La Conca (España), Joan López y Josep Ardila, 9.06.2017
La asociación Seminario del Pueblo de Dios tendrá que abandonar el santuario de la Sierra de Montblanc. Esta entidad privada de fieles residía y gestionaba el monasterio desde que marcharon las monjas clarisas en 2008. Ahora, el Arzobispado de Barcelona, después de una larga investigación que empezó en 2014, ha decidido disolver la asociación, según se puede leer al decreto 11/17 publicado en el Boletín del Arzobispado del mes de abril, donde no se detallan los motivos por los cuales se toma esta decisión.
Se trata de una medida drástica y poco habitual que llega motivada por una decisión directa tomada en Roma, en la Santa Sede, después que los obispos catalanes intentaran reconducir la situación. El Seminario del Pueblo de Dios, una entidad formada actualmente por poco más de 80 miembros, tiene presencia a cuatro de las diócesis catalanas: Vic, Tarragona, el Urgell y Barcelona, además de Bilbao y Colombia. Según sus estatutos «los miembros internos son célibes y hacen vida en común en comunidades masculinas o femeninas según el sexo». La disolución, avalada por los obispos de las varias diócesis, ha sido tomada después de un largo periodo de investigaciones.
Según varias fuentes consultadas por laconcadiari.cat y Radio Montblanc, los motivos que han llevado a suprimir la asociación son estrictamente teológicos. La Iglesia catalana ha analizado a fondo la doctrina impartida al Seminario del Pueblo de Dios y la han considerado incompatible con la doctrina católica. Esta incompatibilidad, según aseguran, viene determinada por una interpretación de la fe que implica una tergiversación de la afectividad entre hombre y mujer marcada por la negación del pecado en prácticas sexuales que la Iglesia entiende como desordenadas y que topan con la tradición católica. Estas prácticas se harían para acercarse hacia un supuesto estado místico y las habrían ejercido algunos miembros referentes de esta comunidad, consentidas y entre adultos. Todo ello derivaba al gnosticismo, una doctrina filosófica y religiosa de los inicios de la Iglesia que mezcla creencias judías y orientales con las cristianas y que se dividió en varias sectas que decían que tenían un conocimiento misterioso y esotérico de la fe. Esta filosofía era común entre los miembros internos del Seminario del Pueblo de Dios, pero no habría transcendido a responsables de la Iglesia, hasta que se abrieron las investigaciones.
Si bien no se puede concretar que estas prácticas hayan tenido lugar al santuario de la Sierra de Montblanc, desde hace unas semanas los hombres que formaban parte de la comunidad ya no duermen, a pesar de que continúan haciendo vida allí. En este sentido, el padre Pere Fibla, cura del santuario de la Sierra, ha explicado en declaraciones a laconcadiari.cat y Radio Montblanc que «la disolución no tiene nada que ver» con el hecho que la comunidad sea mixta, sino que «el Arzobispo de Barcelona, como responsable de la asociación, ha considerado que no era necesaria la tarea de formación cristiana».
El Arzobispado de Tarragona mantiene miembros de la entidad disuelta en Montblanc
Una vez disuelta la entidad, según resalta el decreto, sus miembros tendrán que volver los edificios que ocupan a los respectivos arzobispados y abandonar la comunidad. Esta situación, hoy por hoy, no se contempla en Montblanc, puesto que el Arzobispado de Tarragona mantendrá parte de sus miembros al monasterio: el padre Pere Fibla continuará siendo el rector del santuario y de los otros municipios de la Conca de Barberà donde ejerce de cura. Las mujeres que vivían, por otro lado, «se quedan al santuario en título personal para continuar haciendo las tareas de oración y acogida de las personas, al cuidado del monasterio y el santuario», según ha explicado el Arzobispado de Tarragona y segundos ha confirmado el mismo Pere Fibla. Esta situación no se daría en el resto de arzobispados catalanes, donde los miembros del Seminario del Pueblo de Dios no se mantendrán en ninguna de las instalaciones. La gestión del santuario de la Sierra, sin embargo, pasará en manos de la Fundación Santa Maria de Siurana, según el Arzobispado. Una información que, de momento, no ha confirmado la misma fundación, que se dedica a la gestión de casas de colonias y esparcimientos, entre otros.
