Le Point, 28.09.2006
La etiqueta se pega a la piel. En 1999, el informe parlamentario «Las sectas y el dinero» clasificó a la Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz (AMORC) entre su listado de sectas. Esta organización esotérica era incluso citada en las referencias a la Orden del Templo Solar (OTS). En abril de 2005, la Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (MIVILUDES) mencionaba a la organización juvenil de AMORC, los Portadores de la Antorcha.
¿Ha habido algún error en tal decisión de ser incluida en su listado de sectas? Su Gran Maestre, Serge Touissaint ha publicado el libro «Sectes sur ordonnance», en la que se opone a las «mentiras, confusiones y amalgamas». Lo curioso es que el libro está prologado por Janine Tavernier, que presidió desde 1993 hasta 2001 la UNADFI, la principal asociación de lucha contra las sectas en Francia. Este ex activista -de quien no puede sospecharse conveniencia alguna para con el grupo- dice que la AMORC fue «agraviada»: «bastaba con que un comité parlamentario, o más bien unos pocos miembros de la comisión, añadieran el nombre de AMORC al índice del informe para el estigma se convirtiera en una condena pública».
La AMORC, que reclama 20.000 miembros en Francia(10.000 menos que antes de los cargos), ha recibido numerosas cartas de parlamentarios atestiguando que jamás tuvieron conocimiento de ninguna queja con respecto a AMORC. Incluso Jacques Guyard, el diputado que presidió la comisión sobre «Las sectas y el dinero» escribió: «espero que su rehabilitación se confirme y atestigüe su estatuto de asociación legalmente constituida y su interés en la libertad del pensamiento de sus miembros». Y es que separar de la picota es más complejo que poner a un grupo en ella …