okdiario (España), Daniel Sánchez, 6.02.2024

Al menos en esto, la actual ley de Educación, la Lomloe, se está notando. La inclusión en la norma de una disposición adicional que fuerza a que todos los colegios sostenidos con fondos públicos desarrollen «el principio de coeducación» está reduciendo el número de centros concertados que segregan al alumnado por sexo. Se acabaron, dice la ley, las clases solo de chicos o de chicas.

La afirmación tiene matices, porque ni se han acabado todavía ni allá donde han dejado de segregar formalmente han pasado automáticamente a un modelo mixto real, pero sobre el papel España financia hoy a poco más de la mitad de escuelas segregadoras que hace cinco años. De las 87 que reportaba la agencia Efe en el curso 2018-2019 a las 48 que ha contado este diario a día de hoy. Varias más han anunciado que pasarán a ser mixtas el próximo curso.

Que este tipo de centros no haya pasado a cero cuando la ley ya cumple tres años vigente se explica porque la Justicia ha avalado más de una vez que no se pueden romper los conciertos vigentes. Hay que esperar a que venzan (habitualmente duran cuatro o seis años) y entonces sí se corta el grifo del dinero público. Cuando eso pasa, las escuelas tienen que decidir qué hacer: seguir con sus clases segregadas y pasar a ser privadas sin subvención o plegarse a la ley, abrir las aulas a todos y renovar el concierto.

Madrid (con 11 centros concertados), Catalunya (una decena), Andalucía (nueve), Euskadi (seis), Galicia (cuatro), Asturias, Navarra, y Murcia (dos cada uno) y Baleares y La Rioja (uno) son las comunidades que aún financian este tipo de escuelas, aunque también hay casos en los que los centros están empezando a mezclar alumnado empezando por abajo, por los primeros de la ESO o Secundaria, por lo que están a medio camino. A efectos de este artículo, esos aparecen contados como segregadores.

El resto de comunidades nunca ha tenido o, como el caso de Castilla y León o la Comunitat Valenciana han dejado de hacerlo en los últimos años. Otros, es el caso de Murcia o Euskadi, están un proceso de transición: han empezado a admitir alumnado de ambos sexos por abajo, en los primeros cursos, pero mantienen la segregación en los que ya la tenían. También hay casos como el de Navarra, que ya han anunciado que dejarán de hacerlo para el próximo año.

Aún así, no en todos los centros que se han pasado a la coeducación las aulas se han mezclado de manera efectiva. Ha sucedido en algunas escuelas de la Comunitat Valenciana o Catalunya, que en los últimos años han abierto sus matriculaciones a ambos sexos, pero o lo han hecho sin publicitarlo o empezando en la Secundaria, que se nutre desde su propio 6º de Primaria, de las clases segregadas. En ambas casuísticas el resultado es muy similar: aunque formalmente son mixtos, realmente o no lo son o apenas mezclan alumnado.

Los gobiernos regionales se gastan millones de euros en financiar estos centros. Una investigación de este diario desveló que en 2019 la factura ascendía al menos a 130 millones de euros para 70 colegios, 68 de los cuales eran del Opus Dei. Esta es una de las características de este tipo de colegio: son todos religiosos y la inmensa mayoría se mueven en torno a la Obra. El principal grupo que aún mantiene estos centros es Fomento de Centros de Enseñanza, que escolariza a unos 23.000 alumnos, y aunque no lo especifica abiertamente en la web –a diferencia de otros colegios, que nombran a José María Escrivá de Balaguer, fundador de la Obra–, está vinculado al Opus y utiliza para su ideario toda la terminología típica de este movimiento.

Es la comunidad autónoma que más centros que segregan mantiene, y está peleando para que siga siendo así. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se puso a trabajar en cómo boicotear la Lomloe en Madrid desde que supo de la orientación de la norma hasta el punto de aprobar la primera ley educativa de la región en 20 años de autonomía solo para «blindar» la escuela concertada. Una de las medidas de este frente fue ampliar la duración de los conciertos, que pasaron de durar seis años a diez.

Así, según informa la Consejería de Educación, en Madrid quedan 11 centros concertados que segregan por sexo y que han ganado cuatro años más con la ampliación de los conciertos, por lo que seguirán recibiendo fondos públicos hasta el curso 2026/27. El Ejecutivo madrileño destinaba a estos centros (y otros, que decidieron pasarse al modelo mixto motu proprio) 49 millones de euros al año en 2019.

