Estrella Digital (España), Nazaret Marcos, 9.08.2013

En la madrugada del 9 de agosto de 1969 los seguidores de la secta fundada por Charles Manson, conocidos como ‘La Familia’, asaltaron la mansión de Cielo Drive 10050 y asesinaron a cinco personas, entre ellas a Sharon Tate, de 26 años y esposa del cineasta Roman Polanski. Al día siguiente de la masacre, la secta entró en la casa del empresario Leno LaBianca y su mujer Rosemary y perpetró otro brutal crimen al acabar con la vida de ambos.

Tate estaba embarazada de ocho meses cuando que recibió 16 puñaladas antes de ser colgada del techo. Junto a la actriz se encontraban el famoso peluquero Jay Sebring, la heredera de una compañía cafetera Abigail Folger y el productor Voytek Frykowski, quienes fueron maniatados y posteriormente acuchillados.

Aunque Manson no estuvo presente en los asesinatos, hoy, 44 años después, el líder de la banda de hippies de 74 años, sigue en la prisión estatal de Corcoran en California. En un primer momento fue condenado por conspiración a la pena de muerte pero, el cambio de leyes en el Estado de California, abolió su condena para cambiarla a cadena perpetua. Al resto de «La Familia» les cayó también cadena perpetua.

La sentencia dictada por el fiscal apunta que él dio la orden del sanguinario crimen aunque todavía continúa negándolo. En la última entrevista concedida a Vanity Fair, el líder delincuente, que había probado fortuna en el mundo musical sin alcanzar éxito alguno,  declaró que no ordenó aquellos crímenes  aunque sí sabía que su gente, a la que él dice «no era mi gente», había hecho aquel homicidio. Además, asegura no arrepentirse de nada de lo que hizo, y se juzga como «soy un mártir, pero soy también una víctima. Y soy un ejecutor. Y una presa». «Soy un gánster. Un matón. Un charlatán. Un estafador».

Los expertos coinciden en que Manson tenía una capacidad brutal para manipular la mente hasta tal punto de convencer a personas para asesinar a sangre fría, además de continuar siendo un peligro para la sociedad. En 2007 se le denegó por décimo primera vez su solicitud de libertad condicional porque seguía «representando un peligro irracional a otras personas y podría dañar a cualquiera que mantenga contacto con él», según declaró la Junta de Audiencias de Libertad.

Las trágicas matanzas de Charles Manson y su ‘Familia’ tiñeron de sangre la era hippie de «paz y amor» de los años 60.