ABC (España), Montse Serrador, 21.04.2015
Faltan semanas para que se celebre, pero ya hace tiempo que no hay plazas. Noventa personas han formalizado su inscripción, aunque se han quedado fuera al menos medio centenar. Se trata de un «retiro de sanación», un encuentro que se realizará en el Centro de Espiritualidad de Valladolid los próximos 15, 16 y 17 de mayo y que estará dirigido por el sacerdote canadiense Ghislain Roy, muy conocido entre los seguidores de la Renovación Carismática Católica y especialmente entre quienes buscan reconfortar el espíritu bajo el paraguas de la fe católica.
Noventa personas, tanto sacerdotes como laicos, se han apuntado ya a este retiro, si bien otros 40 se han quedado fuera de participar en unas jornadas que han levantado mucha expectación en la capital vallisoletana. No en vano, Ghislain Roy es conocido como sanador, predicador y, también, como exorcista. De hecho, son muy comentadas algunas de sus prácticas para «liberar» a jóvenes del demonio, según sus propias palabras. El hecho de que en Valladolid, precisamente, haya sido imputado judicialmente un sacerdote por practicar hasta 13 exorcismos a una joven burgalesa ha hecho aumentar el morbo de unas jornadas que han propiciado un interés inusitado.
En cualquier caso, el director del Centro de Espiritualidad, Julio Alberto de Pablos, insiste en que es un retiro dedicado a la oración, a la meditación y a la alabanza, con exposición del Santísimo y eucaristías, además de las propias charlas que dé el sacerdote canadiense. No hay un programa cerrado, entre otras cosas porque es el padre Ghislain Roy el que las dirige y «cada una es distinta».
En la misma línea se expresa el vicario de la Diócesis de Valladolid, Luis Argüello, quien insiste en que se trata de una actividad más centrada en la oración y «en la necesidad que tienen muchos católicos de hacer vida de fe». Sin querer hacer hincapié en otros aspectos relacionadas con las características del propio director del retiro, como es su condición de exorcista, Argüello mantiene que con estas jornadas se dan respuesta a la petición de muchos creyentes de contar con este tipo de jornadas, siempre orientadas a la meditación y la oración, interpretando la palabra «sanación» como la búsqueda de paz interior a la que se llega a través del Espíritu Santo.
El vicario de la Diócesis vallisoletana reflexiona sobre el hecho de que cada vez son más las los centros zen, de terapia o de coaching que ofrecen esa supuesta paz interior. También los católicos demandan tiempos de meditación, siempre en un contexto de fe y oración. A eso se suma el hecho de que cada vez son más las personas que piden una Iglesia más «cálida», especialmente los creyentes hispaniamericanos, que buscan más y más largas celebraciones. Con este tipo de retiros, insiste, se da respuesta a quienes necesitan una mayor espiritualidad y un vivir la fe de manera más intensa.