En la comunidad tienen especial presencia el grupo educativo Fomento de Centros de Enseñanza, que también opera fuera de la región. Este gigante tiene 32 centros por toda España, siete de ellos en Madrid, y posee el Centro Universitario Villanueva, que también ha sido agraciado por el Gobierno de la comunidad con una licencia para convertirse en Universidad propia y dejar de depender de la Complutense.

Es la segunda comunidad con más centros segregadores concertados. La Generalitat lleva años peleando en los juzgados para retirar el concierto a la docena de centros educativos que separan por sexos y, por ahora, el balance es de victoria parcial. En Secundaria se ha logrado que, al menos sobre el papel, ninguno de esos centros concertados sea segregador por razones de género. En Primaria, sin embargo, una decisión judicial obligó a renovar las ayudas hasta 2026.

Esta diferencia provoca que una misma escuela que cuenta con estas dos etapas separe por sexos en Primaria, pero no en Secundaria. Aunque, en la práctica, al acceder la mayoría a Primero de la ESO desde Sexto de Primaria del mismo colegio, acaban siendo casi todos los alumnos chicos o chicas.

Esto ocurre porque si bien la sentencia del Constitucional llevó al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) a levantar las medidas cautelares que había adoptado para preservar los conciertos en las aulas de Secundaria de los únicos dos colegios que seguían segregando, Viaró (Sant Cugat del Vallès) y Camp Joliu (Tarragona). Para el caso de Primaria, sin embargo, la sección 5ª de Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC decretó la renovación de los conciertos hasta 2026 de forma cautelar y todavía no se ha pronunciado definitivamente sobre el fondo del asunto.

El último recuento cifraba en nueve el número de centros con un concierto en vigor que tienen clases solo de chicos o de chicas en Andalucía, aunque la Junta no comparte información. Tras muchos años de batallas judiciales porque el PSOE decidió retirar las ayudas cuando estaba en el Gobierno, estos colegios están amparados, de momento, por tribunales. En principio y si no hay cambio de ley o de criterio del Tribunal Constitucional, hasta que les venzan los conciertos.

El Gobierno vasco anunció el pasado año que no va a mantener el concierto a los colegios que segreguen por sexo. Hay seis en Euskadi, todos en la órbita del Opus Dei: Arangoyen en Bilbao, Gaztelueta en Leioa, Ayalde y Munabe en Loiu, Eskibel en Donostia y Erain en Irún. Estos centros tienen aulas mixtas en Infantil, pero separadas en Primaria y Secundaria.

El Gobierno vasco ha aceptado realizar la transición hacia al sistema mixto de progresiva, de manera que la coeducación empieza desde abajo, 1º de Primaria, e irá subiendo según pasen los años. El Correo informaba hace una semanas de que cinco de los seis centros han aceptado pasar a ser completamente mixtos, proceso que culminarán en el curso 2026/27. El Gaztelueta es el único que ha apostado por mantener la Secundaria segregada, por lo que no podrá recibir fondos públicos por esa etapa.

El sindicato CIG-Ensino denunció hace unas semanas que ninguno de los cuatro centros gallegos concertados que segregan por sexo (Montespiño, Peñarredonda, Las Acacias y Montecastelo, todos en la órbita del Opus) han abierto sus clases a todo el alumnado en el proceso de matriculación al principio del curso, tal y como los propios centros anunciaron que harían para mantener los conciertos. Ni siquiera los primeros de Primaria o Secundaria, como han hecho en otros colegios.

Así lo reflejan las cifras oficiales de alumnado por clase proporcionadas al sindicato por Transparencia. El panorama es el mismo que los cursos pasados: el Montespiño y Las Acacias solo tienen chicas, el Peñarredonda y Montecastelo solo tienen chicos. «Los centros incumplen la normativa para mantener los conciertos», dice CIG, que insta a la Xunta a investigar si hay «indicios de fraude».

El Gobierno asturiano tiene abierto un procedimiento contra los dos colegios privados concertados que aún segregan por sexo en la comunidad (Los Robles, en Llanera, y Peñamayor, en Siero, ambos del Opus Dei) «para que lo subsanen», según comunicó hace unos meses el Ejecutivo regional.

«La obligatoriedad de desarrollar el principio de coeducación y de no separar al alumnado por sexo está recogida expresamente en la cláusula duodécima de los conciertos educativos, que se renovaron el pasado 6 de julio [de 2023] por un periodo de seis cursos escolares», reza la nota. Pero la Inspección detectó que los centros mantienen la educación diferenciada incluso en 1º de Primaria, por lo que el Gobierno de Adrián Barbón ha iniciado el trámite administrativo para acabar con esta práctica.

