BLANCA CIA, – Barcelona – 23/02/1996
Primero ante una juez y luego, ante los periodistas, el médico Vicente Herrera defendió la utilización del llamado método Hamer, que él denominó «nueva medicina». Herrera declaró ayer en calidad de inculpado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona por la denuncia que presentó la familia de la pintora Helena Lumbreras, que falleció en agosto pasado a causa de un cáncer. Herrera trató a la enferma, que falleció a mes y medio de abandonar, arrepentida de haberla seguido, la terapia de Hamer.
Vicente Herrera, que se encuentra expedientado por el Colegio de Médicos de Barcelona, declaró a la juez que empezó a tratar a la enferma en abril de 1995 y, según su testimonio, lo hizo a requerimiento de un equipo de Málaga que ya había diagnosticado a la paciente. De acuerdo con su versión, lo que hizo fue dar «soporte psicológico» a la enferma, que había abandonado ya las sesiones de quimioterapia y el tratamiento farmacológico de calmantes y morfina. Helena Lumbreras sufría un cáncer de mama con metástasis.
Herrera manifestó que había conocido a Hamer personalmente en noviembre de 1995 y que sabía de su inhabilitación para la práctica de la medicina, aunque no de la investigación, «que continúa», según puntualizó.
El inculpado se refirió al método como una «medicina psicosorriática que ha descubierto una exacta correlación cerebral» con la enfermedad y añadió que se basa en cinco leyes. La primera es la «ley de hierro contra el cáncer, que expresa que todo cáncer o enfermedad es el resultado del impacto intenso, dramático y vivido en soledad».
Herrera explicó las fases del citado método, en una de las cuales, la que denominó «conflictólisis», se produce una supuesta fase de reparación de la enfermedad. Dijo ante la juez que él no es quien cura el cáncer, «sino que lo hace el propio paciente».
Cuatro sesiones
En otro momento de su testimonio, Vicente Herrera negó que los médicos que siguen el método Hamer constituyan una secta. Negó asimismo que hubiera obligado a la. paciente a abandonar la medicina convencional. Ése es uno de los puntos que sostienen los denunciantes, el marido y las dos hijas de la enferma, que también denunciaron a Herrera porque, según ellos, apartó a la mujer de su familia mientras duraron las sesiones. Herrera precisó que fueron cuatro, con unos honorarios totales de 20.000 pesetas.Al preguntársele si indicó a la paciente que no hiciera caso de su familia, el médico se refirió a una supuesta situación de conflicto familiar y admitió que sugirió al marido de la fallecida «que no fuera por casa durante dos meses».
También negó haber calificado a los facultativos que ejercen la medicina convencional y al hospital Clínico de Barcelona -donde fue tratada la enferma y luego falleció de «escuadrones de la muerte». Herrera indicó que está escribiendo un libro títulado Entender a Hamer.