VIVIANNE SNITZHER El País, 30/07/1995
La fiscalía de la ciudad de Graz, en la provincia austriaca de Estiria, donde está situado el principal centro de la nueva medicina, investiga 17 casos de historias clínicas de enfermos con tumores con resultado de muerte, tratados por Hamer. La Asociación de Médicos de Estiria espera proporcionar material suficiente a comienzos de la próxima semana a la fiscalía para iniciar un proceso judicial gigante contra los seguidores de Hamer.Una línea caliente establecida por esta Asociación de Médicos en Graz ha recibido, desde el pasado lunes, 50 denuncias diarias, según su encargado, Martin Novak. La asociación esgrime ya 34 casos documentados de personas que murieron tras someterse a la nueva medicina, que entregarán la semana próxima a la fiscalía de Graz.
Orden de arresto
El Ministerio de Justicia austriaco estudia emitir una orden de arresto contra Hamer, actualmente en Colonia, donde mantiene la sede de la editorial en la que publica sus supuestas investigaciones, tras conocer la magnitud del número de víctimas. La mayoría son enfermos de cáncer que interrumpieron terapias convencionales por consejo de Hamer. Las llamadas recibidas en la línea caliente abierta en Graz no sólo son de Austria, sino también de Suiza, Alemania y Holanda. «Esta es una historia de magnitud europea», dice Novack. «Hamer tiene desagraciadamente enorme influencia en varios países».
El ex decano de la Facultad de Medicina de la Universidad alemana de Düsseldorf, Peter Pfitzer, considera a Hamer como un «caso psiquiátrico». El médico no niega que Hamer tiene «carisma, inteligencia y lo que nosotros llamamos ojo clínico». Pfitzer conoció a su ex colega en Múnich durante un congreso oncológico interrumpido por Hamer junto a varias docenas de sus simpatizantes para gritar su teoría de la nueva medicina y distribuir gratuitamente ejemplares del libro en el que enuncia sus principios.
El ex decano Pfitzer cometió el «error» de conceder una audiencia a Hamer, de la que él después elaboró un protocolo manipulado que mostró por toda Europa, asegurando que Pfitzer apoyaba sus teorías. «Necesita urgentemente tratamiento médico, porque él mismo cree realmente en sus peligrosas ideas».
Hamer «sufre una verdadera paranoia», según Olaf Jürgenssen, el médico que diagnosticó a Olivia Pilhar y que, desde que lo denunció, recibe cartas y amenazas telefónicas de los hamerianos. «Hamer no tiene nada que ver con la medicina alternativa, es un psicópata, que actúa como el líder de una secta y el secreto de su éxito es que les da esperanza a los enfermos, que sucumben a su carisma».