El País, 07/09/2001
Los artificieros dinamitaron ayer la efigie de hormigón del guru de la secta Mandarom, Gilbert Bourdin, que había sido levantada de forma ilegal en 1990 en Castellane (sureste de Francia). Con sus 33 metros de alto y sus más de mil toneladas de peso, la estatua gigante, en cuyo interior se diseminaron 15 kilos de dinamita, se tambaleó un momento y luego se desmoronó en medio de una gran nube de polvo.