Urgente24 (Estados Unidos), Florencia Biagini, 18.10.2024

Un grupo de fieles seguidores de Donald Trump considera que él es el «enviado» de Dios en la Tierra: El Cinturón Bíblico de adeptos católicos y su papel clave en las elecciones de Estados Unidos.

Las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos determinan no sólo el rumbo de la política local sino el destino de las guerras en curso, claramente dependiendo de qué candidato se corone en las urnas: si el republicano Donald Trump o la demócrata Kamala Harris, quienes juegan por estos días una pulseada por la victoria.

Pero en estas generales, la religión y la espiritualidad juegan un papel clave que puede sepultar a un candidato o llevar al Despacho Oval al otro. Sin ir más lejos, el llamado “Cinturón Blanco” muestra su presencia en los mitines políticos del Partido Republicano y se enlista detrás de Donald Trump al que consideran «un enviado de Dios en la Tierra».

Son nueve Estados de USA en donde pastores y varios líderes religiosos aseguran a viva voz en sus misas que Trump ha sido “enviado por Dios” para ser presidente. Su delirio místico se refundó hace un mes cuando el republicano sobrevivió de milagro al atentado en Pensilvania en el que una bala le rozó su oreja.

Entre ellos los estados bautizados como el Cinturón Biblíco de USA están Oklahoma, Arkansas, Louisiana, Mississippi, Tennessee, Alabama, Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte.

A este «cinturón» lo identifica el color rojo del Partido Republicano y la alegoría a la “hebilla” sería el estado de Oklahoma.

En este contexto, a poco de las elecciones y con sondeos que anticipan una casi paridad técnica entre Trump y Kamala, será el electorado cristiano-sectario de estos 9 Estados conservadores los que por un punto porcentual podrían conceder la victoria a un candidato. Como reveló Urgente24, esta espiritualidad cristiana al borde de una secta tiene varios escaños políticos, sentados allí, en algunos casos, totalmente despojados de materia gris, con ideas absurdas de terraplanismo, de sectas e Iluminatis y de que el Covid jamás existió. Sobre ello se erige el nacionalismo cristiano que elogia a Trump, el mismo que instó el asalto al Capitolio fundado en teorías conspirativas como el Pizzagate y el QAnon. Así el Pizzagate se originó luego de la viralización de los emails de John Podesta, jefe de campaña de Hilary Clinton durante el 2016, filtrados por Wikileaks, en los cuales se hablaba a modo de código con la palabra ‘pizza’, sumado a la sarta de fake news que acusaban a una pizzería llamada Comet Ping Pong de Washington, como epicentro de una red de pedofilia ligada al Partido Demócrata.

El Cinturón Biblíco puede otorgarle la victoria a Trump

Al sur de Estados Unidos, en nueve Estados de tinte conservador y de mayoría protestante, la intención de voto siempre vira hacia la Derecha, a las filas republicanas, y estas elecciones son ellos los que vuelven a darle su voto de confianza al expresidente Donald Trump. Trump, quien pregona los valores tradicionales de la familia tipo ‘blanca y heteronormativa’, corre con ventaja en el electorado cristiano, en el del norteamericano promedio y el de la comunidad latina, ante la demócrata Kamala Harris, que si bien creció en un hogar protestante y está casada con un judío, no se muestra cercana a los preceptos bíblicos y apoya abiertamente a distintos tipos de familias no convencionales. “Votaré por Trump por mis principios como católica y como refugiada cubana”, expresó la ciudadana María de Junco al diario El Pais, una refugiada cubana que reside en Georgia, Estados Unidos.

Todos estos católicos cristianos de la ultraderecha estadounidense y exiliados latinos, fieles seguidores de Donald Trump, también extienden creencias descabelladas y fakenewscomo que ‘las vacunas causan autismo’, ‘existen ritos satánicos contra los niños’ y ‘Trump es víctima de una logia mundial’. Además aseguran que “Trump fue enviado por Dios a gobernar este país”, según afirma Jackson Lahmeyer, fundador del grupo Pastors4Trump (Pastores por Trump), cuyo objetivo es “movilizar al bloque de votantes evangélicos”. Y si bien esta comunidad es la que podría definir la segunda vuelta del republicano, es el empresariado conservador-protestante el que también injiere en el establishment, el que podría concederle la victoria a Donald Trump o seguir poniendo sobre el tapete las necesidades de las familias tradicionales. A ello se refiere el pastor y senador de Oklahoma, Dusty Deevers, en una entrevista concedida a BBC. De acuerdo con el líder religioso, este sector, con presencia en ambas Cámaras y en organismos gubernamentales de USA, busca terminar definitivamente con el aborto, legislar la prohibición de la pornografía, erradicar para siempre la propaganda woke y el fin de los impuesto a la renta y la propiedad.

