M. BAYÓN / S. POZZI – El País, Madrid / Bruselas – 26/02/2000

La secta Energía Universal y Humana, desmantelada por la policía esta semana en Cataluña, es considerada peligrosa por el Parlamento belga desde 1995. El motivo de esta calificación es la práctica ilegal de la medicina -aseguran curar el cáncer y el sida mediante una imposición de manos de su líder-. Una acusación similar a la formulada por la policía española, que además les imputa estafa y asociación ilícita. Los siete dirigentes de la secta detenidos han quedado en libertad, pero se les mantienen los cargos. En España, la secta dispone de unos 9.000 adeptos.

La proliferación de sectas es un fenómeno en auge en España. Conciente de ello, el Congreso de los Diputados aprobó el año pasado por unanimidad la creación de un observatorio encargado de vigilar los movimientos de estos grupos. Pese a este mandato parlamentario, dicho organismo sigue sin constituirse. «Fue mandato expreso y clarísimo, y expreso y clarísimo es el incumplimiento», dice Carles Campuzano, de CiU, que impulsó la proposición. «Lo tremendo de todo esto son las víctimas», afirma Campuzano. «Nadie de la Administración hace nada por ellos, y necesitan apoyo psicológico. El vacío legal es palpable. Falta un seguimiento por parte de los poderes públicos, faltan datos para iniciar actuaciones policiales o judiciales. E incluso funcionarios públicos muestran a menudo su desconcierto a la hora de saber si deben o no subvencionar tal o cual asociación».Este vacío ha facilitado los movimientos de grupos como Energía Universal, que opera en Barcelona, Tarragona y Girona, y que llegó a construir un refugio para sobrevivir a un anunciado fin del mundo, que iba a llegar el 11 de agosto.

El principal encausado en Cataluña es un estadounidense de origen vietnamita, Curtis Cao. La facción belga la dirige otro vietnamita que residió en EE UU, Luong Minh Dang, el cual -según la organización Asesoramiento e Información sobre Sectas, asociación privada que ayuda a las víctimas de estos grupos y a sus familias- opera ahora en Zaragoza. Tanto la facción de Curtis como la de Dang prometen curar el cáncer, el sida o «la homosexualidad» mediante imposición de manos e ingestión de hierbas. La formación de adeptos requiere seis niveles, que, según la policía, obligan a fuertes desembolsos y entrega de joyas, vehículos e incluso animales al guru. El Ministerio de Justicia belga, en cuya lista de sectas peligrosas figura este grupo -cuyo origen no es coreano, como se indicó erróneamente ayer-, señala que los cursillistas «reciben diplomas sin examen alguno».

«Tenemos información sobre esa secta desde hace unos siete años», dice María Rosa Boladeras, presidenta de AIS. «Sabemos que en Bélgica está acusada no sólo de practicar ilegalmente la medicina, sino de delitos financieros. Últimamente funcionan en España bajo otros nombres: el grupo de Tarragona, como Zen Larga Vida; el de Zaragoza, como Yoga Espiritual. Sólodirecta, e incluso investigan la infiltración en las empresas, aquí el Gobierno no hace nada», dice Boladeras. «El Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia es incompletísimo y aberrante, porque no sirve para ningún control  en 1999 recibimos 58 llamadas de víctimas del grupo de Cataluña y 17 del de Aragón».

AIS denuncia «el vacío legal» que existe en España sobre las sectas. «Mientras en Bélgica, Francia o Alemania los gobiernos toman carta de esos grupos. Por ejemplo, los carteles callejeros de sectas no suelen llevar ni pie de imprenta. Pero nadie hace nada. Y, si eso sucede en los detalles, ¿qué decir sobre las víctimas?».