La Vanguardia (España),Víctor Amela, 21.06.2023

‘Woman by Vivancos’ Aarón Vivancos es uno de los cuarenta hermanos Vivancos, de los que una decena se dedican al teatro, la música, la danza, el circo… Aarón es el segundo de los cinco hijos que María, una de las mujeres de Pedro Vivancos, tuvo con aquel hombre prolífico. Los Vivancos han trabajado mucho juntos en grandes espectáculos musicales levantando pasiones (sobre todo entre el publico femenino), y ahora Aarón Vivancos ha decidido presentar su personalísimo montaje Woman by Aarón Vivancos. Más que un musical (en el Teatro Poliorama, Barcelona, hasta el domingo 25 de junio), un homenaje a la mujer que ambiciona que sea transformador en el ánimo de los espectadores. Las siete bailarinas en escena son monumentales, mujeres arrolladoras en arte y belleza.Suele actuar con sus hermanos… Naama, Aarón, Gog, Arkano y Sagrida, de mayor a menor. Pero no ahora: monto mi espectáculo.

¿Woman?

Busco que la mujer se vea reflejada.

¿Y sus hermanos? Andan montando otro espectáculo.

Tienen ustedes fama de guapos.

Ejercito mi cuerpo cinco horas diarias.

¿Sí?

Abdominales, flexiones, sentadillas: cincuenta en series de tres. No ingiero azúcares. Bebo solo agua. Y tengo buena genética: mi padre tuvo cuarenta hijos.

¿Cuarenta? Se ha equivocado.

No, no: ¡mi padre tuvo cuarenta hijos!

¿Cómo es posible eso? Pedro Vivancos tuvo ocho mujeres.

¡Ocho mujeres! ¿A la vez?

Paulatinamente… y todos vivían juntos.

¿Un harén?

Una familia, una unidad de amor. Para mi padre, la unión familiar era lo principal.

¿Y las ocho fueron madres?

Un promedio de cinco hijos cada una.

¿En qué años? Desde principios de los años setenta hasta finales de los ochenta. En España era imposible y se alejaron a un rincón remoto de Canadá, allá en las montañas Rocosas.

¿Usted también?

Me crié allí, en Quantico School, escuela que montaron mis padres para educarnos.

¿No había celos entre ocho mujeres?

Supieron superar la pareja tradicional, recorrer juntos un camino de desarrollo humano único, armónico, unidos. Admirable. La pareja convencional no suele promover el crecimiento de sus dos miembros. Lo primordial es crecer uno mismo.

¿Qué valores les impartieron?

El valor de la unidad. Y el de no movernos por estándares. Y ser siempre niños.

¿Y en qué áreas de conocimiento? Música, ballet, flamenco, artes, teatro, circo, gimnasia deportiva, artes marciales… Mi padre era un hombre muy formado, erudito, viajado, campeón de artes marciales en Japón y Corea: karate, judo, tae-kwondo… Y un hombre muy fértil. Con María, mi madre, nos tuvo a Elías, Judá, Josuá, Cristo, Israel, Josué y yo, Aarón: tenemos entre 47 años y mis 41 años.

Y nombres bíblicos.

Mi padre fue un intenso estudioso de la Biblia.

¿Vive su padre?

Murió siendo yo todavía un adolescente, a causa de un tumor cerebral.

¿Y qué hicieron sus mujeres e hijos?

Nos volvimos a España y varios hermanos completamos nuestra formación en el Institut del Teatre, en Barcelona.

¿Siguen ustedes unidos?

La vida ha ido dispersándonos por el mundo: algunos viven en Estados Unidos, en Australia… Pero seguimos en contacto.

¿Cuándo empezaron a actuar como grupo Los Vivancos?

Hace ya 17 años: debutamos en Israel, y ya hemos representado cuatro obras en setenta países y en trescientas ciudades.

¿Cuántas personas les han visto?

Miles de personas en salas y muchos millones en televisión: en el 2009, en China, televisamos nuestro espectáculo en Año Nuevo, y en Estados Unidos actuamos en Dancing with stars…

¿Qué cuenta ahora en Woman?

Es una danza narrativa, una reflexión sobre la esencia femenina, un recorrido por los momentos de la vida de toda mujer.

¿Quién se sube al escenario?

Son siete bailarinas. Y una actriz, Guadalupe Lancho. Y yo mismo. ¿Y qué veré? Baile flamenco con mucha fuerza y taconeo. Y proyecciones 3D en gran formato. ¡Verá un gran dibujo escénico! Y también la alta costura elegante de Alvarno.

¿Qué diría su señor padre?

Era un sabio. Y un erudito. Me diría que despliegue mi arte en favor de la salud y la conciencia de la gente. Y eso hago.

¿Salud y conciencia?

Sí, yo busco que la psique del espectador se transforme en un salto de conciencia.

¿Experimenta usted algo así?

Bailo y olvido tiempo y espacio, ingreso en un estado de paz y de verdad, un presente absoluto sin juicios, sin pensamientos.

¿Cuál ha sido el mejor piropo recibido?

Una mujer egipcia me dijo hace poco: “No entiendo el castellano, pero lo que he sentido es hondo, emocionante, he llorado”.

¿Qué sueños tiene usted hoy?

Estoy montando un talent center en Madrid: bailo para transmitir conocimiento. ¿Y piensa en su padre? Mucho… Me inspira aún su vida en la verdad, en su anhelo de conocimiento, en su espiritualidad… De poco ¡sacaba mucho!