La Segunda (Chile), 1.12.2008

La policía chilena sospechó recientemente de un exitoso «tour espiritual» que se ofrecía en el Cajón del Maipo… los «terapeutas» producían mescalina, una potente droga que se obtiene del cactus San Pedro, para ofrecerla a sus clientes. Mientras la justicia investiga el denominado «ritual de ingesta», el diario La Segunda fue en busca de otras ofertas de tipo esotérico a esa zona precordillerana.

Hay muchas. Pudimos comprobar en terreno que -tal como el Valle del Elqui o el lago Villarrica- esa zona de Santiago se está convirtiendo en un importante foco de ofertas místicas y alternativas. «El eje energético de la Tierra está apuntando hacia el Cajón, por eso tanto interés», aseguró uno de los oferentes de esoterismo.Todos los entrevistados aseguraron que logran potentes resultados, y sin «ningún tipo de drogas».

Revelaciones de los ángeles

Los ángeles tienen respuestas y soluciones para nuestros problemas… la clave está en saber comunicarse con ellos. Así lo creen en el Templo Angélico «Om A Hum», que funciona como «punto de encuentro y conexión con todas las jerarquías celestiales», señala su directora, Fanny «Luz» Carrasco. Si bien el centro esotérico está ubicado en Providencia, Fanny dice que «es en nuestras visitas periódicas al Cajón del Maipo donde conseguimos una comunicación más directa y nítida con los ángeles».

Asegura: «Las manifestaciones divinas que, además de los ángeles, incluyen al propio Jesús y a su madre, se consiguen en estados de profunda quietud, de recogimiento y armonía». Se trata, añade, «de una conversación cara a cara con ellos, que bajan desde el cielo en forma de pequeñas luces que nos rodean e interactúan». Para el ritual pintan una estrella con tiza en el suelo, alrededor de una fogata. Cuentan asimismo con un sistema de gráficos y péndulos que «facilitan la invocación al ‘yo superior’ (…) Y no utilizamos drogas ni ningún tipo de alucinógenos. Esto es una instancia 100% sobrenatural», asegura Fanny. Los resultados de las terapias angélicas son «sorprendentes», garantiza.

Regresión a vidas pasadas

Hace 20 años que vive en el Cajón del Maipo. «Este precioso lugar tiene una energía especial, es algo completamente inexplicable e inspirador», asegura. El canadiense Tom Heckel atiende en su casa a quienes lo contactan para que les vea sus vidas pasadas. «Algunos guías espirituales lo ayudan a uno a hacer regresiones para que cada uno vea su pasado. Yo, en cambio, ‘leo’ sus vidas y se las relato», cuenta.

La denominada «lectura psíquica» ayuda «a los pacientes a que encuentren orientación (…) Yo puedo, mediante mi don, aconsejarles otro tipo de terapias para problemas de salud físicos o psicológicos». Heckel complementa su trabajo como sanador dictando clases en la Escuela de Psicología de la Universidad Diego Portales, y organiza talleres de desarrollo personal y espiritual en el Café Literario de Providencia.

Terapias «reconectivas» del ADN

El lugar es un verdadero paraíso: las cabañas están dispuestas en torno a la piscina, en medio de un tranquilo jardín. El centro «Ribera del Maipo», es un oasis de relajo y desconexión con el ruido de la ciudad. «Y desconectar de la bulla -en palabras de Joaquín Paulen, regente del centro- permite realizar ‘sanaciones reconectivas’ para incorporar nuevos códigos al propio ADN». En palabras más sencillas, la técnica busca apaciguar el cuerpo y el alma «para quitar alteraciones de conductas, desequilibrios, stress y cansancio acumulado».

La terapia la ideó Eric Pearl, un norteamericano que en 1993 -relata entusiasmado Paulen- descubrió que poseía un «don»: inexplicablemente le comenzaron a sangrar las manos, tras lo cual se dio de cuenta que podía curar enfermedades relacionadas con el sida, las malformaciones de nacimiento y la deformidad de los huesos. Enrique Paulen, hermano de Joaquín, es discípulo de Pearl y atiende a pacientes en las instalaciones de «Ribera del Maipo». Cada sesión vale $50.000.

El centro también es un lugar de relajación donde ofrecen alojamiento, terapias florales, biodanza, Tai Chi y radiestesia. Aseguran que «en el Cajón del Maipo se ha producido un desplazamiento del eje energético de la Tierra, lo que facilita todo tipo de terapias naturales».

Chileno que aprendió kabbalah inaugura centro de meditación y yoga

El chileno Jaime Hidalgo vivió 19 años fuera del país «interiorizándose acerca de un montón de terapias alternativas». En su paso por el centro «Las Pirámides» de Guatemala conoció a la alemana Christine Hübner, con quien decidió montar el centro «Dhammapura» -que significa «Ley del Universo», en sánscrito- en la zona de San Alfonso, del Cajón del Maipo.

