El País (España), Leonor García, 13.09.1995
«Rabiaba de dolor, me sentía muy cansada, casi no podía respirar y me estaba quedando paralítica, pero ellos me decían que aguantara, que cuanto más me doliera mejor, porque era señal de que me estaba curando». Concepción C., de 42 años, enferma de cáncer de mama, vivió un verdadero calvario durante los tres meses que fue tratada por Fermín Moriano Marcos, médico colegiado en Málaga y enrolado en las tesis de Hamer. Los vídeos de los programas realizados en La 2 al médico alemán están sirviendo para reclutar pacientes, sin que TVE se pronuncie todavía al respecto
En Málaga, los seguidores de Hamer, un médico alemán inhabilitado para el ejercicio de la profesión en Alemania y perseguido por la justicia austriaca, siguen utilizando el vídeo de los dos programas emitidos, sin contraste alguno, por La 2 como propaganda del método. Televisión Española todavía no ha tomado una decisión al respecto. Sus responsables sólo dijeron ayer que «existe una investigación en marcha» y que no tenían «nada que decir».A instancias del doctor Moriano, Concepción C. suspendió en enero pasado el tratamiento prescrito en el Servicio de Oncología del hospital Clínico de Málaga que mantenía controlada su enferme ad. A finales de marzo «casi no podía caminar y no resistía el dolor», así que decidió abandonar la terapia de Hamer y volver a la medicina tradicional. Tuvo que repetir las sesiones de radioterapia para frenar el avance del cáncer en los huesos, pero no logró recuperarse de las lesiones causadas durante esos tres meses en su columna.
«Me siento engañada por estos médicos que actúan con una crueldad y una negligencia increíbles. Encima, cuando les enseñé una radiografía par a que vieran el daño que me había hecho su terapia en los huesos, me dijeron que era porque no me había valorizado», afirma Conchi. Según las teorías del médico alemán, la angustia que se desencadena cuando se diagnostica un tumor provoca a su vez otros cánceres: el miedo a la muerte provoca cáncer de pulmón, el temor a que los hijos queden desprotegidos, de hígado, y la desvalorización personal, de huesos. «Cuando te dicen que tienes esta enfermedad, siempre aparecen esos tres sentimientos, con lo cual ellos nunca se equivocan, nunca pierden», explica.
Dolor redentor
Los hamerianos se oponen a la tratamiento con quimioterapia, radioterapia, e incluso a los analgésicos, porque -dicen- bloquean al cerebro, que es el responsable de ordenar el repliegue de las células cancerosas. Por eso María José H. (18 años) y María del Carmen Expósito (40) no querían la morfina ni la terapia de la medicina convencional, porque esperaban que el dolor las salvase. Pero el sufrimiento no les sirvió para nada. Las dos murieron hace unos meses.
El caso de María José fue el más sangrante. Desahuciada por la medicina tradicional, se puso en manos de Moriano para que la curara del cáncer de ovarios que padecía. Ante el avance de la enfermedad, complicada con una obstrucción intestinal, fue ingresada en el hospital Clínico de Málaga. Allí, una terapeuta alemana de nombre llsen y sus propios padres bloqueaban permanente mente el tratamiento paliativo con analgésicos con la convicción de que el dolor le devolvería la salud. Una situación que generó fuertes conflictos con el equipo médico que atendía a la joven y que obligaba a una negociación casi diaria con la familia para a la hora de suministrarle algún analgésico. Pero el dolor fue inútil. Falleció hace menos de un año. La muerte de María José fue atribuida por los padres y los hamerianos a Jos oncólogos, porque con la morfina habían bloqueado el proceso de curación.
María del Carmen Expósito también conoció en sus carnes el método Hamer. El cáncer de mama que padecía la tenía postrada en la cama, pero sin embargo Moriano le hizo una recomendación muy específica a su marido, José Dávila: que hiciera más el amor con la enferma. Oliva Dávila Expósito, su, hija, relata que el sufrimiento de María del Carmen no fue sólo físico. «En una visita domiciliaria que le hizo Moriano a mi madre le dijo que todo lo que tenía era miedo, que no estaba enferma, que tenía que perder ese miedo y quitarse de una vez la máscara de oxígeno, sin la que prácticamente no podía respirar. Aquello fue una tortura psicológica para ella. Parecía que le habían puesto una venda en los ojos». Moriano le recetaba jalea real y unos frascos pequeñitos que valían unas 6.000 pesetas y que apenas duraban una semana. Además, le hizo interrumpir la quimioterapia. Murió en mayo.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha presentado una demanda. contra Hamer por ejercicio ilegal de la profesión, tras haber atendido en Málaga a la niña austríaca Olivia Pilhar, enferma de cáncer de *riñón. Pero al SAS no le consta que Moriano tenga una clínica en la capital en la que periódicamente Hamer imparte conferencias, ni que muchos desahuciados pagan entre 18.000 y 24.000 pesetas para que estos médicos alternativos les digan que tienen hasta un 80% de posibilidades de sobrevivir.
Críticas a la 2
El doctor Emilio Alba, miembro del equipo de Oncología del hospital Clínico de Málaga, es rotundo a la hora de dar su opinión sobre la medicina hameriana: «Al afirmar que dolor es sinónimo de curación se hace sufrir a mucha gente inútilmente porque se la induce a interrumpir los tratamientos tradicionales que aumentan las posibilidades de vida o que alivian los dolores. Pero a esta situación ha contribuido La 2 con el programa en el que difundió las tesis de Hamer, una irresponsabilidad si se tiene en cuenta que la gente se cree mucho lo que se dice por televisión».»Todas esas teorías son falsas», insiste Alba, «los médicos de esta corriente lo único que hacen es traficar con la última esperanza».
Varios pacientes de Moriano o sus familiares han confirmado que el vídeo del programa Preguntas y respuestas de La 2 -en el que Hamer difunde sus tesis sin contrastar- es distribuido en las conferencias que dos veces al año da el ex médico alemán en Málaga y a las que suele asistir un centenar de personas.
El Colegio Médico de Málaga prevé analizar la situación de Moriano -que está colegiado y no puede ser acusado de intrusismo- en la comisión deontológica que debe reunirse a finales de este mes.
Entre los adeptos a la terapia hameriana en Málaga se encuentra un médico de apellido Villarubia Orellana, que ha realizado visitas domiciliarias junto a Moriano, y una terapeuta alemana llamada Ilsen, que posee un gimnasio junto a la consulta de aquél. En los últimos meses, este equipo ha ampliado su campo de trabajo al asma y al autismo, y utiliza, además del programa de La 2, el boca a boca para ganar adeptos.