Alcalá Actualidad, 1.11.2003

La justicia danesa juzga al lider de la secta Tvind, mientras en España diferentes documentos advierten de la relación entre este grupo sectario y la asociación Humana, conocida por los contenedores de recogida de ropa

Como en otras muchas ciudades de España, la asociación Humana tiene en Alcalá de Henares contenedores para depositar ropa usada. Desde el pasado mes de septiembre el Defensor del Pueblo ha admitido la queja realizada por la Oficina de Socorro Internacional en la que se relaciona a Humana con una secta de alcance mundial llamada Tvind. Su fundador y actual lider está siendo juzgado en Dinamarca acusado de evasión de impuestos y malversación de fondos

En 1998 el Ayuntamiento de Alcalá de Henares firmaba un convenio de colaboración con la asociación Humana para la instalación de 48 contenedores en la vía pública, con el objetivo de recoger ropa usada. En la actualidad, a pesar de que desde el Ayuntamiento se ofrece el dato de estos 48 contenedores, lo cierto es que en el municipio ahora sólo se encuentran instalados 20. La razón por la que se ha reducido el número es, según Rafael Mas, responsable de comunicación de Humana, por los continuos actos vandálicos a los que son sometidos, destrozándolos para robar la ropa de su interior, como Alcalá Actualidad pudo ver a plena luz del día en el contenedor instalado junto al mercado Juan de Austria (ver fotografía superior).

Pero ahora Humana podría enfrentarse a algo más grave que los destrozos de sus contenedores de ropa usada. Desde el pasado mes de septiembre el Defensor del Pueblo tiene en sus manos una amplia documentación recopilada por la Oficina de Socorro Internacional en la que se relaciona a Humana con una poderosa secta extendida por diversos países del mundo, cuyo fundador y lider está siendo juzgado en Dinamarca por evasión de impuestos y malversación de fondos.

La formación de los voluntarios

Por su parte, desde Humana España, Rafael Mas asegura que «nosotros no tenemos nada que ver con esa presunta secta, somos los primeros que deseamos que cuanto antes se conozca si Peterson es culpable o no de las acusaciones por las que está siendo juzgado en Dinamarca, para poder seguir trabajando tranquilamente sin tener que estar todo el día defendiéndonos de acusaciones sin base. Aquí, en España, no hay nada raro, y al menos Humana España nada tiene que ver con Tvind».

Pero al parecer, tal y como apuntan diferentes fuentes consultadas, las escuelas donde reciben formación los voluntarios de Humana y los adeptos de Tvind son las mismas, incluso algunos trabajadores de Humana España que no desean desvelar su identidad aseguran que los citados centros formativos pertenecen a la Federación Humana People to People, en la que se agrupan diferentes colectivos de todo el mundo como Humana España, y que financian su estructura con la venta de la ropa usada que los ciudadanos les donan de manera altruista confiando en que vaya a parar a manos de personas necesitadas.

En cuanto a la formación que reciben los voluntarios de Humana España, Rafael Mas, comenta: «Yo mismo, sin ir más lejos, he estudiado en estos centros en Europa que ahora dicen que son de una secta, yo lo desconozco, pero allí puedo asegurar que no he visto nada raro».

Es precisamente en estas escuelas de Finlandia, Noruega o Dinamarca donde reciben formación los jóvenes que desean ser voluntarios de Humana España en Africa, ayudando en el desarrollo de proyectos para países como Angola, Zambia o Mozambique. Pero convertirse en «trabajador de la solidaridad» cuesta 2.500 euros. Durante seis meses los voluntarios reciben formación en las citadas escuelas y son obligados a vender postales por las calles; los voluntarios deben vender una cantidad determinada de postales, y si no lo consiguen vuelven a la calle al día siguiente, hasta que las venden todas. El dinero recaudado sirve para financiar a la asociación del movimiento Humana People to People que exista en el país donde se forma el voluntario.

La denuncia

La Oficina de Socorro Internacional (OSI) ha tenido acceso a una amplia documentación, con distintos informes y documentos oficiales de más de 20 instituciones públicas y privadas de muy distintos países donde se identifica a Humana con Tvind, grupo fundado en Dinamarca que consigue financiarse con la venta de ropa usada.

Según la OSI, «Humana ha aparecido en las listas de asociaciones consideradas como sectas por las comisiones Parlamentarias de Francia y Bélgica, basándose en las técnicas de manipulación psicológica que ejerce sobre sus voluntarios».

La información que ya obra en poder del Defensor del Pueblo, también ha sido remitida, a instancias del Procurador del Común de Castilla y León, de donde parte la denuncia de OSI, a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León; además, desde la Oficina del Defensor del Pueblo se han iniciado actuaciones ante la Fiscalía General del Estado.

