Diario Vasco (España), Ohian Vitoria, 28.97.2012
Positivismo y ganas de ser feliz. Aires limpios y nula negatividad. Eso es lo que se palpa nada más cruzar la entrada del Palacio Miramar de Donostia. Durante la próxima semana cerca de 35 puestos ambientarán la decimonovena edición del salón del esoterismo, donde predominan los puestos que se ciñen a la lectura de la mano, así como las videntes que tratan de adivinar lo que acontecerá en el futuro.
Desde el punto de vista del sacerdote hindú Krishna Kripa Dasa, esta práctica cada vez cuenta con mayor repercusión social, motivado, sobre todo, por los duros momentos económicos. «La época que estamos viviendo tiene una repercusión directa en la forma de actuar de los humanos. Estos tiempos nos deshabilitan tanto físicamente como mentalmente, y afloran el miedo y la inseguridad, porque nuestra conciencia está dormida», recalca.
En este contexto, el sacerdote incide en que se necesita un cambio que atraiga la energía del Universo, para salir de esta forma de la crisis y obtener la prosperidad. «Quieras o no, estas etapas acaban afectando, y nosotros estamos aquí para aportar un granito de arena», manifiesta Kripa Dasa.
Es por ello que mucha gente se acerca a la feria con el propósito de ahuyentar las malas energías y dar un giro de 180 grados a su situación actual. Así, el número de visitas ha aumentado considerablemente respecto a ediciones anteriores; este año el salón esotérico congregará alrededor de 8.000 personas desde ayer hasta el próximo domingo.
Según Krishna Kripa Dasa, las personas acuden a las terapias naturales «a buscar un refugio para aliviar el desequilibrio físico y emocional causado por la crisis». Tal es la incertidumbre, que uno de los puestos más populares suele ser el de sacar las cartas, debido a «la inquietud de los pacientes de saber qué futuro les depara».
En la misma línea, una de las organizadoras del evento, Catalina Madaria, ensalza la variedad de visitantes que reúne el salón del esoterismo desde hace varios años. «Hay personas que son asiduas a venir todos los años. Aunque verano tras verano cada vez se suma más gente nueva a curiosear y a adentrarse en el complejo, pero apasionante, mundo del esoterismo», apuntilla.
Además, Madaria reconoce que el perfil del público no se asemeja nada al de antaño, ya que a día de hoy es muy heterogéneo. «En las primeras ediciones solo venían personas mayores y aproximadamente el 80% eran mujeres. Ahora, en cambio, es patente la presencia de chicas jóvenes, de hombres y también de parejas», considera satisfecha.
Por otro lado, Antonio Sampedro, el traductor y compañero de viaje de los monjes budistas del Tíbet durante su gira europea, opina que estos eventos son «un punto de encuentro» para budistas, hinduistas y demás creyentes. Asimismo, cree que todo el que acude a la feria sale con «buenas sensaciones» y con la percepción de que dentro de su cuerpo ha cambiado algo. «Supone un trampolín para las personas que necesitan ayuda y es beneficioso tanto para ellos como para nosotros. Enriquece mucho», subraya con certeza.
A quienes menosprecian estas prácticas, Sampedro les manda un claro mensaje: «No ofrecemos magia, prometemos una lógica correcta para cambiar nuestra forma de pensar y construir el día a día de una forma más sólida. En ese sentido, las enseñanzas del Buda son un buen antídoto». No obstante, hace hincapié en la mentalidad abierta de la gente por secundar religiones tan lejanas, como el budismo o el hinduismo, y resalta los óptimos resultados cosechados.
Entre las actividades que se prolongarán hasta el 5 de agosto, merecen especial mención las conferencias de la canadiense Marilyn Rossner y del peruano Sixto Paz. La primera realizará sus encuentros hoy, a partir de las 18.00 horas, y el martes. Por su parte, la hora de Sixto Paz llegará el próximo sábado y el domingo, día 5.