La Voz (Argentina), 4.07.2019

La liberación del psicólogo Marcelo Bazán, líder de la organización Dolto, sospechada de formar una red de captación de personas a través de métodos ilegales, causó “sorpresa” y “temor” en los expacientes que denunciaron al profesional. Su libertad, bajo fianza, fue dispuesta en las últimas horas por el fiscal de instrucción de la ciudad de Alta Gracia, Diego Fernández, según indicó el abogado de Bazán, Jorge Sánchez Del Bianco.

Fernández lo investiga por los supuestos delitos de extorsión, de amenazas y de abuso de armas, por los que también hay otros imputados. Uno a uno, todos ya recuperaron la libertad.

Bazán había sido detenido el 3 de agosto del año pasado luego de una denuncia presentada por los exsocios de un paciente. Según se presume, y de acuerdo con algunos datos de las respectivas denuncias, la organización liderada por Bazán habría intentado apoderarse de bienes con la participación de “sicarios”.

Uno de los abogados del profesional, Sánchez Del Bianco, explicó a La Voz que la libertad de su cliente tiene varias restricciones.

“No puede salir del país ni de la provincia; debe presentarse dos veces al mes en Tribunales, y tiene prohibido acercarse a los denunciantes”, señaló el letrado, a cargo de la defensa junto con el abogado Ricardo Moreno.

Consultado sobre si Bazán, ahora en libertad, puede volver a ejercer su profesión, respondió que la matrícula no tiene ningún impedimento judicial.

Del Bianco dijo que, al momento de la liberación, su cliente manifestó la voluntad de que se investigaran a fondo las sospechas sobre la organización, para demostrar su inocencia.

Preocupación

Pese a las restricciones que se le impusieron a Bazán, Pablo Salum, colaborador de víctimas y familiares de organizaciones coercitivas, que motorizó esta denuncia contra él y que además trabaja en la redacción de una ley específica sobre sectas (inexistente en la legislación argentina), dijo que los expacientes del psicólogo están atemorizados.

“No lo pueden creer. Temen por sus vidas y no quieren salir de sus casas”, señaló.

Salum expresó que el miedo es extensivo a los familiares de las personas que fueron pacientes del líder de Dolto y que luego lo denunciaron. “Con Bazán libre, todos están en peligro”, advirtió.

Tal es el terror –dijo Salum– que algunos de los denunciantes pretendían levantar la causa judicial.

Limbo judicial

El caso contra Bazán y su organización tiene dos patas.

Por un lado, el expediente a cargo del fiscal de Alta Gracia, Fernández, en el que varios imputados, entre ellos Bazán, están acusados de los delitos de amenazas, de coacción y de abuso de armas; la causa continúa en etapa de investigación y todos los acusados ya están libres.

Por el otro, la organización Dolto está en la lupa de la Justicia federal al aguardo de que la Cámara de Apelaciones resuelva sobre la existencia o no del delito de trata de personas.

Es que una parte de la causa, que se inició por otros delitos en el fuero provincial, ante la sospecha del delito de trata de personas, se giró a la órbita federal.

La fiscalía a cargo de Graciela López de Filoñuk había sugerido la existencia de trata de personas, pero para el juez federal N° 3, Miguel Hugo Vaca Narvaja, la organización no incurrió en ese delito.

Tras la apelación de López de Filoñuk, el caso es analizado por la Cámara Federal de Apelaciones, que finalmente resolverá este conflicto.

“El único que tiene dudas respecto de si existió o no el delito de trata de personas es Vaca Narvaja. Para las demás instancias judiciales, existió este delito”, se quejó Salum.

En la resolución firmada a fines del año pasado, el juez Vaca Narvaja instó a que se investigara la comisión de al menos otro siete delitos: coacción, amenaza, privación de la libertad, lesiones, estafa, abuso sexual y suministro de estupefacientes. En todos los casos se trata de hechos que tendrían que ser investigados por la Justicia provincial, pero su progreso depende de lo que resuelva la Cámara Federal de Apelaciones.

Ayer La Voz intentó en reiteradas ocasiones comunicarse con el fiscal Fernández, para consultarle sobre el avance de la investigación contra Bazán, pero no fue posible establecer el contacto.

Las sospechas: una causa compleja

Bazán figura como el principal acusado en esta trama.
De acuerdo con la investigación que inició el año pasado la fiscal Patricia Baulies (Río Segundo) y que hoy comanda el fiscal de Alta Gracia Diego Fernández, Bazán habría montado, a través de las franquicias de la fundación Dolto, especializadas en la salud mental (psicología, psiquiatría y hasta nutrición), un sistema de reclutamiento de víctimas a las que coercionaba psicológicamente para perjudicarlas en lo económico. La causa tiene seis imputados.