Procesos judiciales abiertos

Humana -según apunta la OSI en su documentación- está siendo investigada por la justicia de varios países. Actualmente tiene abiertos 2 procesos judiciales en Bélgica y Dinamarca. Su fundador y líder, Amdi Peterson, fue detenido en Estados Unidos y ha permanecido 11 meses en la cárcel. Actualmente se encuentra en libertad bajo fianza con las acusaciones de fraude, evasión de impuestos, abuso de confianza y enriquecimiento (con el dinero de las actividades humanitarias). Amdi Peterson está considerado como una de las personas más ricas del mundo. Entre sus propiedades figuran varias mansiones, barcos, coches de lujo y zoológicos.

Estrategia de penetración

La firma de convenios con los ayuntamientos para la colocación de contenedores de ropa usada es, según el informe presentado por la Oficina Internacional de Socorro, la estrategia de penetración que sigue Humana. «Nuestra sociedad consumista genera mucha ropa que rápidamente pasa de moda y para nosotros deja de tener valor. La posibilidad de destinarla a una causa humanitaria cala rápidamente en cualquier población. A los ayuntamientos no les supone ningún coste (contenedores y mantenimiento son por cuenta de Humana) y salen en la foto por su labor humanitaria», comenta Luis Carlos González Robles, presidente de la Oficina de Socorro Internacional, con sede en León, provincia donde saltó la noticia ante el informe que este colectivo presentó a los Ayuntamientos de León y Rabanedo, que tenían convenios con Humana para la recogida de ropa usada.

Precisamente en León, hace ya meses aparecieron carteles anónimos pegados en los propios contenedores de ropa en los que se alertaba a la población de la relación entre Humana y la presunta secta Tvind.

¿Dónde va a parar la ropa usada que dejamos en los contenedores?

El portavoz de Humana España, Rafael Mas, no oculta que la gran mayoría de las prendas que los ciudadanos depositan en los contendeores se venden en las 17 tiendas de ropa de segunda mano que la organización tiene distribuidas en España (especialmente en Madrid y Barcelona). «Sólo una pequeña parte la mandamos a Africa, sería demasiado costoso mandarla toda. La vendemos en España, bien en nuestras tiendas o a otras empresas que la reciclan y con los beneficios obtenidos realizamos proyectos de cooperación y desarrollo en Africa», explica Mas.

Humana España, además de con los voluntarios, cuenta con una plantilla de más de 100 empleados. Miles de contendores repartidos por toda España recogen millares de toneladas de ropa usada en todo el país, y esto ocurre en otros países de Europa donde también funciona la organización.

Según Mas, sólo en Alcalá de Henares, se recoge una media de 100 kilos de ropa por contenedor cada semana. «Somos una asociación sin ánimo de lucro, registrada en España legalmente y que lleva años recogiendo ropa usada. Funcionamos como una empresa, y claro que este negocio da dinero, pero los beneficios los utilizamos en proyectos de desarrollo. El año pasado tuvimos unos 800.000 euros de beneficios, y este año superaremos el millón de euros», explica el portavoz de Humana España.

Pero no todas las fuentes consultadas por Alcalá Actualidad coinciden con Rafael Mas al explicar donde va a parar la ropa que tan generosamente donamos a Humana. Según algunos estrechos colaboradores de la asociación en España, que actualmente trabajan para la organización y que no desean facilitar su identidad, aseguran que la ropa se vende al peso en el mercado negro.

Según estas fuentes, el precio del kilo de ropa usada (incluyendo zapatos, cinturones y demás objetos arrojados a los contenedores) es de 45 pesetas y son los «traperos» (palabra utilizada por una de las personas con las que habló Alcalá Actualidad) a los que se vende, al menos, la mayor parte de la mercancia que es recogida en los municipios de Asturias y León, y que es transportada hasta Madrid en grandes camiones. La misma fuente asegura que se gana mucho dinero con este negocio.

Los ayuntamientos que colaboran con Humana

Aunque son centenares de ayuntamientos en toda España los que tienen firmado un convenio con Humana cediéndoles de forma gratuita la ocupación de suelo público para sus contenrdores de ropa usada, lo cierto es que algunos consistorios han rescindido el convenio con la citada asociación ante las sospechas de que sus fines como organización no fueran tan benéficos como dicen.

Por otro lado, la Agencia Española de Cooperación Internacional dejó de subvencionar proyectos a la organización Humana People to People en 1997, aunque anteriormente habían prestado ayuda a la organización a través de subvenciones que se desarrollaron en países africanos.

La amplia información de la que dispone la Oficina de Socorro Internacional sobre Humana, su actividad con la ropa usada y su vinculación con el grupo Tvind, junto a testimonios alarmantes de voluntarios de diferentes países que han formado parte de la organización, es un material que bien merece unos minutos de atención por parte de los organismos públicos y privados con los que la asociación tiene firmados convenios de colaboración para recoger la ropa usada de sus vecinos y obtener así los recursos económicos con los que se financia.