El País Digital (Uruguay), 11.07.2012
Un grupo de argentinos promueve en Uruguay una ley antisectas por la cual se aumenten los controles sobre esos colectivos. Esperan ser recibidos hoy por el presidente José Mujica y también por legisladores.
En Argentina, la problemática de las sectas ha sido en los últimos meses objeto de gran debate luego de que en mayo, en una actividad en la Feria del Libro de Buenos Aires, fuera «escrachado» el guía espiritual Claudio María Domínguez, a quien acusaron de estar vinculado a uno de esos grupos.
En Uruguay, el tema también ha estado en el tapete en los últimos días luego de que el programa Santo y Seña de Canal 4 denunciara la actividad de la secta Ho Li Tao.
El líder de ese grupo, su esposa y otra mujer (los tres psicólogos) fueron procesados con prisión hace diez días por la jueza de Maldonado, Adriana Navarro, quien encontró las pruebas suficientes para concluir que esclavizaron, abusaron y estafaron a las personas que llegaban a Ho Li Tao bajo la promesa de encontrar la libertad en sus vidas.
«Uruguay tiene el mismo problema que Argentina, porque las sectas destructivas están trabajando en la frontera incluso, con trata de personas», dijo a El País Pablo Salum, el joven argentino que encabezó el «escrache» a Domínguez.
Salum, quien hace 18 años perdió contacto con su madre y hermanos luego de que estos se vincularan a una secta, se encuentra en Montevideo para promover en Uruguay el proyecto de ley antisectas que impulsa en su país.
La iniciativa apunta a que el Estado ejerza controles sobre los grupos sectarios teniendo un registro de sus actividades, controlando sus ingresos y también realizando campañas de prevención.
«La Justicia uruguaya tiene un montón de puntos negros donde no hay legislación y lo más importante es que no se pena como delito la coerción psicológica», dijo Salum.
Agregó que la iniciativa «está basada en argumentos muy claros» desarrollados por expertos argentinos y españoles y también en la legislación vigente en Francia desde 2001.
Salum espera ser recibido esta tarde por el presidente José Mujica en la Torre Ejecutiva. Ayer cursó el pedido de entrevista y en las primeras horas de la presente jornada le confirmarán si el mandatario lo recibe en audiencia.
ASIMISMO, SALUM ESTÁ REALIZANDO GESTIONES PARA REUNIRSE CON LEGISLADORES QUE QUIERAN INTERIORIZARSE SOBRE EL PROYECTO QUE IMPULSA EL GRUPO QUE ÉL LIDERA, CUYO SITIO WEB ESWWW.LEYANTISECTAS.COM.
Salum advirtió que en Argentina la problemática de las sectas es realmente preocupante. «En el norte argentino hay sectas que funcionan en comunidades cerradas y el Estado no tiene registro de los niños que nacen allí porque están en cautiverio. Esos chicos son utilizados como esclavos sexuales o son traficados», dijo.
Junto a Salum está en Montevideo Cristina Márquez, una uruguaya que reside en Buenos Aires. Perdió contacto con su hija cuando ésta ingresó a una secta, hace ya 20 años.
Márquez explicó a El País que «la intención es controlar las sectas para que no actúen con la impunidad con la que se mueven actualmente».