Incluso para Deevers, este senador republicano y pastor, “no hay manera de desconectar el cristianismo con la política”. Aunque Estados Unidos es políticamente laico, el Cinturón Biblíco ha logrado poner en la agenda los preceptos del cristianismoque abogan por la familia tradicional. Un ejemplo de ello es el caso de Lousiana, en donde su gobernación ordenó a las aulas escolares tener colgadas en las paredes los Diez Mandamientos. En Alabama, otro de los nueve Estados que forman parte del Cinturón, la Corte Suprema determinó que los embriones congelados son “bebés” y sujetos de derechos, por tanto, las clínicas de fecundación in vitro fueron obligadas a cerrar. Del mismo modo en Oklahoma la Superintendencia de Instrucción Pública emitió la obligatoriedad de la enseñanza de la Biblia en las escuelas públicas. Cabe destacar que Trump sin dudas colaboró para poner en la agenda gubernamental las necesidades del Cinturón Biblíco durante su anterior presidencia. De hecho, nominó a tres jueces cristianos a la Corte Suprema asegurando una mayoría conservadora en el máximo órgano judicial del país. Fueron estos los que en el 2022 derogaron la doctrina del aborto Roe vs. Wade, dejando la decisión en cada estado.

A tirarse los muertos del placard

De un lado, a la vice de Biden, Kamala Harris, parte de la sociedad le refriega que su gestión habilitó la crisis de fentanilo (jóvenes y homeless como ‘zombies’ en las calles por tal droga) al no contener el flujo migratorio que ingresa por la frontera sur y que porta consigo al tráfico de drogas. Además, le critican el mal manejo de la economía —que aumentó los alimentos hacia una suba histórica— y la financiación del frente de guerra ucraniano desde las arcas estataleso, lo que aumentó el déficit fiscal que casi los lleva al borde del default el año pasado. Es que en junio del año pasado, la estabilidad económica de Estados Unidos caminó por la cornisa dado el atraso en el pago de los T bons –del Tesoro–, lo que propició la necesidad imperiosa de Joe Biden de que se aprobara en el Senado (con gran bancada republicana) la elevación del techo de la deuda de US$ 31, 4 billones para evitar el incumplimiento, sorteando así un default.

Dicho esto, de la vereda contraria a los acérrimos críticos de Kamala, están los del expresidente Donald Trump, al que lo juzgan por las causas penales y civiles que enfrenta ante la Justicia, aunque para algunos eso constituya un claro «Lawfare». Pero, para las filas republicanas no revisten interés ciertas causas, como el supuesto soborno a la actriz porno Stormy Daniels, aunque sí la cuestión de la evasión fiscal que habría efectuado la Fundación Trump. Otro punto de inflexión para mucho votantes republicanos, ha sido el elogio de Donald Trump a la gestión de Nicolás Maduro. Durante una reciente entrevista ante Elon Musk, Trump vanaglorió a Nicolás Maduro y a Vladimir Putin. Éste último, apoya a viva voz el desfinanciamiento del frente de Kiev.

Mal manejo de la economía en la gestión Biden: Posible voto ‘asco’ demócrata a Trump

Un sector de los clásicos votantes demócratas están fastidiados con la parte económica de la administración Biden: el precio de los alimentos sube sin parar, pese a que la inflación no es un problema. Incluso, muchos de los ciudadanos se endeudan para comprar comida, literalmente. Es que desde que Biden asumió la presidencia, los precios de los alimentos en USA aumentaron un 25% y los de los combustibles crecen a un ritmo vertiginoso. «Antes de la inflación», dice a la BBC Stacey Ellis, una demócrata de Pensilvania «no tenía ninguna deuda, no tenía tarjetas de crédito, nunca solicité un préstamo ni ninguna de esas cosas. Pero desde que empezó la inflación, he tenido que degradar mi vida por completo». Esta situación podría conducir al «voto oculto» o «voto asco» hacia Donald Trump, según varios análistas políticos, para mejorar la economía y el costo de vida que martirizan al ciudadano promedio. El candidato Donald Trump tendrá que usar el malestar social para desempatar con Kamala Harris, con quien tiene «paridad técnica en las encuestas» Mientras que Kamala, le saca munición pesada a Trump por apoyar a Dictadura extranjeras (Putin y Maduro) y por las causas judiciales que enfrenta: lo tilda de «corrupto», su az bajo la manga.