F. M., El País, Madrid – 18/03/1989

El auto dictado por el juez José María Vázquez Honrubia sobre la Iglesia de la Cienciología apunta que “se ha ido perfilando con mayor nitidez la existencia de una organización paralela de carácter clandestino, con uniformes y graduaciones militares, una de cuyas divisiones, denominada OSA o de Asuntos Especiales [ésta] dedicada a neutralizar a los enemigos de la Cienciología conforme medios y directrices fijadas por su fundador”.

Las actividades de estas ramas paramilitares han dado lugar, indica el juez, “a dos nuevos procedimientos penales por presuntos delitos de coacciones a denunciantes y testigos y contra la administración de Justicia y de perturbación de asociación ilícita y descubrimiento de secretos”. Vázquez Honrubia estima que estas ramas, “cuyos dirigentes aparecen también como directivos de la iglesia”, incurren en asociación ilícita.

El auto cita la sentencia de un tribunal de Los Ángeles (EE UU) por el que se condenó a la esposa del fundador de la secta y a otros once dirigentes por hurto, espionaje, extorsión, raptos y secuestros, robos de documentos oficiales, obstrucción a la justicia y otros catorce delitos. El fiscal alegó: “Desafía la imaginación que estos acusados tengan la rematada audacia de tratar de defender sus acciones en nombre de la religión, tratando de esconderse entre, principios sagrados de libertad de religión, libertad de expresión, derecho a la intimidad, principios que demostraron repetidamente disposición a violarlos con impunidad, añadiendo insulto a las injurias que han infligido a todos los elementos de la sociedad”.