Debate (Uruguay), Helen da Silva, 28.04.2025
Las redes sociales están arrasando con todo, y la religión no es la excepción. Si alguna vez pensaste que el altar y la iglesia eran los únicos lugares donde se vivía la espiritualidad, pensalo de nuevo. Hoy, los feligreses tienen a su alcance sermones en vivo, grupos de oración online, y hasta páginas que ofrecen contenido religioso que se comparte como memes. La fe está en todas partes, incluso en el scroll interminable de Instagram.
De acuerdo con un informe de Pew Research, el 46% de los adultos en Estados Unidos dice que usa internet para consumir contenido religioso o espiritual. Y no solo se trata de las grandes congregaciones; pequeñas comunidades también están ganando terreno en plataformas como Facebook, YouTube y TikTok, donde los usuarios pueden conectarse sin moverse de su lugar. Pero, ¿es esto una bendición o una tentación del diablo?
La ‘religión influencer’: cuando la fe se hace viral
¿Quién no ha visto alguna vez un video corto de una predicación o reflexión espiritual que se hace viral? Los influencers religiosos están en auge, y aunque algunos se han hecho conocidos por sus mensajes inspiradores, otros levantan muchas cejas. En un mundo donde la apariencia lo es todo, se está poniendo en juego la verdadera esencia de la religión.
Según datos de The Atlantic, muchos de estos influencers son capaces de movilizar a miles de personas en una sola publicación, pero hay quienes argumentan que estos líderes de fe están más enfocados en sumar seguidores que en promover un mensaje genuino. Las críticas surgen especialmente cuando las publicaciones parecen diseñadas más para generar likes que para inspirar una verdadera reflexión espiritual.
Los peligros de una fe de «un solo clic»
Aunque las redes sociales tienen la capacidad de acercar a los creyentes, también hay un lado oscuro. La facilidad con la que se accede a contenido puede llevar a una experiencia religiosa superficial. Se compartieron estadísticas del Barna Group, que indican que muchos jóvenes prefieren conectarse con su fe a través de plataformas digitales, pero a menudo esto no se traduce en una vivencia profunda de la espiritualidad.
La religión en redes sociales, a pesar de sus ventajas, puede perder el componente de comunidad. Los templos o iglesias, con su contacto físico, fomentan un sentido de pertenencia que las plataformas virtuales no siempre logran replicar.
La opinión de expertos: ¿la religión en redes sociales es algo positivo?
Los expertos están divididos. Algunos consideran que las redes sociales ofrecen una gran oportunidad para evangelizar y llegar a más personas, mientras que otros creen que estamos frente a una «distorción espiritual». Por ejemplo, el profesor de sociología de la religión en la Universidad de Boston, John W. Morehead, sostiene que las plataformas digitales están ayudando a hacer crecer nuevas formas de fe, pero advierte sobre el riesgo de «religión light», sin profundidad.
Lo cierto es que, según un informe de la Universidad de Harvard, las personas siguen buscando en redes sociales no solo entretenimiento, sino también respuestas a sus inquietudes espirituales, lo que prueba que el mundo digital tiene espacio para una fe genuina.
Lo que viene: ¿las redes sociales seguirán siendo el nuevo espacio para la fe?
¿El futuro de la religión será online? Algunos líderes religiosos creen que las plataformas digitales son el futuro de las comunidades de fe, permitiendo la creación de grupos globales, el acceso rápido a contenido relevante y la participación en eventos en vivo. Sin embargo, la pregunta sigue siendo la misma: ¿realmente podemos conectar espiritualmente en un mundo que cambia constantemente de pantalla?
La religión en redes sociales está en constante evolución. En un mundo donde todo se comparte, las plataformas virtuales han encontrado su lugar en la vida religiosa, pero aún queda mucho por descubrir sobre cómo se desarrollará este fenómeno. La clave será saber equilibrar la tecnología con la autenticidad y la conexión genuina.