El padre Pere Fibla ha ratificado este hecho: «El arzobispo quiere que haga este servicio pastoral al santuario y que continúe como cura de la Sierra. Viviré a la vicaría de Solivella y las cuatro mujeres que viven actualmente en el monasterio serán las encargadas de las tareas de cuidado». Padre Pere también apunta que «el santuario dejará de ser un lugar de formación por devenir un centro de acogida y evangelización», y destaca que «se potenciarán las visitas al santuario y la hostería del monasterio». Además, ha añadido: «aunque cambien algunas circunstancias, las personas que continuamos trabajando por el santuario y monasterio lo haremos con toda la ilusión para que la Sierra sea siempre la joya de Montblanc y la casa de la madre que acoge todo el mundo».
Los estatutos de la entidad disuelta, por otro lado, recogen que uno de los principales objetivos era, precisamente, la enseñanza de la doctrina católica, y es el que ahora la Iglesia ha visto incompatible con su manera de transmitirla. De hecho, hace meses que en Montblanc no se llevan a cabo formaciones, como se había hecho anteriormente. La entidad, además, tenía su propio seminario de formación de sacerdotes, del cual habrían salido una docena de curas.
A pesar de que no se descarta que se abra una investigación penal canónica, se considera que la mayoría de miembros del Seminario del Pueblo de Dios no habrían actuado de mala fe sino empujados por esta doctrina sectaria. Si la investigación determina que hay algún delito de tipo civil, las autoridades eclesiásticas lo pondrían en conocimiento de la justicia ordinaria inmediatamente. Otro elemento que llama la atención de esta asociación es que sus estatutos recogen que «los miembros internos ponen en común todos los bienes materiales, y los externos, también, de acuerdo con sus posibilidades». Este hecho evidenciaría que el Seminario del Pueblo de Dios se hubiera podido hacer con la propiedad de bienes amueblas e inmuebles de sus miembros.
En el ámbito económico, por otro lado, la entidad arrastraría algunas deudas. En el caso de Montblanc, el Arzobispado de Tarragona ha confirmado que «de las deudas, se hará cargo la Asociación de los Amigos de la Sierra, con la ayuda del Arzobispado de Tarragona, con las aportaciones que hacen los fieles en sus visitas al santuario y monasterio y con el trabajo de las personas que quedan allá». Padre Pere, por su parte, ha asegurado que «la situación económica del Monasterio de la Sierra no ha sido nunca vinculada con el Seminario del Pueblo de Dios» y añade que «no hay ningún endeudamiento de la comunidad de Montblanc». «Las personas que vivimos al Monasterio hemos administrado la gestión económica con la ayuda del Arzobispado, de las aportaciones personales y subvenciones, con el fin de mantener el edificio y restaurarlo. Se continuará haciendo como hasta ahora con la ayuda de todos y con la colaboración de la Fundación Santa Maria de Siurana», ha asegurado. La Parroquia de Santa Maria de Montblanc ha subscrito el decreto y ha lamentado la situación, pensando en el Santuario y la Parroquia, y esperan que se resuelva de la manera más adecuada.
¿Qué era el Seminario del Pueblo de Dios?
El Seminario del Pueblo de Dios es una asociación privada de fieles que empieza a funcionar en 1969 de la mano de Francesc Casanovas y el presbítero Vicenç M. Farré. Casanovas y Lourdes Campi son los fundadores y desde el año 2002 Campe era la presidenta. Los estatutos del Seminario del Pueblo de Dios fueron aprobados y asumidos por las diócesis de Barcelona, Vic, el Urgell, Lleida, Tarragona, Bilbao, Segorb-Castelló, Colonia (Alemania) y Valledupar (Colombia) en 1977.