Libertad Digital (España), Jesica Sánchez, 6.04.2024

lan John Miller y Mary Suzanne Luck son los impulsores de un movimiento de carácter religioso llamado Divine Truth (Verdad Divina, en español), que nació en Australia a principios del siglo XXI. Él se presenta como la reencarnación del Jesús, el hijo de Dios. Su esposa, como la de María Magdalena. Y juntos se recorren el mundo -a gastos pagados- organizando eventos y seminarios destinados a difundir sus creencias. Una mezcolanza de ideas y enseñanzas, tomadas del cristianismo y de las creencias de la denominada New Age (Nueva Era), aderezada con un puñado de predicciones apocalípticas.

La pareja se conoce en diciembre de 2007. Según señala la mujer en su blog ‘A lo largo del camino’, «fue el momento más emocionante y aterrador de su vida» porque encontró las respuestas que buscaba pero en ese mismo momento supo que aceptarlas suponía «no volver a encajar». Él le decía que «es Jesús y yo soy María Magdalena», recuerda. Como es lógico, su familia intentó hacerle ver que nada de aquello era cierto y que AJ -como se hace llamar- la estaba manipulando. Pero ella decidió «hacer caso al corazón». Es decir, seguirle y sumarse a su propósito de difundir «la verdad divina».

Su nuevo novio llevaba años preparando el terreno, a tenor de la información que la secta facilita en su página web. En ella señala que «Divine Truth Pty Ltd es una empresa privada con sede en Australia constituida por Alan John Miller que ha estado en funcionamiento desde 2002 con el objetivo de proporcionar educación espiritual gratuita y verdadera en todo el mundo». Por otro lado, vemos que el canal de Youtube -su herramienta de internacionalización- se creó en 2007. De modo que a AJ sólo le faltaba encontrar a la compañera de viaje perfecta. Supuestos ‘Mesías’, ha habido otros. Pero casados con ‘María Magdalena’, sólo él.

En una entrevista concedida a 7News en 2011, el propio ‘Jesús’ reconoció que hubo otra ‘María Magdalena’ (a la que le dijo que era su reencarnación) antes que su actual esposa. El canal realizó una investigación en profundidad sobre el autoproclamado «Mesías» y envió a un experto en la materia -el reverendo David Malliken- a conocer el funcionamiento de la secta sobre el terreno. AJ y Mary aparecen sonrientes y participativos en el reportaje. Era una buena manera de darse a conocer, así que aguantaron estoicamente las acusaciones de su interlocutor. Fueron duramente criticados por la participación de niños en las sesiones en las que el gurú «prepara a sus seguidores para el fin del mundo».

Evolución de la secta

Si nos fijamos en el canal del grupo en la mencionada plataforma de contenidos audiovisuales, podemos ver la evolución del movimiento puesto en marcha por Alan y Mary. Los videos más antiguos que podemos encontrar en este momento fueron subidos en 2011, pero muchos corresponden a grabaciones de eventos ofrecidos por el matrimonio en años anteriores. En concreto, desde 2009. Pero poco a poco van profesionalizando la producción de los mismos y sacando el máximo partido al marketing de la pareja. No hay más que ver que muchos de ellos acumulan decenas de miles de visualizaciones.

En los primeros, Miller aparece mayoritariamente solo y descalzo, vestido de forma sencilla. Muchos de los encuentros se celebraban en un salón de reuniones de Buderim, en Queenslanden. Es decir, aún se movían en su entorno más cercano. AJ ofrecía conferencias en formato «pregunta/respuesta» para satisfacer las dudas de aquellos vecinos que se acercaban a conocer «la verdad divina». La presencia de Mary se intensifica a partir de 2011. En ese momento, la popularidad de la pareja ya había crecido notablemente y los viajes para difundir su mensaje eran cada más frecuentes y más lejos.

En la actualidad, el matrimonio continúa predicando la «verdad divina». De hecho, tienen prevista una gira por Europa y América del Norte este año, si se cumplen los requisitos que exigen para su visita. Sin embargo, han decidido adoptar un perfil bajo a nivel mediático. Probablemente, con el objetivo de evitar los problemas con la justicia. AJ niega ser el gurú de una secta, pero sin duda el movimiento que fundó se ajusta a las dos acepciones que recoge la RAE bajo esa palabra. Es un «grupo religioso que se aparta de la doctrina que se considera ortodoxa» y sus seguidores conforman una «comunidad cerrada de carácter espiritual, guiada por un líder que ejerce un poder carismático sobre sus adeptos».

¿Cómo viven, ellos y el grupo?

