Levante EMV (España), Claudio Moreno, 15.10.2024

El domingo ocurrieron algunos milagros en el Palau de Les Arts, ninguno relacionado con la ópera. Unas plantas más arriba, en el Auditorio del edificio diseñado por Calatrava, más de 1000 personas se dieron cita en un evento consagrado a la sanación de sus asistentes mediante una suerte de ritual homeopático.

El acto lo organizó el Centro de Ayuda Cristiano. Este grupo con medio centenar de centros en España –cuatro en València– ha sido vinculado a la evangélica Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), cuyo líder ha defendido que las mujeres no deberían ir a la universidad. Se llama Edir Macedo, es el pastor de referencia de Bolsonaro, tiene siete millones de fieles en Brasil y fue la estrella invitada en el culto que el Centro de Ayuda Cristiano celebró el febrero de 2023 en el Palacio de Vistalegre.

Aquí en València, los ascensores panorámicos del Palau subieron atestados de grupos y familias latinoamericanas con ánimo de festival. Dentro les esperaba una escenografía austera. Un altar decorado con un ramo de flores blancas, dos sillas y un órgano orillado a la derecha. “El Día D” –nombre del acto: la D es de decisión– comenzó a las 18.05 con ambientación musical y el “obispo” Joaquim Fernandes como maestro de una ceremonia dividida en dos mitades: la curativa y la normativa.

“Este auditorio puede ser un lugar de música, pero hoy es la casa de Dios”, introdujo Fernandes. “Cierra los ojos y pon la mano en tu corazón”, pidió en un diálogo a tres bandas con sus fieles y su Señor: “No importa tu situación, tu religión, tu clase social, si tú crees que Dios está aquí entonces él va a hacer en tu vida aquello que el doctor, los profesionales, los médicos o los especialistas no han podido hacer por ti. Mi Señor, extiende tus manos para sanar a aquel que está enfermo, para sanar ese cáncer, ese tumor. Atienda a la oración”, continuó elevando el tono.

“Si tienes una enfermedad pon tus manos sobre ella. Vamos a orar por tu salud. Cierra tus ojos con fe –siguió el predicador–. Dolores constantes de cabeza, enfermedad en la sangre, en los huesos. En el nombre del señor Jesús será curada. Sea libre de esa inflamación, de ese dolor de garganta, de esa faringitis crónica. La enfermedad va a salir. No porque yo lo digo, mas porque escrito está. Ese problema en la columna, en la cadera; sea sanado ahora”. Y terminó con un verso entrecortado: “Mi Dios… ahora… por mi fe… yo ordeno… toda enfermedad… todo dolor… va a salir de mi cuerpo… ¡Ahora… en el nombre de Jesús!. ¡¡Sssssu!!”.

Los asistentes se llevaron la mano a la cabeza e hicieron el gesto de arrancarse un mal. Entonces tomaron la palabra. Desde la platea, Richard dijo que arrastraba un dolor en el talón del pie derecho y había desaparecido. Delante una mujer dijo que antes no podía levantar el brazo y ahora sí. Otra reveló que su dolencia en el cuello se había desvanecido y una tercera dijo haberse curado de la rodilla. Najwa aseguró haber acudido al auditorio con un cocktel de dolores de columna, cabeza y pecho; nada de eso notaba ya. Y el testimonio más impresionante lo ofreció una señora con sordera: “Tenía este dolor hace mucho y no escuchaba, ahorita escucho perfectamente”, dijo. “¿Usted no escuchaba?”, preguntó el obispo. “No, de un lado no”. “¿Usted era sorda?”, se cercioró Fernandes. “Sí”. “¿Y ahora?”. “¡Ahora escucho perfectamente, más claro que nunca!”. “¡¡Amén!!”, contestó el líder entre el fervor de la multitud.

El obispo pasó por encima del carrusel de sanaciones y redirigió sus plegarias hacia las “enfermedades del alma”, sobre todo la depresión. Habló de angustias, suicidios y la reparadora palabra de Dios. Luego llamó a una mujer, Susana, que contó cómo había dejado atrás 20 años de alcoholismo –perdió el trabajo y a punto estuvo de perder la familia, aseguró– gracias al Centro de Ayuda Cristiano que montaron debajo de su casa. “Yo al pastor le decía que Dios no existía y que él robaba el dinero de la gente, pero un día me levanté por la mañana totalmente destrozada y con muchas ganas de llorar. Me arrodillé, me pregunté qué había pasado, salí corriendo y le di un abrazo a mi esposo”. Tuvo una epifanía sanadora.

La segunda mitad del evento de hora y media fue menos heterodoxa. Se habló en términos de virtud y autocontrol. De querer ser mejores siguiendo el camino de Dios. Hubo algún alivio cómico, la gente se dio la paz y siguió un tramo musical con baladas de pop cristiano cantadas épicamente a coro. Después el obispo explicó que se va a abrir un nuevo centro en Sagunto y claro, las donaciones eran bienvenidas. Varios jóvenes se cuadraron en mitad de las escaleras y los pasillos con bolsas de terciopelo color vino abiertas a la generosidad de la grey. La iglesia se ha modernizado y el Centro de Ayuda Cristiano también recoge donativos a través de transferencia, paypal y bizum.

