El País, Juan González Yuste, 10.12.1978
Una grabación magnetofónica, en la que se recoge parcialmente la ceremonia del suicidio colectivo de más de novecientos miembros de la secta religiosa El Templo del Pueblo, fue encontrada en el lugar de la masacre y está siendo estudiada por las autoridades norteamericanas.
La cinta magnetofónica tiene una duración de 45 minutos y fue hallada junto al «trono» del líder de la secta, el reverendo Jim Jones. Aunque el contenido de la grabación no se ha hecho público oficialmente, parece que existen en la misma indicios suficientes para demostrar que muchos de los seguidores de Jones se opusieron al suicidio masivo.Los gritos y llantos de los niños aparecen como ruido de fondo de la grabación magnetofónica, en la que, al parecer, pueden escucharse estampidos de disparos. La voz de barítono del reverendo Jones está recogida en primer plano, lo que permite conocer parte del discurso final.
Según declararon personas que han escuchado la grabación, Jones pidió a los adultos que tranquilizaran, a los niños y les administraran el veneno en primer lugar. El fundador de la secta habla repetidas veces en su último discurso de «traición» y dice que «si no podemos vivir en paz, vamos a morir en paz».
La grabación, realizada en la «noche blanca» del 18 de noviembre, en el edificio principal de la comuna de Jonestown, en Guyana, confirma las versiones de los escasos testigos presenciales de la masacre. Guardias armados con rifles y ballestas rodearon a los fieles de la secta, para impedirles escapar, y en algún caso obligaron a beber el cianuro mezclado con un refresco de uvas a quienes se negaban a suicidarse.
En la cinta magnetotónica se recogen también algunas discusiones mantenidas por los seguidores de Jones en el momento del suicidio masivo. Sobre un fondo de protestas y gritos, el reverendo Jones tuvo que utilizar sus dotes oratorias y la extraña influencia que poseía sobre sus fieles para obligarles a «morir con dignidad».
Aquellos que expresaron su opinión de que era mejor seguir vivos y seguir luchando fueron acallados por protestas de otros. En la cinta magnetofónica puede oírse claramente una voz que dice: «Papá -como llamaban a Jones los miembros de la secta- nos ha traído hasta aquí. Mi voto es irnos con papá. »
El aparato magnetofónico con la cinta grabada en su interior fue encontrado a sólo unos metros de donde yacía el cadáver del reverendo Jones, con un tiro, en la cabeza. Otros centenares le cintas y de documentos escritos fueron encontrados por las autoridades en la comuna agrícola de Jonestown, así como un millón de dólares en metálico.
Todo este material permitirá reconstruir la historia, de la secta de El Templo del Pueblo y comprender mejor las circunstancias en que se produjo la masacre. La policía federal norteamericana cree que sólo existe un superviviente del grupo que atacó a la misión investigadora encabezada por el congresista Leo Ryan, causando la muerte de éste y de otras cuatro personas. Este ataque, y el hecho de que quedaran supervivientes, fue lo que decidió a Jim Jones a ordenar el «suicidio revolucionario» de sus seguidores. En la cinta magnetofónica, Jones explica que sólo un sincidio colectivo podrá evitar a victoria final a sus enemigos, que llegarían al poblado de Jonestown muy pronto, tras tener noticias del ataque a la misión investigadora.