AGENCIAS – El País, Beijing – 17/08/2001

Cuatro responsables del suicidio colectivo que tuvo lugar el pasado mes de enero en Beijing en nombre de las consignas de la secta de Falun Gong, han sido condenados por un tribunal chino a entre siete años de cárcel y cadena perpetua, según la agencia de noticias China News.

Los cuatro seguidores del grupo neobudista han sido condenados por homicidio intencionado por incitar a otros adeptos a suicidarse en la plaza de Tiananmen. Cinco personas, entre ellas tres mujeres y una niña de 12 años, se prendieron fuego a lo bonzo en la plaza de Tiananmen, frente al Gran Palacio del Pueblo, sede de la Asamblea Nacional Popular, y oficialmente la institución más poderosa del país.

 

Según el Tribunal Popular Intermedio número uno de Pekín, los cuatro «organizaron, planearon, instigaron y asistieron a otros seguidores de Falun Gong» a suicidarse, coincidiendo con el inicio del Año Nuevo Chino, el 23 de enero.

Panfletos para animar al suicidio

Liu Yunfang, el seguidor «que imprimió los panfletos para animar a los seguidores a cometer el suicidio», ha sido condenado a cadena perpetua, y confiscados sus derechos políticos de por vida, mientras Wang Jindong, quien acompañó a Liu a Pekín «para preparar su auto-destrucción», pasará 15 años en la cárcel.

 

Otros dos organizadores, Xue Hongjun y Liu Xiuqin, fueron condenados a 10 y 7 años de prisión respectivamente, agregó la agencia de prensa oficial, según la cual hoy todavía se anunciarán nuevos veredictos.

 

La secta se define como una amalgama de principios budistas y taoistas, pero el Gobierno chino considera a Falun Gong una «secta satánica», por lo que ilegalizó el movimiento en julio de 1999, e inició una fuerte campaña de represión, durante la cual han muerto ya más de 200 seguidores y decenas de miles de adeptos han sido internados en campos de educación por el trabajo, según fuentes de la organización.

Su gurú, Li Hpngzhi, se considera así mismo una reencarnación de Buda y vive escondido en Estados Unidos.