La educación segregada se acaba en la comunidad foral. Los dos colegios vinculados al Opus Dei que siguen separando a su alumnado por sexos en las aulas, Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín han decidido volverse mixtos a partir del próximo curso escolar para mantener la financiación pública. Los dos centros había recibido una notificación del departamento de Educación en la que se les informaba que se le retiraría el concierto si no cumplían la Lomloe.

El Gobierno navarro llevaba meses dando la batalla para retirar los conciertos, disputa que había acabado en los tribunales. El Tribunal Superior de Justicia de Navarra había dado la razón al Ejecutivo con la subvención en Primaria y estaba estudiando la de Bachillerato. Pero las direcciones de los centros decidieron no esperar y preguntaron a las familias qué querían hacer: mantener el modelo y pagárselo ellas al perder la subvención pública o volverse mixtos y mantener la financiación. Ganó la segunda opción y Navarra dejará de pagar la educación diferenciada.

Otra comunidad que va camino de dejar de tener aulas unisex pagadas por todos. En la Región de Murcia hay dos centros concertados que realizan esta práctica educativa, el Cristo de Monteagudo y el Nelva (ambos de Fomento de Centros de Enseñanza, vinculada al Opus Dei), pero los dos están pasando al modelo mixto. Ambos colegios tienen conciertos firmados hasta el curso 2027/2028.

«En ningún centro de la Región de Murcia se produce admisión segregada por sexos, ni agrupamiento diferenciado, en los cursos en los que se accede por primera vez a la enseñanza», explican fuentes del Gobierno regional. Como en otros casos, la coeducación ha empezado desde abajo y pasarán algunos años aún hasta que se implemente del todo. Los conciertos en vigor de la Región mantienen su vigencia al proceder de una legislación anterior a la LOMLOE, añaden las fuentes, que califican de «congruente con pronunciamientos judiciales que se han producido en otras comunidades» este modus operandi.

El único centro concertado que segrega por sexos en La Rioja, el colegio Alcaste-Las Fuentes, seguirá haciéndolo al menos hasta 2026. El Gobierno de José Ignacio Ceniceros (PP) firmó antes de dejar el mando en el año 2019 un nuevo concierto con este centro por seis años. Cuando llegó al gobierno Concha Andreu ese mismo año, el PSOE firmó con IU un acuerdo de investidura en el que se exigía, entre otras cosas, el fin de este concierto, aunque la legislatura concluyó sin avances porque este tipo de iniciativas iban siendo tumbadas por la justicia en otras comunidades.

La aprobación de la Lomloe abrió otra perspectiva, pero había que esperar a que concluyese el concierto para acabar con él si seguían segregando por sexos. Pero en 2023 el PP volvió a ganar las elecciones, con mayoría absoluta y ahora el consejero de Educación es el mismo que firmó el concierto por seis años en 2019, Alberto Galiana, que ha declarado su intención de aumentar los conciertos. No parece que vaya a ser el caso del Alcaste-Las Fuentes: el Gobierno confirma que llegado el momento se revisará el concierto y atenderá al marco legal actual y la doctrina establecida por los Tribunales en distintas sentencias (que están avalando que no se prorroguen los conciertos).

En el caso de Balears, el único colegio que segrega por sexos, el Aixa-Llaüt (Palma), tendrá aulas mixtas a partir del próximo curso escolar para mantener el concierto educativo con el Govern. En cursos anteriores el montante recibido por el centro se situaba en los 2,1 millones de euros –el Gobierno rehúsa hacer pública la cifra actual–. La dirección del centro lo trasladó a las familias en un comunicado en el cual también comentaba que «los cambios organizativos se realizarán en consonancia con el carácter propio” del colegio.

“Debemos tomar decisiones que garanticen el desarrollo de nuestra misión y nos permitan seguir prestando un servicio de calidad”, explicaron los responsables del colegio, que remarcaron que la educación diferenciada “ha dado muy buenos resultados”. La escuela, de marcado perfil religioso, ha protagonizado algunas polémicas en los últimos años. La más conocida es el episodio por el cual fue sancionado un profesor en 2019: fotografió a unos estudiantes que hacían el saludo fascista mientras sujetaban dos banderas de España plagadas de referencias a Vox.

Con información de Angy Galvín (I.Ballears), Laro García (Cantabria), Candela Canales (Aragón), Miguel Giménez (C. Valenciana), Erena Calvo (Murcia), Pau Rodríguez (Catalunya), Iker Rioja (Euskadi) y Olivia García (La Rioja).