Aragón Digital (España), 7.08.2013
La Fundación Remar ha emitido un nuevo comunicado para volver a justificar su centro en el zaragozano barrio de Rosales del Canal. La organización ha insistido en que este edificio tiene el propósito principal de prestar servicios “sociales, culturales y espirituales, de forma gratuita, en beneficio del barrio y de la ciudad”.
Remar ha lamentado las acusaciones “falsas, constantes y crueles” que han hecho varios colectivos del barrio Rosales de Zaragoza, para impedir “con toda ferocidad e incluso violencia” la construcción de esta “sede social”, en el terreno cedido por el Ayuntamiento, con la aprobación, en su inicio, por todos los partidos constituyentes.
Desde la Fundación han recordado que las obras han supuesto la creación de “varias docenas” de puestos de trabajo y por medio de una constructora local “bien reconocida”, han apuntado, “nos han llevado a enfrentar tres juicios de difamación que hemos ganado y también al intento político manipulador, para usarnos como ariete contra el partido gobernante, de paralizarnos las obras ya muy avanzadas, con una alta inversión realizada, no han logrado su objetivo” ya que, según han argumentado, “han sido completamente ilegales en sus procedimientos y detracciones”. En el Pleno del pasado mes de julio se pidió la paralización de las obras.
La organización ha hecho hincapié en que la afirmación de que la pretensión es abrir un centro de rehabilitación de toxicómanos en ese edificio, “demuestra el poco conocimiento de nuestro trabajo”, puesto que, tal y como han aseverado, “jamás abren centros en las ciudades, sino en lugares campestres”.
“También han abusado de acusarnos morbosamente de que somos una secta, por predicar el evangelio e intentar vivirlo con toda honestidad, diciendo que somos de gran perjuicio para sus niños y familias, cuando damos testimonio de unidad familiar y limpio comportamiento, como pueden testificar muchos maestros de los colegios a los que van cientos de nuestros niños”, ha destacado el comunicado emitido.