Víctor Ribas, El País, Barcelona. – 04/12/1987
Entendemos la existencia de agrupaciones anti-sectas que persigan y luchen contra cualquier tipo de manipulación, del individuo, pero no podemos aceptar un peligro mucho mayor que las propias sectas, como son la intolerancia, el odio, la frustración y el rencor por parte de quienes pretenden perseguir ideales altruistas y justos.En este sentido, las afirmaciones vertidas sobre la asociación El Patriarca en el reciente congreso sobre sectas, además de calumniosas tienen el sello de la mala fe de los psiquiatras fracasados en la rehabilitación de toxicómanos.
Hacer un revoltijo con diferentes grupos e incluir a El Patríarca entre ellos demuestra poca objetividad y escaso sentido científico. La media de presencia en nuestros centros es, de 10 meses; el precio de la cura es inferior a la de cualquier otra, terapia; ningún padre nos ha acusado de manipular a jóvenes de cualquier forma o para determinado fin; nunca se nos ha probado ninguna irregularidad económica o fiscal.
Nuestros resultados en rehabilitación de toxicómanos son muy superiores a los obtenidos por los que únicamente tienen un diploma de psiquiatra o psicólogo en el bolsillo, pero que no ofrecen el tipo de comunicación directa y de confianza que establecemos con nuestros jóvenes.
Recordamos, por otra parte, que El Patriarca tiene el respeto de todas las administraciones de los paises donde está instalada, que son 11, con quienes mantenemos protocolos de colaboración, así como con todos los estamentos de la justicia y policía. Quienes nos descalifican, simplemente intentan poner una cortina de humo delante de un problema que se les ha ido de las manos: la droga, primero, y el sida después.– de la asociación El Patriarca.