Clarín (Argentina),Gabriel Giubellino, 10.08.2008
Antes de entrar de lleno en el caso, el doctor Omar Greubers cree necesario aclarar algo. «Soy ateo practicante, le hice la guerra a los sucesivos gobernadores, integro el FREPAN (UCR/ Frente Grande/ Partido Socialista), soy asesor legal de la Cooperativa Eléctrica y ahora, esto». «Esto» es la causa que inició el 16 de mayo, una vez que considerara armado el rompecabezas con las voces de 11 denunciantes. Esas voces lo hacen afirmar: «Sin dudas, Servi Trinitatis es una secta. Tiene un objetivo explícito lícito, y otro objetivo no declarado ilícito, una finalidad económica».
A pesar de ser el hombre que dibujó el marco jurídico de la denuncia –reducción a la servidumbre–, recién ayer se dio cuenta, dice, de lo importante del «episodio Claudia». Ayer Clarín no reveló el apellido de la chica, pero Greubers considera que ya es hora de decirlo: «Es un tema que tenemos que poner en el ruedo inmediatamente. Es la chica supuestamente enferma que ocasionó el desbande cuando las otras chicas se dieron cuenta de que estafaban pidiendo dinero para enfermedades supuestas. Es Claudia Fuentes y pedimos que se la ubique para que se compruebe que le hicieron todas las operaciones, como decían los curas».
Más allá de las declaraciones que está tomando el juez Carlos Flores, Greubers solicitó medidas vinculadas con el costado económico del caso. «Pedí un informe al Banco de la Pampa, donde sé que hay una carpeta de crédito para comprar un inmueble en pleno centro de la ciudad a nombre del instituto o de los curas. También un oficio a todos los bancos con sucursal en Santa Rosa para que digan si los españoles, el Obispo, o el Obispado tienen cuenta y un informe de los movimientos de esas cuentas, quién hacía los depósitos. Porque hay chicas que cobraban su dinero en mano y así como venía, lo depositaban para el Instituto».