Agencia EFE (Filipinas), 19.06.2002
El incidente se registró ayer por la noche en la isla de Dinagat, unos 760 kilómetros al sur de la capital Manila, cuando agentes quisieron detener al líder del grupo, Ruben Ecleo, por el asesinato de su mujer en enero pasado. La policía fue entonces atacada por los seguidores de la secta.
Por lo menos 23 personas murieron en la región central de Filipinas en dos tiroteos causados por el arresto del líder de un culto religioso, dijo hoy la policía.
Estos tiroteos fueron uno de los peores estallidos de violencias relacionados con un culto religioso en los últimos años, donde un agente de policía murió y otros dos fueron heridos en el tiroteo.
Por lo menos 16 miembros de la Asociación de Misioneros Benevolentes de Filipinas (PBMA) murieron al enfrentarse con la policía que intentó arrestar a su líder en la isla de Dinagat, en la provincia de Surigao del Norte, dijo el jefe de policía Alberto Olario.
Unos 150 agentes habían ido a detener al líder religioso Ruben Ecleo, quien había sido acusado de asesinar a su esposa en enero pasado.
Ecleo, de 47 años, se entregó poco después a la policía en San José, municipio en el que con anterioridad había servido como alcalde.
Agentes de seguridad irrumpieron en el domicilio de Ecleo después de que el martes pasado, un grupo de hombres armados, supuestos miembros de la PBMA, asesinara a los padres y dos hermanos de la mujer del ex alcalde, en la ciudad de Mandaue, a 590 kilómetros al sur de Manila.
El cadáver de la esposa de Ecleo apareció en avanzado estado de descomposición en el interior de una bolsa de basura en una zona remota de la provincia sureña de Cebú.
Desde entonces, Ecleo se había refugiado en su casa en las colinas de San José, que sirve como cuartel general de la secta, mientras que unos 30.000 miembros del grupo amenazaron con un baño de sangre si se procedía a la detención de su líder.
De acuerdo con Olario, el 90 por ciento de los habitantes de San José, en la isla de Dinagat, son seguidores de Ecleo.