La Vanguardia (España), Raquel Mateos, 29.06.2014

Imponer las manos sobre alguien es un gesto de interpretación diversa. En la religión católica, por ejemplo, la simbología ha sido extensa en la Biblia atribuyendo a Jesús y a los apóstoles propiedades sanadoras en este gesto. Salvando las distancias, y aterrizando en nuestro siglo, la imposición de manos forma parte de la técnica del Reiki (energía vital universal, en japonés), una terapia energética reconocida por la misma Organización Mundial de la salud y que algunos centros hospitalarios están usando de forma experimental para tratar a sus pacientes.

A pesar de la falta de informes de calidad para evaluar la eficacia de las terapias médicas no convencionales, esto no significa que no sean eficaces. Es una de las conclusiones a las que llegó el Ministerio de Sanidad hace ya más de dos años en el único documento oficial sobre terapias naturales que identificaba y analizaba 139 técnicas en este ámbito. Este criterio ha servido a algunos centros privados y públicos de nuestro país para iniciar algunas experiencias que no han tenido mucha publicidad.

Dar cariño a los pacientes
Mientras que en otros países como Estados Unidos o el Reino Unido existen centenares de centros hospitalarios donde se combinan los tratamientos convencionales con los energéticos, en España las iniciativas van a paso de tortuga. “En oncología existen estudios en los que la tolerancia a la quimioterapia es mayor en pacientes a los que se les da cariño en el ambiente”, explica el doctor Mariano Provencio, oncólogo del Hospital público Puerta de Hierro de Madrid. En su hospital hace tres años que los enfermos de cáncer tienen la posibilidad de recibir Reiki.

La iniciativa forma parte del programa de atención al paciente y la llevan a cabo voluntarios de la Fundación Sauce. Sirve para “rellenar una serie de espacios en blanco y hacer más llevadera su vida” explica el doctor. “Desde el principio quedó claro que no había una terapia complementaria para tener mejores resultados terapéuticos, pero los pacientes están encantados”, añade.

En Catalunya, también se llevan a cabo experiencias en dos hospitales públicos. En la Vall d’Hebron, los voluntarios de la Associació Reiki Catalunya aplican la terapia a diario en pacientes del hospital materno-infantil desde el año 2008, siempre bajo demanda del mismo paciente y si su médico está de acuerdo. “Estamos muy satisfechos”, explica Isabel Defez, presidenta de la asociación. Sus voluntarios también colaboran desde hace un año con el Hospital Clínic aplicando Reiki a pacientes oncológicos.

Seguir el modelo americano
En la iniciativa privada, se ha importado el modelo norteamericano del reconocido hospital MD Anderson Cancer Center de Houston, que tiene un departamento de medicina integrativa donde usan el yoga. Ésta es la terapia natural más conocida por los españoles según un estudio del Observatorio de Terapias Naturales, y la escogida en Hospitales San Roque de Las Palmas de Gran Canaria. “Aplicamos el Yoga tibetano de la tradición Bön, la nutrición, la actividad física, el masaje terapéutico, la acupuntura y técnicas de relajación, psico-neuro-inmuno-endocrinología y medicina mente-cuerpo”, detalla a la Vanguardia.com el doctor Juan Carlos Durán, cirujano vascular y director de la Unidad de Medicina Integrativa del centro, creada en julio del 2013.

“Lo hacemos para pacientes con dolencias crónicas, pero sobretodo para pacientes con cáncer”, explica Durán que denuncia que “la sanidad pública está manejada por gente que tiene mucho miedo al cambio o que simplemente son incrédulos a pesar de la evidencia científica”, y cita también las experiencias de otros hospitales americanos de renombre como Sloan Kettering de Nueva York, donde aplican Healing Touch o terapia energética.