Casi al final del ceremonia intervino un pastor auxiliar para decir que a la salida se entregarían frasquitos vacíos. Los fieles deberán llevarlos este domingo a su centro más cercano. Allí serán rellenados con aceite y los adeptos tendrán que ungir su cabeza cada mañana mientras hacen una oración presentando su vida a Dios. “Antes de que termine este año cosas grandes van a acontecer en su vida espiritual, su familia y su salud”, anticipó el pastor.

Salud, dinero y amor

En España no hay un listado oficial de sectas, pero los expertos en la materia consideran de manera consensuada que el Centro de Ayuda Cristiano, pese a estar inscrito en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia, es efectivamente una secta religiosa. “Es considerada como tal porque bajo una apariencia de tipo evangélico, lo que se encuentra es un grupo con alto control sobre sus seguidores que consigue quedarse con su dinero y apropiarse de sus vidas”, señala Luís Santamaría del Río, investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas.

Santamaría del Río cuenta que el Centro Cristiano capta a sus acólitos entre la población más vulnerable –el 99% migrante– que inicialmente se sienten acogida por la comunidad. “Recurren a la triada clásica de salud, dinero y amor. Utilizan recursos de cultos muy emocionales, donde los testimonios y supuestos milagros hacen vencer las barreras críticas del racionamiento de las personas, que se entregan a lo que parece ser la solución mágica a sus problemas”. Y añade: “Miden al milímetro los tiempos, el volumen, la modulación de la voz, la música o el momento de pedir el dinero dentro de una coreografía de marketing”.

En cuanto a su vinculación con Macedo, el teólogo sostiene que este culto es en realidad la sucursal en España de Iglesia Universal del Reino de Dios, pero que habría permanecido escondido tras diversos nombres –Oración Fuerte al Espíritu Santo, Templo del Espíritu Santo, Familia Unida, Centro de Ayuda– en una estrategia camaleónica para desvincularse de puertas hacia fuera. Desde el Centro de Ayuda Cristiano han descartado esta tesis en diferentes apariciones en medios.

Control a varios niveles

“Yo he tenido ocasión de trabajar con personas que han entrado en el Centro de Ayuda Cristiano”. El psicólogo clínico y forense Miguel Perlado es una eminencia en la materia. Lleva 30 años tratando con miembros, exmiembros de sectas y familiares. Además ha montado una asociación de profesionales que se dedican a las sectas. Y hace 10 años puso en marcha los encuentros nacionales sobre sectas alrededor de toda la geografía para sensibilizar y hacer red entre las personas que quedan dañadas por estas prácticas. Perlado no tiene duda: el Centro de Ayuda Cristiano es la misma iglesia de Macedo y supone un peligro por varias razones.

Por un lado, la IURD carece de reconocimiento. La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) rechazó en 1995 su integración, negando que pueda considerarse una entidad evangélica; algo que ya hizo la Alianza Portuguesa en 1992 y que la propia Ferede reiteró en 2021 durante su 64ª asamblea plenaria. No ayuda que su fundador esté investigado en diferentes países y haya pasado por la cárcel por presunta estafa, aunque enseguida salió absuelto. Edir Macedo ha levantado un imperio económico y su Iglesia ha irradiado por toda Latinoamérica y más de 25 ciudades españolas.

Por otro lado, el Centro de Ayuda Cristano –dice Perlado– ejerce mecanismos de control a varios niveles. Controla el pensamiento con la idea de que Satanás siempre está por detrás y que es necesario adecuarse a los cánones de la Iglesia: veneración al líder, no cuestionamiento de sus prácticas y endogamia con miembros del centro porque solo dentro se puede encontrar la purificación. Controla los comportamientos diarios como la vestimenta o el habla. E incluso controla las emociones teledirigiendo qué sientes, cómo te ves a ti mismo y qué puede darte la Iglesia.

El diezmo: la única salvación

“Los exmiembros con los que he trabajado apuntan siempre a lo mismo: un empobrecimiento de sus vidas y un sometimiento progresivo. El diablo siempre al acecho. Lejos de fomentar una vivencia de la espiritualidad que promueva la autonomía, lo que he observado es que ese tipo de adherencia ciega impide que las personas se cuestionen qué está pasando dentro de un funcionamiento claramente piramidal”, explica Perlado. “El trabajo con ellos muestra daños en su autoestima, su identidad, sus relaciones y su fe. También en la economía, por supuesto, porque muchos lo dieron prácticamente todo por la Iglesia, donde hay un énfasis continuado en la aportación de dinero. El tema no es que deban pagar un diezmo, sino el modo en que se instrumentaliza ese pago como vía única de salvación”, agrega.