que aquí me voy a quedar.

La madre de Alejandra interpuso una denuncia ante la agencia 28/C del Ministerio Público, consignada con el acta ministerial 913/2011. El agente Leonardo Oliva le respondió: “Ella es mayor de edad por lo que es difícil que algo se pueda hacer”.

¿Quién fue Samael Aun Weor? El típico líder de una secta radical y peligrosa. Este colombiano (1917-1977) fundó el Movimiento Gnóstico, un grupo que mezcla creencias esotéricas con cristianismo. Se presentó como la reencarnación de Samael, “El Genio de Marte”, de Buda y de Kaiki, de la Nueva Era de Acuario. Predijo en varias ocasiones el fin del mundo. Aseguró que en 1999, después de la “Tercera Guerra Mundial”, “nuestro planeta estará muy cargado de radioactividad” y “todo lo que actualmente existe dejará de existir”. En Youtube pueden escucharse esta y más de sus apocalípticas profecías.
El Centro de Capacitación Samael Aun Weor, ubicado en Minas de Barroterán, Coahuila, está acusado de trabajos forzados y trata de personas. Personas que fueron explotadas en ese lugar conformaron el sitio Afectados por el Movimiento Gnóstico. “Trabajábamos día y noche para construir en el monasterio ‘ayuda por la humanidad’ aunque nunca ninguna de las ganancias se ocupó para ayudar a los pobres o necesitados”.

“La explotación era al máximo, las damas igual sufren una gran explotación, otras acoso y algunas violación del profe Florentino (Florentino Martínez Contreras, actual líder de la secta), la comida es poca, y hasta algunos de los pobres niños son explotados. Los encargados de cada área son déspotas”, escribe Miguel Francisco Hernández Hernández, en el sitio http://afectadosmovgnosticoac.es.tl
Mediante carteles, volantes y la web, el Movimiento Gnóstico engancha a sus víctimas con supuestas “charlas culturales” de cábala, magia, numerología, estudio de los ovnis, yoga, astrología y meditación. Como ocurre con la mayoría de las sectas, los miembros se adentran lentamente, hasta que, mediante finas técnicas de manipulación psicológica, entregan su vida al culto.

En internet hay más páginas de víctimas afectadas por el Movimiento Gnóstico, no sólo en México, sino en otros países de Latinoamérica. http://victimasectas.com y http://afectadosmovgnosticoac.es.tl son las principales.

Emma de Jesús Vera Soria no ha podido recuperar a su hija. Es un caso más de cómo los mexicanos estamos solos ante los abusos de las sectas. La justicia carece de instrumentos efectivos para luchar contra la perversa maquinaria de manipulación de los cultos y la Secretaría de Gobernación permite el funcionamiento de cuantos grupos de abuso pueda concebir la imaginación.

Bajo las promesas de inmortalidad, “dejar de sufrir” y una vida mejor, las sectas desbaratan sueños, familias y voluntades. Ante sus garras depredadoras no queda más antídoto que denunciarlas: los espíritus más oscuros se derriten ante la luz.