SIPSE (México), Alida Martínez, 19.08.2012

Debido a las lagunas jurídicas dentro de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público de laSecretaría de Gobernación(Segob), es posible que en el mercado de la fe se permita la apertura de centros de culto del cual viven «ministros» o «pastores» que no cuentan con una preparación seria, pero se convierten en maestros de la persuasión, que sólo buscan lucrar con la necesidad de creencia de gran parte de la población.

Según datos de la  Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Segob enQuintana Roo, lo que comprende la zona norte se aglomera el 60% de la gran diversidad de agrupaciones religiosas tanto las que están reguladas como las que se «acobijan» por organizaciones religiosas que cuentan con los permisos.

Para crear una Asociación Religiosa (A.R.) la Segob exige que se dé aviso a la instancia federal para poder operar en un lapso de cinco años podría pedir su regularización si cuenta con la documentación requerida, pero en ese lapso de tiempo puede crearse una orden de culto de algunos «pastores» que con afán de lucro defrauden a sus adeptos, los cuales pueden desaparecer si no hay denuncias ante las autoridades judiciales y volver a organizarse en otros lugares.

En base al reglamento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, la instancia municipal, en este caso, la Dirección de Gobierno municipal de Solidaridad, mediante la Coordinación de Asuntos Religiosos sólo tiene competencia de vigilar que los grupos de culto respeten el reglamento y que entreguen la documentación requerida; así se establece en el artículo 25 de dicho reglamento.

Esto no permite a la instancia municipal y/o estatal, ejercer sanciones si hay denuncias de feligreses en contra de una asociación o agrupación, sólo procedería si los delitos son tipificados, por lo que debería intervenir el poder judicial municipal o estatal, pero debería haber una denuncia asentada por los agraviados.

Ante este «cielo de oportunidades» muchos de los que usan la fe como un negocio pueden aprovecharse de crear un culto, que en realidad permitiría acciones ilícitas como el lavado de dinero, trata de personas o simplemente el robo de bienes a los feligreses, ya que el castigo provendría (no de manera inmediata), pues entraría en un proceso de investigación para determinar el castigo y en su caso la Segob retiraría el registro de culto.

Por su parte, el párroco católico, Pedro Pablo Guajardo Pérez, evalúo que las iglesias «patito» se crean por esa necesidad de fe que tiene la población que radica en el municipio, pues hay un vacío espiritual por parte de los creyentes.

En lo que respecta a la profesionalización de los ministros de culto, explicó, que en México hay una carencia palpable en el rubro, debido a que son pocas las órdenes religiosas que otorgan una formación académica y teológica a los representantes eclesiásticos.

Dijo que es muy factible que cualquier persona que se diga predicador de la «palabra divina» «catequice» a su manera al sector de la población más vulnerable que es la de escasos recursos.

«Hay hambre de Dios en el pueblo mexicano, por esto proliferan pastores «patitos» que buscan vivir a costa de los feligreses», expresó.

Aclaró que se debe distinguir que los «líderes espirituales» que atentan contra la población son aquellos que obligan la entrega de un diezmo o contribución a la iglesia  y comienzan a separar a los creyentes del entorno social, esto para evitar que su mercado cautivo lo abandone, esto deriva en la creación de sectas.

Un ejemplo es de cómo inicia una nueva orden de culto es la humilde  palapa ubicada en la calle Primera Sur, denominada La iglesia de Dios Santuario Monte Sinai, la cual se creó hace dos años, comenzó con siete feligreses y ahora cuenta con 60, esta agrupación tiene el permiso para poder rendir culto y es cobijada por la Iglesia Evangélica Pentecostés A.R. «La Hermosa» localizada en Yucatán.

El pastor Pablo Mendoza, proveniente de Chiapas, relató que «Dios» lo encomendó a divulgar su palabra.

Recordó que sufrió del problema de alcoholismo pero recibió ayuda por el grupo religioso al que pertenece y «comprendió que tenía la misión de guiar a sus hermanos para que sigan el buen camino».

Ahora con el «boom» del fin del mundo se debe tener cuidado con el comportamiento de las sectas o grupos religiosos.