El Mundo, País Vasco, 1.07.2010
Sr. Director:
Querría rectificar algunos extremos aparecidos en el reportaje Prisioneros de la Cienciología publicado recientemente en Crónica. El artículo está dirigido a atacar a una Iglesia, no a informar, empezando por las calificaciones vejatorias sobre la persona de su presidente y continuando con el calificativo de secta. La forma en que se refieren al señor Hubbard como un excéntrico es una muestra más de la tendenciosidad de la información, que obvia los reconocimientos a su trabajo y su contribución a mejorar la sociedad. Termina el artículo con descalificaciones por parte del supuesto experto Miguel Perlado, un señor que ni siquiera conoce los textos de nuestra Iglesia. No se puede consentir que haga afirmaciones sobre situaciones absolutamente falsas y que disfrace opiniones de hechos para embaucar a la opinión pública.
Negamos rotundamente todos los hechos relacionados con nuestra Iglesia que aparecen en el artículo, así como las expresiones atribuidas a los cienciólogos y los datos sobre los complejos vitamínicos utilizados –que pueden adquirirse en cualquier farmacia y que se critican sobre la base de análisis que naturalmente no se especifican–. Todos esos hechos son falsos y no tienen apoyos en nuestra doctrina ni en la práctica de la Cienciología. ¿Y qué va a decir un señor que reconoce haber llevado a cabo secuestros para cambiar las creencias de las personas?
Iván Arjona. Presidente de la Iglesia de la Cienciología de España
Nota de la Redacción
El reportaje no era un «ataque» sino una descripción rigurosa de las actividades de la Cienciología a través de numerosas fuentes. Respecto al señor Perlado, su experiencia como psicólogo tratando a cienciólogos
está perfectamente acreditada. Y en ningún momento reconoce haber secuestrado a nadie, sino que se refiere a ello como una práctica felizmente superada de la que nunca formó parte. Por lo que respecta al señor Hubbard, no se dice nada falso: fue condenado a cuatro años de cárcel en Francia.