Urgente 24 (Argentina), 25.07.2012

Pocos saben acerca del origen del calendario maya que supuestamente augura el fin de la cuenta larga y el inicio de una nueva era para la humanidad. Lo cierto es que el calendario de las 13 lunas, lejos de ser alguna tradición milenaria maya, es un invento sincrético del profeta new age José Argüelles (fallecido en 2011). Hoy millones de personas celebran el Día Fuera del Tiempo (año nuevo) de ese calendario sin saber que en realidad responden a una mera fantasía.

El Día Fuera del Tiempo es un día basado en el calendario maya y el calendario de las trece lunas en el cual el último día es llamado de esa manera basándose en una administración del tiempo en el que cada mes tiene exactamente veintiocho días o cuatro semanas perfectas para cada luna.

En este calendario, de acuerdo a la página Caffix, «cada día de la semana de cada mes es exactamente el mismo en cada mes. Esto hace 52 semanas perfectas al año. Pero, como puedes ver, 13 x 28 ó 52 x 7 es igual a 364. ¿No hay 365 días al año? Correcto. En el calendario 13 Lunas, ese día número 365 del año no es un día de la semana ni del mes. Es el Día Fuera del Tiempo. De esta manera, el calendario 13 lunas permanece perpetuo.»

Cabe destacar que este calendario no inicia ni termina a la par del calendario que utilizamos.

Celebrado durante los últimos diecinueve años cada 25 de julio, «el Día Fuera del Tiempo se ha convertido en un festival, sincronizado a nivel mundial, de creatividad humana sobre la Tierra en sintonía con un Nuevo tiempo–el calendario de Trece Lunas de 28 días. La filosofía del Día Fuera del Tiempo es «El Tiempo es Arte». El principal emblema del Día Fuera del Tiempo es la Bandera de la Paz. El Día Fuera del Tiempo es una convocatoria a los artistas y gente creativa de todo el mundo para crear un día completo de celebración a la vida, el amor, el arte y el perdón universal, marcando una nueva era de paz y armonía y el nacimiento de una Tierra Galáctica renovada», según información de 13lunas.net

Contrario a lo que suele creerse, el popular calendario maya de las 13 lunas poco o nada tiene que ver con las tradiciones aborigenes mesoamericanas.

Inicialmente, el caledario estaba incluído en un complejo juego esotérico new age llamada Telektonon, que era una especie de «tecnología» para aprender telepatía. En el juego se mezclaban diferentes disciplinas esotéricas como el IChing, las piedras runas y las figuras crísticas de Jesús, Buda o Mahoma.

Todo el juego fue producto de la imaginación de José Argüelles, fallecido el año pasado y venerado por los seguidores del calendario como una suerte de profeta. Argüelles desarrolló en 1989 la teoría sobre la Ley del Tiempo, que establece que el tiempo es la frecuencia de sincronización universal.

Alcanzó notoriedad por su papel en el movimiento Convergencia Armónica y su libro sobre el misticismo del calendario maya, El factor Maya. Tras el éxito financiero que obtuvo, publicó junto con su esposa Dreamspell: El viaje de la tierra en 2013.

Presidente de la Fundación para la Ley del Tiempo, creada en el año 2000, propone el uso del calendario de Trece Lunas de 28 días como el instrumento para armonizar a los seres humanos con la biosfera.

Aunque Argüelles indicaba que sus herramientas y su calendario no son exactamente un calendario Maya, las críticas a su modelo se centran en el hecho de que sus trabajos no tienen el apoyo de ningún experto sobre cultura maya.

Entre las muchas críticas, se indica que la interpretación simplemente recoge una tradición antigua modificándola en una Edad distinta en términos desconocidos, inusitados e indocumentados entre los mayas. Es más, el calendario de Argüelles se basa en una cuenta diferente al calendario maya tradicional. Como el matemático Michael J. Finley observa:

Dado que el calendario Haab maya es de 365 días y no tiene ninguna disposición para años bisiestos, su fecha se desfasa con el calendario gregoriano un día cada cuatro años. El comienzo del año de Arguelles está fijado el 26 de julio, y su cuenta de días parte del haab tal como era conocido por los escribas mayas antes de la conquista española. Arguelles asegura que el calendario de trece lunas está sincronizado con el calendario moderno. Claramente, eso no es así.

Su calendario tampoco se sincroniza correctamente con el tradicional maya. Por ejemplo, en la cuenta tradicional el 1 de enero de 2005 sería 5 Muluk, mientras que en el calendario de Argüelles es 2 Etznab.4

Por otra parte su sistema, que se inserta dentro de la llamada tendencia «New age» emergida del Instituto Esalen en los años 1960, es una amalgama sincrética de elementos de la tradición maya con pedazos de hinduismo, IChing, runas escandinavas (Futhark), las teorías del Planeta X-Nibiru, mecánica cuántica sobre-simplificada, geometría sagrada y trozos de la subcultura de la espiritualidad «alternativa» estadounidense.

A causa del alto sincretismo de su obra, Argüelles está lejos de ser considerado seriamente entre los círculos académicos que estudian las civilizaciones precolombinas. Súmase a ello el hecho de que Argüelles se ha autoproclamado profeta y reencarnación de Pacal Votan, asumiendo el nombre de «Valum Votan» para presentarse ante su audiencia.

La obra del autor presenta elementos sospechosamente coincidentes con citas del Corán, del Yi-Qing y de la Biblia revestidas de un lenguaje similar al empleado en muchas novelas de ciencia-ficción de corte galáctico. Su constante uso de distorsiones de conocimientos científicos probados para validar sus tesis es otro de los puntos por los que la comunidad académica le ha ignorado.

También se le ha criticado por sus cálculos sobre el final del mundo previsto para el año 2012.