Esconderse de los demás
El recelo entre colegas de profesión respecto al uso de las terapias no convencionales es tangible. “Quiero revelar que hay médicos que realizan prácticas complementarias en beneficio de los pacientes que no lo comentan con otros colegas de profesión ni incluso con sus propios pacientes”, asegura el doctor Durán, que participará junto a otros facultativos en el segundo Symposium de Médicos y Sanadores que se celebra en Barcelona este fin de semana y donde el 40% de los inscritos son médicos.

La filosofía de este congreso es tender puentes entre la medicina integrativa y la convencional. Por ello, se presentarán los resultados de los estudios de un amplio abanico de enfermedades a cargo de más de 30 equipos multidisciplinares de investigación, desde patologías cancerígenas a traumas psicológicos, por ejemplo. “La finalidad es el estudio de diferentes patologías bajo el control médico con un protocolo lo mas empírico posible, combinando la medicina convencional y las terapias complementarias” explica el doctor Francisco Barnosell, presidente del Symposium.

Una puerta a los terapeutas
La cita entre médicos y sanadores dará a muchos profesionales la posibilidad de explicar sus habilidades. En España hay unos 10.000 terapeutas según la entidad nacional que los ampara. “Siempre nos preguntan dónde está la aplicación científica. Si lo hace un profesional de las terapias no tiene credibilidad, pero si lo hace un médico, sí”, se queja José Luis Vallejo, vicepresidente de la Asociación de Profesionales de las Terapias Naturales.
Entre las trabas para ejercer su profesión, hay que destacar que no existe un registro fiable del número de personas que realizan prácticas de terapias naturales, ya que tan sólo necesitan estar dados de alta en Hacienda para poder ofrecer sus servicios.

Dejar de trabajar aislados
Muchos de estos profesionales desearían poder colaborar en equipos integrales codo a codo con médicos. “Me llegan personas que están en tratamiento por su médico, pero yo no lo conozco. Y si la persona se cura o mejora, ni se atreve a decirle nada. Si pudiéramos colaborar, sería más fácil porque permitiría contrastar resultados y dar al paciente más equilibrio, calidad de vida y acompañarlo en el tratamiento”, cuenta Isabel R. Estrada, una terapeuta con más de 15 años de experiencia en el trabajo de una técnica combinada basada en una parte científica, el digitoanálisis, y una energética, la bioenergía.

El 70 por ciento de los médicos españoles recelan de la medicina alternativa
España es un auténtico desorden en la práctica de las medicinas alternativas y complementarias. Lo demuestra la falta de interés por este tipo de terapias en la profesión médica, la profusión de profesionales no sanitarios que las practican y la ausencia total de regulación por parte del gobierno español a pesar de las recomendaciones del Parlamento Europeo. Sólo 16 de los 52 colegios de médicos consultados por La Vanguardia.com tienen alguna sección de homeopatía, acupuntura o naturopatía. Una práctica, además, que es ejercida con reticencias entre los mismos profesionales médicos y bajo la tutela del consejo general de la profesión que pone barreras legales y tacha de charlatanes a cualquier profesional que no tenga un título de médico bajo el brazo.

Falta de demanda colegial
El incremento en el uso de las terapias no convencionales es innegable, y existen estudios que demuestran que las personas que recurren a las medicinas alternativas y complementarias son personas que ya han seguido durante un largo tiempo la medicina alopática convencional. Sin embargo, las opiniones mayoritarias entre la profesión médica apuntan a la ausencia de demanda por parte de los mismos colegiados.

En Almería, por ejemplo, nunca han pensado en crear ninguna sección y “ni la han pedido los colegiados”, comentan. Lo mismo ocurre en Burgos, Cáceres, Ciudad Real, por poner nombre algunas ciudades de entre las tres decenas largas de colegios médicos que no albergan espacio para lo que no sea las tradicionales especialidades médicas de toda la vida. Las justificaciones son escuetas: “hay una idea bastante generalizada de que es una medicina en muchos casos sin evidencia científica demostrada”, añaden desde Almería. “No está regulado”, argumentan desde Málaga. O “son pocos los médicos que hacen alguna cosa, no tenemos registro”, apuntan desde Salamanca.

