El Sol (Argentina), 23.09.2015

El argumento –la defensa– de Analía Schwartz es simple: los nenes mienten. Ella, con más de 20 años de experiencia en instituciones públicas y privadas, sería incapaz de la peor perversión. La justicia de Mar del Plata, sin embargo, no coincide y la acusa de nueve casos de abuso sexual infantil y seis de corrupción de menores. Las víctimas tenían al momento de los hechos entre tres y cinco años y concurrían a los jardines donde Schwartz enseñaba música.

El jueves, la jueza de Garantías Lucrecia Bustos dictó la sentencia que elevó a juicio la causa que tiene a la maestra de música imputada de 15 delitos. Dos de los casos ocurrieron entre marzo y diciembre de 2012 en el jardín de infantes «Maminas» del Instituto Alejandro Fleming y el resto entre marzo y septiembre de 2013 en el jardín del colegio Gianelli.

Según consignó Tiempo Argentino, en su resolución, la jueza expresó que «no entiende cómo 40 personas se pueden complotar de tal manera para contaminar a 40 chicos y para inventar a semejante hecho». Además apuntó que «un chico puede tener contradicciones lógicamente, pero no deja de sorprender que a los cuatro años hablen de contenido sexual tan explícito, por lo que evidentemente algo pasa».

La acusación, a cargo del fiscal Fernando Castro, llegó luego de un trabajo minucioso de 22 meses que incluyó el análisis de 60 denuncias –que significó 60 declaraciones de niños en cámara gesell–, 120 testimoniales de los padres, y declaraciones de personal docente y no docente de las instituciones, como porteros, empleados de maestranza y hasta proveedores de los bufés escolares.

De acuerdo a los relatos de los chicos, en clase Schwartz, de 39 años, les bajaba los pantalones y les tocaba la cola y los genitales. Además, según las denuncias, la mujer penetraba con los dedos a sus alumnos y luego les pedía que le manosearan los pechos y que también la penetraran a ella.

«La posibilidad del juicio es un alivio, pero al mismo tiempo es terrible porque remueve una situación por demás dolorosa», opinó el abogado querellante Cristian Prada, quien representa a once de las familias damnificadas.

En dialogo con el portal de noticias Qué digital, el abogado consideró que «desde el momento en el que los peritos oficiales, no de parte, hablaron de la acreditación de los abusos la causa tuvo una solidez importante».

«Es una situación terrible para las familias porque hoy en día los chicos sufren las consecuencias, están con tratamiento pero no es fácil», concluyó.

Por su parte, la defensora de la docente, Patricia Perelló, adelantó que va a apelar la decisión aunque consideró que «si Analía va a juicio será una gran oportunidad para sacarles las caretas a todos.

Es importante dejar en claro que no me asusta un juicio oral porque allí se escenifica todo lo ocurrido, algo totalmente distinto a lo que pasa cuando se escriben historias en un papel», señaló la defensora y agregó que «quiero que quede bien en claro que mintieron los peritos y todo lo que hicieron en este proceso. Y todo eso va a salir en el juicio.»

Durante la instrucción, la abogada había sido apercibida por la Justicia de Garantías luego de haber divulgado en un diario de Mar del Plata el contenido de las declaraciones de algunos de los menores en cámara gesell.

Una vez que trascendió la noticia sobre la elevación a juicio contra Schwartz, algunos docentes que la apoyan organizarían para el próximo 24 de septiembre una marcha por las calles de la ciudad, en repudio a la decisión.

El drama comenzó a revelarse el 7 de septiembre de 2013 cuando 13 familias se presentaron en la Comisaría de la Mujer para denunciar a la maestra de música del Colegio Gianelli. Según los padres, sus hijos habían sido abusados durante las clases.

Dos días después, no hubo clases en el Gianelli. Padres, alumnos y ex alumnos se concentraron en la puerta del colegio, cortaron la calle y quemaron gomas. Después de algunos disturbios el abogado del colegio anunció que Schwart sería removida de su cargo, al igual que la directora del jardín de infantes.

Al estallar el caso, más familias se acercaron a la comisaría y denunciaron los métodos de la maestra. De acuerdo al testimonio de los chicos, eran obligados a participar del «juego del cocodrilo», que consistía en dejarse bajar los pantalones para ser tocados.

El 25 de agosto de 2014, el fiscal Castro formuló la acusación por seis casos de corrupción de menores y nueve de abuso sexual, que esta semana convalidó la jueza.

La gnosis

Durante su declaración judicial, y ante una pregunta del fiscal Castro, Schwartz negó ser practicante  de La Gnosis, una controversial creencia en la que algunos de sus adeptos buscan en el sexo «el camino de la salvación». En ese momento, la docente aseguró que no sabía de qué se trataba y aseguró que era «apostólica romana». Sin embargo, se comprobó luego que su padre era un referente de La Gnosis en la zona de Mar del Plata.

Otros hechos similares

El caso de Analía Schwartz tiene muchas similitudes con el de Fernando Melo Pacheco, un ex profesor de Educación Física del colegio Nuestra Señora del Camino, también de Mar del Plata, que sufrió idénticas acusaciones años atrás y que resultó absuelto en todas las instancias judiciales. «Me comuniqué con él –reconoció la maestra imputada durante una entrevista con el diario La Capital–. Me dijo que tenía que estar segura de lo que decía y que tarde o temprano pasa, y me contó los procedimientos judiciales.»

El 27 de marzo de 2006, Melo Pacheco fue absuelto de 39 abusos sexuales contra sus alumnos de jardín de infantes en un juicio que resultó polémico.

Fabián Pecollo no tuvo la misma suerte: en diciembre de 2010 fue condenado a 30 años de prisión por abusar sexualmente de siete niños en perjuicio de niños que estudiaban en el colegio «Raíces y Alas», de Merlo.

El tribunal dio por válidos cinco de los siete casos presentados por los querellantes más dos de los 18 hechos de corrupción de menores, a partir de las pruebas aportadas, especialmente por la cámara Gesell realizada con los menores abusados.