Diario Vasco (España), Martin Ruiz Egaña, 12.01.2025
Tres de cada cien donostiarras son musulmanes. Eibar cuenta con cuatro mezquitas activas, y Donostia alberga hasta diez iglesias evangélicas. Todos los domingos, cientos de ortodoxos venidos de varios rincones de Gipuzkoa se reúnen en la Ermita de Uba de Martutene para celebrar su misa semanal, y los miércoles, la comunidad budista de Donostia acude al templo de la Asociación Drukpa para realizar sus prácticas. Aunque la católica sigue siendo la confesión mayoritaria con diferencia, la diversidad religiosa es cada vez más patente en la sociedad guipuzcoana. En la actualidad hay registrados en el territorio 97 centros de culto de credos minoritarios. Hace diez años eran 69, lo que supone un incremento del 40% en una década, según el último informe Zabaldu de Ikuspegi.
Gorka Urrutia, director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Deusto, establece una conexión directa entre la inmigración y esta creciente diversidad. «Ha aumentado el porcentaje de gente que viene de fuera y trae sus tradiciones, que se van asentando aquí. Por ejemplo, la población latinoamericana ha engrosado el número de católicos practicantes, pero la inmigración también ha traído otras religiones minoritarias».
Gorka Moreno, profesor de Sociología e investigador de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), coincide en que «la inmigración ha hecho que la diversidad religiosa aumente cuantitativamente, dando una mayor visibilidad a las creencias minoritarias». Los 97 centros de culto de religiones minoritarias reflejan una «convivencia pacífica» en Gipuzkoa. «Gracias a iniciativas para asentar diversas religiones y que interaccionen se ha conseguido que convivan de manera pacífica. Es más, se apoyan entre ellas», apunta Urrutia. Para garantizar la libertad religiosa en Euskadi, el Gobierno Vasco presentó en 2021 el proceso para crear el Consejo Interreligioso Vasco. El ente estará formado por representantes del Gobierno, diputaciones y ayuntamientos, así como de todas las confesiones con presencia en Euskadi. Velará por garantizar la libertad de culto y asesorará a las instituciones vascas sobre todo tipo de cuestiones religiosas.
Interlocución oficial
Es una propuesta que pertenece a la anterior legislatura y, aunque se presentó hace ya cuatro años, todavía no se ha puesto en marcha. Urrutia, doctor en estudios internacionales e interculturales, explica que «será un espacio de interlocución entre representantes de los diferentes credos que conviven en Euskadi y las administraciones públicas para canalizar demandas y necesidades. Probablemente se terminará formando este año».
Moreno destaca por su parte que la población inmigrante es «mucho más creyente» que la vasca. «La inmigración desde varios lugares ha provocado el aumento de estas religiones minoritarias. El credo musulmán ha crecido debido a la llegada de inmigrantes africanos, los ortodoxos por los migrantes del este de Europa, y la propia religión católica ha engrosado su número de creyentes gracias a la población latinoamericana».
El profesor universitario prevé una tendencia creciente de la religiosidad para los próximos años. «Va a ser una cuestión inherente a la sociedad guipuzcoana. Ya no van a ser los inmigrantes, sino sus hijos nacidos aquí y que profesan estas religiones minoritarias. Será una diversidad religiosa inherente».
El mapa de la diversidad religiosa de Gipuzkoa se va ampliando con el paso de los años. Aunque la doctrina mayoritaria sigue siendo la católica, la ampliación del abanico de creencias –hasta las 13 que hay registradas oficialmente–, unido al aumento de las personas que se declaran no creyentes, incide en un retroceso del peso que tiene el catolicismo en el territorio.
Según el informe Neurtu 2023 –Barómetro sobre la diversidad en Euskadi, también publicado por Ikuspegi–, por primera vez las personas católicas han dejado de ser la mayoría (43,6%), al verse superadas por las no creyentes (50,2%). Entre las religiones minoritarias destaca el aumento del porcentaje de musulmanes, hasta un 4% en Euskadi, todavía muy lejos de los católicos. Por detrás, con representaciones inferiores, se encuentran la confesión evangélica o protestante (1,1%) y la ortodoxa (1%). Este mapa general del País Vasco refleja la diversidad religiosa en Gipuzkoa. Según el ‘Mapa de las religiones de Euskadi’ de Ikuspegi, tres de cada cien donostiarras son musulmanes. Un total de 6.055 personas practican el islamismo en la capital guipuzcoana, la cifra más alta en los últimos años, que contrasta con la tendencia a la baja del catolicismo. Cinco de cada diez donostiarras son católicos. En 2020, tres años antes, la cifra casi alcanzaba los siete. Los católicos declarados en Donostia han pasado de ser 126.556 en 2020 a 105.045 en 2023. En Gipuzkoa han pasado de los 508.315 de 2019 a los 489.609 de la actualidad, un descenso del 4%.
Crecen los ‘no creyentes’
En contraste con esta reducción, el número de no creyentes en la capital guipuzcoana ha aumentado once puntos porcentuales en tan solo tres años. En 2020 eran 44.250. Tres años más tarde se contabilizaban hasta 65.300 personas que aseguraban no seguir ningún dogma en Donostia. Este no ha sido el único aumento en el mapa de religiones. El número de musulmanes también se ha incrementado hasta consolidarse como la primera de las religiones minoritarias en Gipuzkoa, por delante de ortodoxos o evangélicos. En Donostia, el último registro de Ikuspegi contabilizó 6.055, un 3,2% de la población total. Supone una subida de casi el 10% respecto a las cifras de 2020, cuando se registraron 5.540 personas musulmanas. La segunda religión minoritaria con mayor número de fieles es la evangélica. En Donostia, su número asciende a 3.668, un 2% de la población de la capital. A pesar de tener la mitad de seguidores que la religión musulmana, cuenta con siete centros de culto más en Donostia y nueve más en todo Gipuzkoa. El territorio tiene registradas 40 iglesias evangélicas en comparación con las 31 mezquitas.