La Nación (Chile), 25.04.2013

Todos los rasgos de una secta religiosa delirante, y sometida a creencias apocalípticas, cumple el grupo desbaratado por la policía en Valparaíso al que se acusa de haber participado en el sacrificio en que fue quemada viva una bebé recién nacida al interior de un predio del sector Colliguay, cerca de Quilpué.

El líder del grupo y padre de la lactante asesinada, que logró salir a Perú antes de los arrestos, es Ramón Gustavo Castillo Gaete (35), sindicado como maestro zen y quien se definía como divinidad y se hacía llamar “Antares de la luz”.

El sujeto, que ya habría reclutado a una chilena en su viaje al vecino país del norte, logró reunir al menos a 12 seguidores, en su mayoría profesionales, y mantenía relaciones sexuales con 5 de las mujeres, en un plan para esperar el juicio final que estaba por llegar según interpretaciones del calendario maya.

El subprefecto Miguel Ampuero, jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe), apuntó que a partir de una pesquisa iniciada a un grupo en San José de Maipo, “se logró dar con una secta de sanación la cual era liderada por Antares de la luz, maestro zen quien ordenaba a las mujeres y a los hombres a hacer sacrificios con la finalidad de ritos espirituales”.

Espera del fin en ayahuasca

Relató que el líder “los convenció de que salvaban el mundo, pues esperaban el 21 de diciembre pasado, fecha en que se había anunciado su fin. En todo ese tiempo estuvieron consumiendo la droga ayahuasca para esperar el fin”.

Respecto del consumo de drogas, precisó que “ellos consumían ayahuasca, que es una droga que se da en Perú y en Brasil, y que usan los chamanes para hacer ritual y que tiene una carácter que tienen que extraer el DNT el cual es el alucinógeno”

Apaleos a los débiles

En cuanto a la influencia de Castillo sobre el grupo dijo que “el poder absoluto se puede graficar en que si él sentía que los integrantes tenían las vibraciones positivas bajas procedía a golpearlos 45 veces con un palo y la persona que llorara en el transcurso de estos 45 golpes se adosaban 3 golpes más”.

El hasta ahora máximo delirio del grupo fue el acto de fines de 2012 en que “Antares” quitó a Natalia Guerra Jequier (25 años) el bebé que recién 3 días antes había tenido, guió al grupo hasta una excavación, le pusieron una cinta en la boca para no escuchar los llantos y la lanzaron con una tabla al fuego aún viva.

PDI detalla el macabro sacrificio del bebé por la secta de Quilpé

Una cinta en la boca para que no se escuchen sus llantos pusieron los miembros de la secta encabezada por Ramón Gustavo Castillo Gaete (35, prófugo), al lanzar a una pira de fuego al bebé que aparece como víctima de un sacrificio que se registró a fines de 2012 en un predio en la zona de Colliguay, cerca de Quilpué, en Valparaíso.

La Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI detuvo a tres mujeres y un hombre que integraban el grupo acusado de haber incinerado al recién nacido  (tenía 3 días de vida) por orden del sujeto apodado «Antares de la luz», que aseguraba ser una divinidad y es sindicado como padre de la pequeña víctima.

La indagación apunta a que éste, que aparentemente logró escapar a Perú, convenció a sus seguidores que la guagua era el Anticristo y en un «rito de sanación» para salvar al mundo, le pidió el niño a la madre, lo cargó en sus brazos hasta una excavación donde se hizo una pira de maderos encendidos, donde fue lanzado.

La lanzaron viva a la hoguera

El jefe de la BIPE Metropolitana, subprefecto Miguel Ampuero, manifestó que “hace unos cuatros meses comenzamos una indagatoria de una secta en San José de Maipo y con la Fiscalía Local de Puente Alto iniciamos una investigación del grupo por estar cometiendo delitos».

En medio de esa pesquisa, apuntó, «el año pasado, el 23 de noviembre, en sector de Colliguay, Quilpué, una mujer había dado a luz un varón en una clínica de Viña del Mar y al empezar las indagatorias no podíamos dar con el bebé, pues no estaba inscrito en el Registro Civil, por lo que se investigó a fondo».

“Se estableció que tras nacer, a los tres días fue llevado a un cerro, donde había una excavación de 2 metros de profundidad por 1,20 mts., donde había una hoguera, según el relato entregado por los propios participantes de este rito. La guagua estaba desnuda, con una cinta en su boca para que no grite ni llore, y la ponen sobre una tabla para arrojarla viva a la hoguera”, agregó.

La lista de los miembros de la secta

Los detenidos fueron identificados como la madre del bebé, Natalia Guerra Jequier (25 años), licenciada en artes; Karla Franchy Arana (34), azafata y veterinaria; María del Pilar Álvarez Fuenzalida (25) y David Pastén Rojas (30).

El sindicado como líder de la secta salió de Chile el 19 de febrero pasado y se encuentra en Perú, donde estaría formando otra secta similar y sobre él ya pesa un encargo a través de Interpol para su arresto. También son buscados Pablo Undurraga Atria (30 años), Carolina Vargas San Martín (38) y Josefina López Núñez (24).