No renunciar a ser médicos
En el polo opuesto, encontramos casos como el de Asturias, donde su colegio de médicos cuenta con la segunda sección de acupuntores, homeópatas y naturistas más antigua de España,. Aunque sólo la practican unos 70 de los 5.200 colegiados, ya hace más de 20 años que defienden este tipo de medicina. “Nunca renunciamos a ser médicos, pero tenemos un arsenal terapéutico más amplio para el paciente que el resto de compañeros”, explica el doctor Francisco Fernández-Guisasola, presidente de esta sección colegial.
Otro ejemplo. Este año en Baleares han empezado a acreditar las habilidades de los médicos que practican medicina naturista. “Hay quiénes llevan mucho tiempo haciéndolo y avalaremos su trabajo con estas terapias”, asegura el presidente del colegio balear, el doctor Antonio Benassar, quien también admite que la medicina más empírica “lo mira con indiferencia” porque “los médicos que no las practican creen que son terapias nulas desde el punto de vista científico”.

La incomprensión se percibe desde Barcelona como un “problema de desconocimiento”, según el doctor Pedro Ródenas, presidente de la sección colegial de médicos naturistas. En el colegio barcelonés, por el volumen de colegiados (unos 31.000) existen tres secciones diferentes. El Dr. Ródenas atribuye este problema de falta de información al “vacío administrativo y formativo durante muchos años sobre este criterio”. “A los médicos no nos han formado en la atención al paciente terminal, ni en dietética, por ejemplo”, añade, y afirma que “la sanidad pública y la formación de los profesionales está muy bien dirigida a dar a conocer la enfermedad, pero los profesionales de salud, no saben de salud”.

Cruzada contra lo alternativo
Los médicos que se dedican a las terapias no convencionales saben que “el mundo académico en lugar de investigar, niega incluso que existan”, denuncia este doctor, que además constata que “estamos viviendo un retraso en conceptos médicos. Soy director docente de un Master en medicina y enfermería naturista tras la tercera edición la Universidad Autónoma de Barcelona se retira, y la Universidad de Barcelona, lo cuestiona”. “Los apoyos han disminuido. Hay una especie de cruzada, un paso hacia atrás”, concluye. En relación al aumento en el uso de las terapias alternativa, el doctor Ródenas asegura que “la sanidad no se dedica a promocionar la salud, sino a esperar a que llegue la enfermedad y a tratarla. Es una política sanitaria que hace aguas, por eso la gente busca otras cosas”.

Lo único que une a médicos de uno y otro lado del puente, es la defensa de la profesión en el ejercicio de este tipo de terapias, y la necesidad de una regulación legal y educativa eficaz.

Charlatanes y curanderos
En este sentido, y a pesar de que cada colegio médico sigue su propio ritmo, recientemente la Organización Médica Colegial (OMC) ha publicado una declaración para calificar las prácticas de Medicina Naturista o Naturopatía como Terapias-Técnicas no convencionales. El documento deja bien claro que no es un tipo de medicina y todas las personas no Sanitarias, es decir sin ninguna titulación, que la practiquen tendrán la consideración de “intrusos, curanderos y charlatanes”.

La OMC se ha puesto de acuerdo por primera vez para “defender un sistema nacional de salud que se basa en la medicina que conocemos, la científica”, recuerda el doctor Jerónimo Fernández, vicesecretario de esta institución médica, desde donde se reclama a la administración que resuelva el tema de una vez por todas porque “es paradójico que se legisle sobre productos homeopáticos cuando el colectivo que los usa no está regulado”, añade. De hecho, esto evitaría “estigmatizar” a algunos profesionales y a asegurar aún más que “la sociedad esté bien informada de las consecuencias que tiene no comentar con su médico otro tipo de intervenciones que pueda hacer”, advierte este facultativo que también demanda “estudios más fiables y con buen sustrato”.