El Heraldo (Colombia), 5.06.2012
Después de varios años de rumores y denuncias que no prosperaron, dos videos desataron un escándalo al interior de la iglesia Ministerio Apostólico y Profético Salem, que dirige en Pasto, Nariño, el pastor Álvaro Gámez Torres.
Las imágenes lo muestran manteniendo relaciones sexuales con jóvenes que asistían a su iglesia, mientras se escuchan cánticos de los oficios religiosos. El denunciado les decía a sus víctimas —especialmente menores de edad— que de esa manera podían salvarse y ganarse un lugar en el cielo.
Varias de las cinco mil seguidoras de Gámez en la capital nariñense fueron objeto de abusos, con el mismo argumento, informó el diario El Espectador con base en testimonios de una de las afectadas.
La joven dijo que el pastor, valiéndose del respeto que le tenían, sometía y convertía en “esclavas sexuales” a diversas mujeres.
De acuerdo con la denuncia que ante la Fiscalía presentó Héctor Navarro, presidente de la Red de Apoyo a Víctimas de Sectas, Gámez Torres habría cometido actos similares en Uruguay y Argentina.
El diario capitalino dijo que el pastor denunciado, según dijeron integrantes de su congregación, viajó a Chicago, Estados Unidos, hace poco.
Quejas como estas fueron rechazadas, anteriormente, por la congregación sometida que las tildaba de alucinaciones. Fue esa “devoción ciega” la que le permitió a Gámez sus prácticas sexuales, que eran permitidas por mujeres muy cercanas a él.
De esta manera se acercaba a las jóvenes “con el fin de que satisficieran sus deseos sexuales (…). Primero, y después de orar, les daba lo que llamaba ‘Ministraciones’, que eran besos en la boca. Luego, las mujeres que le ayudaban les decían a las víctimas que lo que Gámez había hecho estaba bien y, en medio de versículos bíblicos interpretados a su acomodo, les hacían creer que lo hecho estaba aprobado por Dios”, dicen los denunciantes.