El País, Karmentxu Marín, 2.02.2003
Con 47 años y una hija, protagoniza la serie ‘La vida de Rita’ en Televisión Española. Sus estudios de Ciencias en el Liceo Italiano acabaron dando paso a la genética de quien es hija y nieta de actores: «Quería estudiar medicina, y fíjate». Le gusta leer y tocar la flauta. Y querría volver a dirigir teatro: «una obra que tuviera peso, profundidad».
Pregunta. Dice que selecciona mucho lo que hace. ¿Lo ha mantenido en La vida de Rita?
Respuesta. Sí. Fue un proyecto que surgió de repente, una especie de lotería que televisión quisiera otra serie con Manolo [Iborra] y conmigo.
P. Entonces no tiene justificación: No la ha hecho porque se empeñó el director, su marido.
R. No tuvo que empeñarse nada. La más entusiasta siempre soy yo.
P. ¿Incluso para el arte es monógama?
R. También para el arte. Es cierto que las últimas películas que he hecho, excepto Sinvergüenza, han sido con Manolo. Me protege mucho y me encuentra que soy la mejor actriz del universo; qué más puedo pedir.
P. ¿Y usted qué lugar cree que ocupa en el universo?
R. Pues en el universo no lo sé. Pero en mi universo particular sí creo que, con los años, a medida que tengo más arrugas y más tripa, he crecido mucho como actriz.
P. ¿No cree que Rita tiene motivos para tener envidia de Pepa, que tanto éxito televisivo tuvo?
R. Pues no, porque no se conocen de nada.
P. ¿Es enamoradiza o es que Óscar Ladoire la pone?
R. A mí Óscar Ladoire me pone. ¿A ti no? Pero me pone más mi Manolo.
P. Pepa, Rita. ¿No hace muchos papeles de tontorrona?
R. Hombre, yo creo que Rita es un poco loca, absurda y bastante neuras. Pero de tonta, ni pelo ni medio.
P. No le estará afectando al coco tanto comer sólo zanahorias.
R. Como también lechugas, tomates y plátanos. Y soy vegetariana, pero cuando hay un jabugo bueno también lo como. No soy nada radical en ningún aspecto de mi vida.
P. ¿Cuando hizo de prostituta con Almodóvar le salió del alma?
R. Me salió con mucha facilidad.
P. ¿Tiene usted un punto en ese terreno?
R. Sí, sí. Soy, era bastante suelta. Cuando los personajes me gustan, cualquier profesión es buena y divertida de hacer. Una de mis mejores amigas ha sido prostituta muchos años, y es una buena fuente de inspiración.
P. ¿Le dio por la mística porque vio que en la tierra no hay nada que rascar?
R. Mística es una palabra así muy importante. Digamos que busco sufrir lo menos posible.
P. No hay riesgo de que se le vaya la olla de tanto meditar.
R. [Risas] Bueno, si se me va y no le hago daño a nadie… Pero tengo los pies bastante atados al suelo.
P. Es devota del maestro indio Sai Baba. ¿Qué le encuentra que no tenga nuestro tradicional y más casero Jesucristo?
R. Hombre, Jesucristo es más de casa. Pero Sai Baba trabaja para unir las religiones, y dice que solamente existe un ser. Y que nos arrimemos al que tengamos más cerca. Así que yo también me arrimo a Jesucristo de vez en cuando.
P. Y así, en más tangible, ¿se arrima a alguien?
R. A mí misma, que soy lo único y lo mejor que tengo. En los momentos de desesperación miro para dentro del ombligo.
P. ¿Está en paz consigo misma?
R. Hay ratos en que lo consigo. Pierdo la paz en lo que afecta al ego, cuando te lo tocan y te dan como martillazos. Y es cuando me miro al ombligo.
P. ¿Tiene el ego ideal?
R. No está en su mejor momento. He trabajado mucho este año, con mucho estrés, y tengo que serenarme un poco.
P. Mucha dulzura aparente, pero dicen que tiene un genio de sargento de carabineros.
R. Tengo un carácter fuerte.De vez en cuando levanto un poco la voz, pero se me pasa a los dos segundos.
P. Usted toca la flauta. ¿Cuándo nota que le suena?
R. Cuando estoy tranquila, serena y tengo poca prisa. Por eso la meditación es algo que necesito muchísimo para sobrevivir. Si no, no sé lo que sería: una perdida. Me habría dado a la droga y al alcohol, seguro.
P. ¿Incluso al rock and roll?
R. Bueno, al rock and roll sigo dándome, con mucho gusto.
P.¿Y la crisis del cine español?
R. Pues fatal. Muy gorda. La fusión de las plataformas ha tenido las cosas paradas mucho tiempo, sin invertir en cine español; y luego, los tanques americanos cargados de películas de promociones multimillonarias.
P. ¿Es muy parecida a Rita?
R. Mucho. Sobre todo en esas transiciones de una gran dulzura y bondad al enfado. Pero yo no tengo ese vaivén de novios: sólo uno fijo.
P. ¿Y si Ladoire le echara los tejos?
R. Me lo pensaría. No cierro la puerta a nada en la vida.