Hidalgo aprendió kabbalah, una de las principales corrientes místicas derivadas del judaísmo, además de técnicas de meditación, mantras, terapias de silencio y de observación mutua. «Todas esas cosas queremos implementarlas también aquí», dice Hidalgo. La inauguración del centro está agendada para el próximo 16 de diciembre.

La pareja de terapeutas cuenta que están «acostumbrados a vivir fuera de las ciudades» y que por esa razón «decidieron instalarse en el Cajón del Maipo (…) Es un lugar tranquilo, lejano al ruido y a los problemas de Santiago». Las sesiones de yoga y esoterismo tendrán un valor de $20.000 por hora. Mientras, antes de abrir el centro, están ofreciendo clases en otros recintos, como la reconocida «Cascada de las Animas», uno de los centros turísticos más grandes de la zona.

Christine, por su parte, practica la reflexología: «Todas las partes de nuestro cuerpo están conectadas a unos puntos específicos de las plantas de los pies. Con masajes estimulativos se pueden hacer curaciones casi instantáneas», explica la extranjera, mientras le sobajea los pies a Jaime.

Biomagnetismo y terapias Osho

Por $15.000 se puede disfrutar de un día de absoluto relax, con hidromasaje, sauna, piscina y almuerzo. Jacqueline Ardouin y Rodolfo Tello son los dueños del Spa «El Canelo», un escondido parador del Cajón del Maipo donde, además, se ofrecen terapias alternativas de todo tipo. «Junto a Mukti, una amiga y socia, organizamos mensualmente meditaciones de Osho (maestro espiritual hindú) a través del cual conseguimos hacer catarsis (…) Bailamos, gritamos, improvisamos con el lenguaje, y con eso conseguimos liberarnos de trancas o problemas», cuenta Jackie.

En «El Canelo» también se pueden recibir masajes de relajación, y sesiones de biomagnetismo, una técnica que equilibra las energías del cuerpo a través del uso de imanes. «Con esto se curan todos los virus, bacterias, hongos y parásitos», garantiza Tello. Otras actividades contemplan ejercicios de concentración alrededor de una vela. Y así, de paso, «se pueden purificar los lagrimales, porque se llora muchísimo».

Sonidoterapia para liberar del stress

Luzclara -quien asegura que ya «abandonó» su nombre Judith Camus- es líder ceremonial y terapeuta de sonidos sagrados. Según cuenta, ha dedicado su vida «a la sanación de mí misma, de la Madre Tierra y de todos sus seres». En los últimos 20 años ha estado trabajando con las energías femeninas en el planeta usando métodos ancestrales de ritual y magia. A La Segunda explica que sus sesiones son naturales «y nada tienen que ver con drogas».

La aprendiz de machi consigue «altos niveles de relajación a través de sonidos naturales y sagrados (…) Así se puede combatir, por ejemplo, el stress». Sus sesiones, sin embargo, son sólo para mujeres. Y sus enseñanzas provienen de la instrucción que le han dado varios guías indígenas. La terapeuta tiene una especial amistad con Beto Cuevas, con quien ha compartido experiencias musicales y colaborado con algunas de sus canciones.

La ayuda de los extraterrestres

Maike Sierra dice que tiene un don. Según asegura, ha estado «en varias oportunidades en contacto directo con OVNIS, con experiencias físicas, en las montañas de Cajón del Maipo». La «predilección» que, tal como dice, los extraterrestres tienen con él le permite hoy practicar «terapias de sanación con las que incluso, como un fenómeno inexplicable para las leyes de la Tierra, he curado un cáncer».

Maike es el líder de «Evento OVNI», un grupo de amigos y curiosos por el fenómeno que se reúnen a compartir experiencias y buscar contacto con seres de otros planetas. «Hemos visto naves a poca distancia, algunas tienen la tradicional forma de platillo, algunas poseen forma de huevo o de trompo… otras tienen una consistencia energética». Según Sierra, «necesitamos abrirnos a conocer el fenómeno: Chile es privilegiado en cuanto a avistamientos, hay 2 a 3 diarios, pero somos los que más nos reímos del tema».

Su archivo fotográfico es todo un récord: «Tengo más de cien mil fotografías de OVNIS que estoy analizando científicamente para descartar las que son explicables (…) Es que poseo una especie de extraño poder: si levanto mi cámara de fotos y saco una, aunque no lo busque, aparece un OVNI retratado». El 13 de diciembre tuvo lugar el encuentro anual de «Evento OVNI», para el que seguían abiertas las inscripciones. ¿Dónde se realizó? La respuesta cae de «Cajón»… del Maipo.