Mary critica en su blog a los medios de comunicación por hacer referencia al grupo como una secta y asegura que lo que hacen es enseñar «el camino» a «una forma de vida» basada en «la Verdad de Dios que hemos aprendido de la experiencia personal». «Simplemente deseamos dar el regalo de ese conocimiento a otros para que puedan beneficiarse de él», asegura. También niega que sean una «comunidad», aunque admite que tienen «amigos personales que se quedan con nosotros como invitados» (en su casa), o que se estén enriqueciendo con las donaciones de sus seguidores, que asume con naturalidad.

«Recibimos suficientes donaciones de personas que escuchan, miran, leen o asisten a nuestras charlas, que nos permiten pagar nuestras facturas y vivir un estilo de vida saludable», explica. «Actualmente gastamos más del 80% de las donaciones que recibimos en crear más material de Divine Truth, servicios de intercambio de datos (sitio web, servidores, etc.), mantenimiento de nuestro equipo de grabación y edición y donaciones personales a los voluntarios que nos ayudan».

En consecuencia, llama la atención que lleven desde 2021 sin subir contenidos nuevos a su canal de Youtube. Según publicaron en febrero de 2022 en el blog de Mary, se debe a que hay otras «cosas que tienen nuestra atención y enfoque en este momento». Pero sí han mantenido actualizados los datos de las cuentas bancarias destinadas a recibir donaciones y la relación de gastos e ingresos anuales (que han colgado puntualmente en la web), que -por cierto- siempre arrojan pérdidas. Algunos medios de comunicación, sin embargo, cifran sus ganancias en alrededor de 500.000 dólares al año.

¿Quién es ‘Jesús’?

AJ Miller, como se hace llamar, nació el 10 de marzo de 1963 en Loxton. Una ciudad a orillas del río Murray en la región de Riverlan, Australia. Trabajó como ingeniero informático y promotor inmobiliario. Y fue testigo de Jehová hasta los 33 años. En 1997, se da cuenta de que es «el Mesías». Acababa de separarse de su primera esposa, con la que tuvo dos hijos -Caleb y Tristán-. Poco después, le vinieron a la mente «memorias del siglo I». Según ha compartido públicamente, a día de hoy tiene recuerdos de sus 2000 años de existencia.

Algo de lo que habla sin tapujos a pesar de que es consciente de que muchas personas lo reciben con escepticismo. Él mismo -dice- no comprendió la revelación en su totalidad hasta que se intensificaron sus experiencias místicas a partir del año 2004. «Comencé el proceso de progresar hacia Dios de la misma manera que lo hice en el primer siglo», asegura. Llega a decir que tiene «recuerdos muy claros de la crucifixión» en una entrevista a Sky News, pero -advierte- «no fue tan angustioso para mí como lo fue para otros, como María, que estaba presente».

«Cuando eres Dios no tienes miedo», añadió, «tienes buen control sobre las sensaciones de tu cuerpo y el nivel de dolor que puedes absorber». También presumió de haber tenido contactos con filósofos clásicos como Platón o Sócrates y de haber realizado milagros. «Resucité a bastantes personas, entre ellas a mi amigo Lázaro, que se menciona en la Biblia».

Reencarnación y amor divino

«La Verdad Divina enseña que hay una sola vida para cada individuo, que comenzó cuando Dios creó el alma, y ​​durante el proceso de encarnación esta alma se vuelve autoconsciente e individualizada», argumentan. «Esta vida continúa más allá de la muerte de la persona en la tierra, y ella continúa viviendo y progresando en el mundo o dimensiones espirituales, con oportunidades para aprender y crecer continuamente».

Lleva bien que haya gente no crea que es Jesús, porque -argumenta- ya ha pasado por ahí antes. «Había mucha gente en el siglo I que no creía que yo fuera el Mesías y se ofendieron por lo que dije; de ​​hecho, morí a manos de algunos de ellos», señaló al canal británico, «lamentablemente ellos tampoco aprendieron a amar y mi sugerencia es: aunque no crean que soy Jesús, al menos aprendan a amar».

Su mensaje de «amor divino» -aparentemente inofensivo- ha terminado calando entre sus seguidores, que se cuentan por miles en todo el mundo. Por increíble que parezca, muchos de ellos han abandonado sus profesiones y a sus familias, han vendido sus casas y se han mudado de cerca de la pareja para poder formar parte de su círculo de confianza y asistir a todas las actividades del grupo: (reuniones, almuerzos, sesiones de espiritismo, jornadas de voluntariado, etc.).