El Diario (España), Raúl Rejón, 12.01.2017
En relación con la información aparecida en eldiario.es el pasado 4 de enero de 2017 bajo el titular «La ONG que junta toxicómanos y refugiados es heredera de El Patriarca y creció al calor de las privatización», Asociación Dianova España quiere expresar sus discrepancias ante algunas afirmaciones aparecidas en este medio, siendo a nuestro entender una información que precisa de importantes aclaraciones en aras del interés informativo y del de los lectores de su medio por lo que ejercitamos nuestro derecho de rectificación el cual avalan los siguientes datos:
Las personas acogidas al programa de protección internacional son solicitantes y beneficiarias de protección internacional, non tienen aún concedido el estatus de refugiados.
No se han «juntado» como dice el texto los proyectos de refugiados (sic) y de drogodependientes en las mismas instalaciones sino que ambos grupos tienen su propio espacio diferenciado y apenas coinciden en los espacios comunes.
Dianova cuenta en sus centros de Ambite con dos equipos profesionales funcionales independientes altamente cualificados y con experiencia tanto en protección internacional como en el tratamiento de adicciones de personas drogodependientes los cuales prestan una atención especializada y de calidad a todas las personas beneficiarias.
No es cierto que exista consumo de drogas en los centros y mucho menos que haya tráfico de estupefacientes. El personal del centro se encargad de velar porque estas situaciones no se produzcan y no hay constancia de que hayan tenido lugar.
No se puede generalizar que los refugiados (sic) se hayan quejado de vivir peleas por el consumo de drogas a partir de las quejas expresadas por unos pocos usuarios. La mayoría de personas usuarias no se han quejado jamás en este sentido. Ninguna persona del programa de adicciones ha planteado queja alguna.
Dianova no es ninguna «heredera directa» de El Patriarca. Un grupo de personas se alejaron radicalmente de aquella institución e iniciaron un camino de ayuda social muy diferente hace más de 30 años, perfectamente legal desde 1982 como indica la propia información de eldiario.es.
Dianova dice que no traslada fuera de su centro a personas beneficiarias cuando se produce una inspección
En relación con la información aparecida en eldiario.es el pasado 5 de enero de 2017 bajo el titular «Cuando vino el Ministerio se llevaron a los toxicómano en autobuses», Asociación Dianova España quiere mostrar su absoluta discrepancia, siendo a nuestro entender una información con numerosos errores por lo que aquí ejercitamos nuestro derecho de rectificación el cual avalan los siguientes datos:
Las personas acogidas al programa de protección internacional son solicitantes y beneficiarias de protección internacional, non tienen aún concedido el estatus de refugiados.
Dianova cuenta en sus centros de Ambite con dos equipos profesionales funcionales independientes altamente cualificados y con experiencia tanto en protección internacional como en el tratamiento de adicciones de personas drogodependientes los cuales prestan una atención especializada y de calidad a todas las personas beneficiarias.
Es falso que las personas del programa de ayuda humanitaria y las personas con problemas de adicción y de drogodependencia convivan y sean atendidos de forma simultánea; las personas usuarias están separadas y tienen una atención individualizada. De la misma manera, es falso que compartan comedor ya que tienen horarios diferenciados en todas las comidas.
Las personas beneficiarias de los distintos programas de Dianova han tenido a su disposición las instalaciones e infraestructura necesarias para su estancia en el centro de Ambite.
No se puede generalizar que las personas beneficiarias de los distintos programas hayan sufrido «conflictos» o «episodios de tensión» a partir de las quejas expresadas por unos pocos usuarios. La mayoría de personas usuarias no se han quejado jamás en este sentido.
Es rotundamente falso que haya habido dos personas los fines de semana para atender a todas las personas beneficiarias de los servicios. Igualmente, se está faltando a la verdad al afirmar que las personas con problemas de adicción y de drogodependencia «hicieran las veces de pinches de cocina». Se han cumplido estrictamente las ratios de trabajadores exigidos por el ministerio.
No es cierto que Dianova haya utilizado «personas inmigrantes como mano de obra sin contrato por una cantidad irrisoria para realizar unas obras de ampliación».
De ninguna manera es cierto que desde Dianova se traslade fuera del centro a personas beneficiarias de otros programas cuando se produce una inspección del Ministerio.