El Mundo, Eva Belmonte, 22.11.2011

Más de 1.300 correos electrónicos al director de la Fundació Universitat de Girona y el apoyo unánime de las decenas de blogs dedicados a salvaguardar la ciencia de «charlatanerías baratas» han podido con un postgrado en la Universitat de Girona titulado ‘Salud y armonía del hábitat’: 120 horas de clase, 30 plazas, a 1.175 euros por barba.

El orígen de la existosa protesta ‘online’ está en Milán (Italia), dondeAlberto Fernández Sierra, Ingeniero Electrónico y estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones, finaliza su segunda carrera. Como estudiante de la Universitat de Girona (UdG), recibió un correo en el que le invitaban a matricularse en el postgrado y con él llegó la indignación: «A veces se han colado otros cursos que en algún punto incluían alguna tontería, pero todo el temario de este postgrado es aberrante».

En un post en su blog, denunció lo que considera un compendio de «palabrería barata». Así, el postgrado, dirigido a arquitectos, ingenieron, interioristas y constructores, incluye en su temario conceptos como la radiestesia (Según el DRAE: «Sensibilidad especial para captar ciertas radiaciones, utilizada por los zahoríes para descubrir manantiales subterráneos, venas metalíferas…») y la influencia de las energías electromagnéticas en el ser humano.

En 24 horas, más de 1.000 personas firmaron, a través de la plataformaActuable, una carta en la que se denuncia la falta de rigor científico de las disciplinas que componen el postgrado, que «nunca han sido demostradas», en palabras de Fernández.

El pasado lunes, un nuevo cartel en la página que anuncia el postgrado daba por cerrada la matrícula, aunque el curso no estaba programado hasta enero de 2012. Ese mismo día, la UdG anunciaba -mediante un mail a Fernández al que ha tenido acceso ELMUNDO.es- que el postgrado se había anulado por los «ataques indiscriminados» a la UdG y «para evitar la polémica». Pero, eso sí, avalan los contenidos del temario.

El ‘fengshui’ y la ‘geometría sagrada’, escondidos

Las razones de la suspensión no satisfacen al escéptico ingeniero, que denuncia además que el centro ha ido cambiando el programa en su web para esconder términos polémicos como ‘fengshui’, ‘conciencia global holística’, ‘telurismo’, ‘la flor de la vida y el color’ o ‘geometría sagrada’. Para demostrarlo, ha colgado en su blog los ‘pantallazos’ de las primeras versiones.

El arquitecto Gabriel Barbeta, coordinador del postgrado, considera esta campaña un «ataque con tono amenazador» e, incluso, «incitador a la violencia», en declaraciones al Diari de Girona. Además, amenaza con emprender acciones legales contra Alberto Fernández. Éste, por su parte, asegura que no ha recibido ninguna denuncia.

Además de las miles de personas que han saturado el correo de Joan Saurina, director de la Fundación Universitat de Girona, la campaña ha recibido el apoyo de la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC), que critica la presencia de ciertas disciplinas «disfrazadas de ciencia» en los currículos académicos.

Además, la asociación añade que la campaña no es un ataque a la libertad de expresión, ya que «hay muchos lugares y foros en los que se promueven actividades o conocimientos que no han demostrado su efectividad ni tienen investigación rigurosa o permiten el análisis crítico y desde la razón; pero la universidad no debe ser su casa, y menos implicarse en su popularización y promoción». O, en palabras de Alberto Fernández: «No se trata de un cursillo que se imparte en un centro cívico, sino un postgrado que se imparte entre las cuatro paredes de una universidad, mi universidad».