El Liberal (Argentina), 19.08.2012
En los últimos tiempos, los profesionales médicos locales advirtieron que creció la consulta de personas que llegan con serios trastornos de salud luego de haber estado recibiendo tratamientos no convencionales recetados por curanderos y falsos sanadores, que acrecentaron su actividad en el medio local. Una situación que genera preocupación ya que muchas veces no se puede recuperar el tiempo perdido antes de iniciar con el tratamiento adecuado.
Si bien el Consejo Médico ni el Colegio de Médicos de Santiago del Estero tienen competencia para actuar contra el ejercicio de esta actividad, sí alertan a la población sobre los perjuicios que ocasionan generalmente los tratamientos o remedios “mágicos” que utilizan estos “sanadores”.
“Sin dudas que generan un perjuicio a la gente, ya sea por tratamientos inadecuados que le hacen mal a la gente, o por la pérdida de tiempo en el tratamiento adecuado mientras están con el curandero. Por demoras en el tratamiento o por indicaciones que no corresponden, están generando muchísimos perjuicios”, sostiene el doctor David Jarma, presidente del Consejo Médico de Santiago del Estero.
Especificó en diálogo con EL LIBERAL que la institución trabaja “en contra del ejercicio ilegal de la medicina’, sobre aquellas personas que dicen ser médicos y que no acreditan tal condición, y que la actividad del ‘curandero’ o ‘manosanta’, que se anuncia como tal, no es competencia nuestra, sí del Ministerio de Salud”.
En este sentido, reveló que el tema fue tratado a nivel regional por las entidades que rigen la actividad médica, ya que la proliferación de los curanderos “no es algo que sucede sólo en Santiago, sino también en muchas provincias de la Argentina”.
“Esto lo hablamos con las autoridades sanitarias porque es un problema de muchos lados. Además, dicen que la atención es gratuita y eso no es cierto, incluso tienen un costo más elevado que una consulta médica. La gente va por una cuestión cultural, que a veces depositan la fe equivocadamente ahí, porque ni siquiera es una cuestión de costos”, analizó.
Consultas
Por su parte, el doctor Franco Gianonni, presidente del Colegio de Médicos, aseguró que siempre se trata de detectar cualquier tipo de situación irregular en el ejercicio de la medicina para informar el Consejo Médico que es el que actúa en consecuencia, aunque al igual que el doctor Jarma, admitió que no se tiene competencia sobre los denominados ‘manosantas’.
Al mismo tiempo, reconoció que a diario se atienden en los consultorios a pacientes que llegan con problemas ocasionados por los tratamientos alternativos, de dudosa efectividad y sin sustento científico, a que se someten en manos de los curanderos.
“Siempre apuntamos a detectar este tipo de situaciones para denunciarlas ante el Consejo Médico que es el organismo que tiene que llevar adelante las actuaciones ante la Justicia. Somos una entidad que si bien no controlamos el ejercicio de la profesión con respecto al ejercicio ilegal de la medicina, somos los que detectamos este tipo de situaciones, generalmente por la denuncias de las personas, que han sido sometidas a tratamientos que no son aprobados por los organismos oficiales que regulan la actividad, ejercidos por personas que no son idóneas para la materia”, especificó el doctor Giannoni.
Apuntó luego que los médicos santiagueños reciben frecuentemente en los últimos tiempos “pacientes que hicieron tratamientos alternativos, que en la consulta relatan que han estado recibiendo determinadas sustancias para el tratamiento de algo que no ha sido científicamente comprobado pues son tratamientos empíricos, que no tienen ningún sustento científico”.
“Hay gente que concurre al curandero para que lo cure de la culebrilla, como se conoce vulgarmente a un tipo de herpes que si no es tratado como corresponde puede resultar mortal. También están haciendo tratamientos alternativos para las vías respiratorias. Nosotros vemos mucho en la parte asistencial de gente que ha estado tomando sustancias desconocidas, para el reuma, para el asma, para infecciones cutáneas, y es algo que se ha hecho frecuente, casi cotidiano en los consultorios. La medicina alternativa no es medicina”, concluyó.
Ofrecen soluciones mágicas que son inexistentes
Aunque estas prácticas tengan una condena social, es la misma presión de la gente la que permite que continúen. A pesar de ser una decisión individual, el recurrir a prácticas de curanderismo tiene una incidencia colectiva. Según los especialistas, el curandero escucha los problemas del enfermo, y el éxito de sus tareas se basa en que considera el aspecto psicológico y dice dar soluciones concretas a situaciones de la vida cotidiana.
Pero el rasgo más significativo de los curanderos, es la práctica de la oración y la fuerte fe en Dios, creen que los malos espíritus quieren apoderarse de las personas si tienen la sangre débil, y por eso hay que vencerlos.
La pregunta es: ¿surge como una alternativa frente a la “deshumanización” de la medicina ortodoxa, o simplemente es un negocio que especula con la sensibilidad de la gente?. Para algunos sacerdotes, los curanderos “juegan y se aprovechan de la fe de la gente”, que mucha veces acude desesperados ante un problema grave de salud, con la esperanza de recibir una solución ‘mágica, que no existe.
“Es cierto que existe la fuerza mental y de fe para aliviar algunos dolores, esta debe ir ligada a lo científico, no se puede dejar de lado ese punto, porque nuestra fuerza espiritual sirve para ayudarnos a sobrellevar estas situaciones difíciles, pero por sí solas no solucionan nada. Los curanderos les hacen creer que ellos tienen la capacidad de solucionarles por completo el problema, y sacan provecho de la desesperación de la gente que no sabe discernir esto”, aseguran.
Un antecedente que causó conmoción en Santiago
El pasado jueves 4 de abril un niño de cuatro años ingresó en grave estado al Hospital Zonal de Las Termas de Río Hondo, luego de que se desmayara en el patio de su casa de la localidad de El Charco. El profesional que lo recibió, consultó a una tía del pequeño si se le estaba suministrando algún medicamento, y la mujer indicó que le estaban dando unos preparados a base de ‘yuyos’ y ‘remedios’ que le había indicado un curandero que estaba curando al niño de ‘la paletilla y el empacho’. Esto le habría provocado vómitos y no consumía alimentos desde hacía dos días.
Pero según lo manifestado por médico, por el estado que presentaba el menor, llevaba al menos cinco días con vómitos y sin ingerir alimentos.
Al momento de ingresar al hospital de Las Termas el menor presentaba el siguiente cuadro: desnutrición aguda, deshidratación grado cuatro, en estado de coma, hipotérmico, con hipotensión arterial, arritmia cardíaca y rigidez muscular difusa. Se procedió a la canalización e intubación, para ser luego derivado de urgencia al Cepsi donde quedó internado en grave estado.