Montevideo (Uruguay), 11.06.2015

Con carteles con escenas de sexo explícito e imágenes sagradas, parlamentarios de la bancada evangélica interrumpieron la votación de uno de los puntos de la reforma política brasileña (un análisis sobre la no obligatoriedad del voto) en el plenario de la Cámara, y se despacharon con una manifestación «indoor» contra la presunta «profanación de la fe» ocurrida el pasado domingo en la ciudad de Sao Paulo.

Con la cámara presidida por el también evangélico Eduardo Cunha, decenas de parlamentarios se adentraron en la sala al grito de «respeto» y «familia», según informa el periódico Folha.

Los manifestantes rodearon los asientos del resto de los legisladores y se subieron a las mesas y gradas del plenario. Tomados de la mano, rezaron el Padrenuestro en voz alta y coronaron la oración con un estentóreo «Viva Jesucristo».

Autor de un proyecto de ley que convierte en «crimen nauseabundo» la profanación de símbolos religiosos ya la discriminación religiosa (que él llama «Cristofobia»), el diputado Rogerio Rosso aprovechó la ocsió para soltar un discurso, afirmando que los manifestantes pro LGTB «están logrando lo que nadie imaginaba: unir a todas las religiones». Otros diputados evangélicos también hicieron uso de la palabra para condenar el «desfile gay».

Al final del acto, el diputado Roberto Freire del PPS, protestó por el acto, que en ningún momento fue reprendido por el presidente de la institución.

«Respeté la manifestación, pero no puede haber ningún tipo de rezo en el plenario, hay que respetar el plenario».

«Vamos a respetar la República laica brasileña», enfatizó, Freire, abucheado por los evangélicos.